Torni Segarra

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¿La percepción, es la mente, está en la mente? ¿O la percepción está más allá de la mente?
 
El estado, como su nombre indica es algo temporal, del pasado, de lo que hemos planificado. Por lo que nunca puede atender verdaderamente a un ser humano. Atiende a alguien que tiene un nombre, una imagen reconocible o no, un número identificativo, etc., pero no puede llegar a la esencia de su problema, que necesita que se lo resuelva –como un médico resuelve y cura una enfermedad; o un mecánico, arregla un motor-. Por eso, el estado nunca podrá resolver el problema de la pobreza y la miseria, porque es insensible a partir de cierto límite y situación.
Y por eso, aunque ese estado sea rico, se las arregla de manera que no pude ayudar a los pobres, porque realmente no los ve como personas, sino como algo como si fuera no humano. Porque si él fuera sensible y percibiera el dolor realmente de la pobreza, no viviría de manera que generara la desigualdad, la miseria, el hambrea, viviendo indolentemente sin preocuparse de los menos afortunados. A los que él explota como consecuencia del sistema en que vive, injusto e inmoral.
 
"El que tú te crees que eres no es real. No hay dueño de la vida, no sólo la vida. Hay un cuerpo y una mente, pero no te pertenece".
Nosotros no somos el dueño de nada. Pero si tú tienes un coche -el cuerpo-, has de cuidarlo de manera que funcione adecuadamente. Y lo mismo pasa con la mente: si le das malas sensaciones, malos ambientes, malas imágenes y visiones, si llevas una vida de confusión y desorden, se estropeará y perderás la lucidez. De manera que no podrás ni hablar ni escribir ni conducirte adecuadamente en la vida.
 
Por eso el mundo está como está, porque una banda de enloquecidos fanáticos, salvajes, insensibles e ignorantes, ha dominado y domina las mentes de las personas, mediante las religiones organizadas,  las ideas y teorías políticas, todas divisivas, generadoras de conflictos, que desembocan en la irritabilidad, los celos, la envidia, la vanidad, la falta de compasión y amor por los demás y por uno mismo. Porque si uno tiene amor, ¿puede ser cruel, matar con saña, por venganza por desobediencia de una absurda ley injusta, que prohíbe la libertad más elemental, y por todos los problemas que le van a llegar, por esos actos crueles y asesinos, que no le van a dejar en paz por el resto de su vida?
 
El hecho es que existe el gurú -que sabe más que otros que se acerca a él-. Uno le explica que el gurú es negativo, pero él quiere seguir a ese gurú. ¿Tenemos derecho a prohibirlo? Eso es lo que no hizo Jiddu Krishnamurti, no prohibir que los que lo seguían lo hicieran.
 
Es tan sencillo, como si tú estás enfermo y vas al médico para que te cure. Y otro te dice, no vayas al médico porque te has de curar tú mismo internamente, desde la raíz de la enfermedad, de lo contrario dependerás de él. Eso suena muy bien, pero no es un hecho para la mayoría de las personas, que quieren un alivio, vivir sin ser atormentados, quieren ser ayudados. Y si tú quieres vivir así, ¿por qué te lo tengo que prohibir, en nombre de qué y de quién? Pues esa solución, de negar al gurú, que tanto se cacarea, es un acto contra la libertad esencial de los hombres.
 
Bonita descripción, bonita música e imagen. Ahora ya sabemos que somos el resultado del carbono de las estrellas, etc. Pero, ahora falta saber qué es lo que hay que hacer para que esa vida –con el cuerpo- tenga lo necesario para que no sea un tormento, un dolor continuado, algo que no genere desorden que vaya contra ese orden que nos ha generado, creado, y nos da vida. Porque, como se dice en el video, la vida está en realidad, en parte, dentro de nosotros. Y de nosotros depende la manera como la gestionamos, la vivimos.
 
No es una pregunta, es -según la documentación aportada- una realidad. Y es que hasta aquí, las personas como ustedes tan pelotas y tan siervas, siguen haciendo las cosas de manera para que continúen y prevalezcan las castas.
 
“El camino de Dios ya está establecido, y el que quiera "subir por otra parte es ladrón y salteador".
No hay camino ni religión ni idea ni teoría que se puede decir que es de dios. Pues dios es todo, todos los caminos que existen, como si no existen o existirán. Porque los caminos son de los hombres. Y los hombres -todos- son los hijos de dios. Es decir, de la idea de dios que tenemos.
 
Cuidado, Humberto, no se puede aclarar, o tu lo ves o no lo ves. No vamos a estar siempre jugando con las palabras. Eso es como dios: o uno cree y se lo cree; o no cree y no se lo cree. Y no hay más. Pues, seguir hablando de esto, para mí, sería como estar contando los dedos de la mano y preguntarnos por qué son cinco.
El pensamiento-mente no puede acceder a eso tan extraordinario que es algo íntimo de cada cual y su porqué. ¿Cómo se puede explicar por qué uno es un facha de derechas, carca y cruel, y otro no lo sea, sino que es todo lo contrario: le gusta repartir y darlo todo, le interesan tanto las personas pobres y las menos afortunadas, tanto como las afortunadas y ricas, fachas de derechas?
 
Esa percepción clara y diáfana, si uno es afortunado y sensible, llega cuando uno mira sin una dirección premeditada para conseguir un fin.
 
He leído tu escrito-columna, en…, 17-2-2013, ‘Un juego entre individuos’. Gracias por las informaciones y comentarios.
Las normas, las leyes, sólo son soportables, y no molestan, cuando uno las comprende. Y para comprender, uno tiene que comprender el orden -las leyes que no han sido escritas por el hombre, las leyes de la vida-. Y también comprender la manera cómo funciona el pensamiento, con sus inventos e ilusiones de lo que debería ser, como reacción a lo que es, la realidad.
 
Muchas gracias por la información. Aunque entrar en las web de las universidades españolas -incluyendo las catalanas- es una tortura insoportable. Donde todo parece una selva, para que no se pueda encontrar lo que uno quiere y necesita.
Cuando hay universidades, sobre todo europeas y norteamericanas, que pones el nombre del profesor en el buscador, y acto seguido, aparece a quien buscas, su foto, número de teléfono, dirección electrónica, etc. Es una maravilla.