Torni Segarra

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3888. Todavía no has comprendido lo que es la libertad y el amor -que son los mismo-. Si lo comprendieras no dirías lo que dices y haces: crear escusa, impedimentos. Cuando la libertad, el amor, son, no hay ningún impedimento para que sean.  

 

3889. Estás obsesionado con los estados y sus nacionalismos. Pues, si antes tú, en tu vida no vives en libertad, sin necesitar tu nacionalismo, tu país, tu estado, tu patria, tu nación. ¿Para qué hablar de lo que hacen los otros, si tú haces lo mismo que ellos? Por eso, todo el problema soy yo. Y lo que hago con mi vida.

Cómo vivo. Qué hago con el dinero, las propiedades, las abultadas cuentas corrientes.  Cómo me relaciono con los vecinos, los compañeros en el trabajo. Cómo me relaciono con la persona que pasa por la calle.  

 

3890. Lo que tú quieres no es posible. Porque, todos somos corruptos, ladrones. Pero, no es lo mismo, coger una manzana de un campo para satisfacer la sed. Que llevarte todo un camión de manzanas, porque eso sí que es robar, crueldad, falta de respeto. Y va a generar odio, crueldad, anarquía, violencia, guerra. Que es lo que está pasando ahora, por todo el mundo. 

 

3891. No, María Rosa. Cuando dices: ‘Los animales sólo matan por sobrevivir, los humanos por puro egoísmo’. Es lo mismo. Lo que pasa es que los animales, para sobrevivir necesitan menos cosas que nosotros. Pero también matan por egoísmo: que es el sobrevivir.

Nosotros, también somos como los animales, aunque más desarrollados y, por tanto, tenemos la vida más complicada. Pero cada acto que hacemos, sea el que sea. también todos son egoístas.

Ya sea para comer, sobrevivir el cuerpo. Como para alimentarnos psicológicamente, la vanidad, la autoestima, la seguridad, para no estar solos, para no deprimirnos, para tener una cierta relevancia social, para tener una pareja o varias a la vez. Todo lo que hacemos, tiene su raíz en el egoísmo, el ego, el ‘yo’.

Eso es la realidad de como vivimos. Por tanto, si lo comprendemos, sin huir de ello, sin querer cambiarlo, al no dividirnos de todo eso, que es la realidad, lo que es, todo cambia. Y, llega la dicha de la compasión, del amor, que es inteligencia.

Así que, todo el problema es la división, la fragmentación interna.  

 

2892. Los tópicos machistas, hay que descartarlos cada uno, primero que nada. Porque, si se vocea mucho, si se habla mucho contra ellos, y uno sigue siendo machista -egoísta-, eso es absurdo.  

 

2893. ‘No hay amor, sólo competencia’.

Porque, tenemos miedo. Al no comprender la vida como es. Y ese miedo, nos altera de diferentes maneras: nos genera ansiedad, estrés, toda clase de deseos dañinos contra los demás. Y claro, uno también sufre en persona, lo mismo que les hace a los otros: ser insensible e indiferente al dolor que generamos a los otros.

Lo podemos ver, en ese deseo de ganar de vencer a toda costa, en todas las competiciones deportivas, donde cada país invierte miles de millones para ser el que más vence, en los concursos musicales, cinematográficos, en el científico, en los de belleza, folclore, etc.

Donde todo se mezcla para justificarlo: las estratégicas económicas, de categoría social, política, de vanidad, de enriquecimiento de los participantes.

Y todo eso, potencia nuestro egoísmo divisivo nacionalista, de raza, de estrategias, de fronteras mentales y físicas, de enaltecimiento de nuestro ego, el ‘yo’. Para ensalzar al más poderoso y humillar, infravalorar a los menos afortunados.

Pero a pesar de todas esas tretas, estrategias, seguimos teniendo miedo. Porque, seguimos divididos, enfrentados, no queremos ceder, morir, compartir, vivir en paz y armonía. Y como consecuencia, como queremos siempre ganar, también queremos ganar haciendo la guerra.

Y ahí se cierra el círculo del egoísmo, del miedo, del temor al otro, al que vive con nosotros, al vecino, a los compañeros y amigos. Y a los que viven en otros países, a miles de kilómetros. 

 

2894. Pero, por qué no habláis del pueblo español, racista del ‘a por ellos’, de los que maldicen e insultan sin ningún reparo en la prensa, en los foros como este de Internet.

Ya sería hora que os preguntarais, ‘¿Por qué, ese amigo mío, no quiere venir a mi casa, ni comer conmigo, ni hacer negocios, ni tan siquiera ir a la playa? ¿Por qué, es que estamos tan divididos, hasta el extremo de querer divorciarse de mí, como las mujeres maltratadas, humilladas, tratadas como meras esclavas prostitutas, por los maridos machistas, salvajes, crueles?’  

 

3895. ¿Por qué está, según tú cambiando? ¿Por qué, cambia alguien la relación con otro? Si yo, por ser más fuerte y poderoso, que soy amigo tuyo de toda la vida, me desbarato y quiero imponerte mi manera de vivir, mis maneras, mis costumbres, mi manera de hacer negocios, incluso mi manera de hablar como hablo desde siempre, te quiero imponer mi religión, cómo tiene que ser la sexualidad, la política, ¿qué estaré sembrando en ti?

Por la fuerza de los hechos, te estoy obligando a que te molestes, te haga que te alejes de mí, a que no quieras saber nada de mí, te separes definitivamente. Y eso mismo, que hago yo, que te provoco, de que te separares de mí, también lo harías tú, si estuvieras en mi lugar. ¿Nos estamos comunicando, o estamos tan ciegos, fanáticos, que no podemos ver ni comprender?