Torni Segarra

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1801. Cuando TVE, deje de perjudicar a Cataluña, por todos los medios a su alcance -que son muchos-. Entonces, vosotros los nacionalistas centralistas, españoles, podréis pedir a los demás que os atiendan las reclamaciones, de “emitir documentales sobre la sociedad catalana que respondan a más de un punto de vista”.

Es decir, deseáis que los otros sean caritativos con vosotros, cuando vosotros no sois caritativos. No tenéis ni compasión ni amor, por los que viven con vosotros, ni tan siquiera con el lugar donde vivís. Pues siempre estáis mirando, adorando a Madrid. Para que, lo veáis mejor: Miráis el polvo en el ojo ajeno, pero no veis el barro que tenéis en vuestros ojos.

Por eso, creo que estáis mal ubicados, vivís en un lugar que odiáis. Odiáis su lengua, su manera de ser las personas, sus costumbres cosmopolitas, culturales, asociativas, caritativas, de colaboración.  

 

1802. Por cierto, que foto más bonita, maravillosa. Aunque, algunos les parecerá, un tanto trágica. Y, es que, nunca llueve a gusto de todos. Pues, en la vida el bien y el mal no son absolutos. De los dos se deriva algo de mal en bien, y algo de bien en el mal. Pues, al llover unos van a salir gratificados, pero otros perjudicados.

Verlo, comprenderlo, vivirlo sin huir de ello, sin querer cambiarlo, es el origen del orden. 

 

1803. Por cierto, ahora se les ha visto realmente como son, con la celebración de la manifestación de las mujeres. Pues, las mujeres lo que quieren es ser libres, independientes. Justo lo contrario de lo que quieren ustedes. Ya que odian a los que quieren, la libertad e independencia.

De manera que, como están en contra de que las personas sean libres e independientes, también, por la fuerza de los hechos, han de estar en contra de que las mujeres sean libres e independientes. La derecha, carca, facha, tampoco quiere que las mujeres sean libres e independientes.  

 

1804. Siempre ha sido así. Y parece ser que, siempre lo será. Pues, seguimos siendo como los animales. Donde el macho, puede con las hembras. Nosotros también hacemos lo mismo, pero más disimulado, haciéndolo convencional, aceptable.

Pero, lo más terrible -o maravilloso- es que, si las mujeres se convirtieran en lo que son los hombres, ellas harían lo mismo. 

 

1805. Hay un momento en que no hay nada que aprender. Sólo hay percepción del reto y su respuesta. ¿Cuál será la respuesta? No se puede saber. Porque, el amor es lo nuevo, lo que nadie ha tocado.  

 

1806. Todo método, práctica, nos embota la mente, hace que el cuerpo pierda su inteligencia innata. Ya que, todo método siempre es del pasado. Pues, en el presente, en el ahora, sólo está el ahora. Que es el amor. 

 

1807. Creo que los animales, para los no vegetarianos, sólo se tienen que sacrificar para alimentarse. Todo lo demás, es una ‘ilegalidad’. Caprichos, vanidad, insensibilidad, indiferencia. 

 

1808. La mujer ideal no existe. Pues, cada uno tiene una idea de lo que ha de ser el ideal. Además, puede que digamos que es ideal una mujer, pero al momento vemos otra y también la vemos ideal. Así que, el ideal, todo ideal, es una ilusión. 

 

1809. Los signos son como las zonas de un país, donde hay unos habitantes que tienen unas características: unos más silenciosos, otros más extrovertidos y habladores, otros con aficiones exclusivas del lugar. Pero, desde el principio hasta el final, todos somos iguales; tenemos miedo, necesitamos seguridad, que nos amen, respeten, queremos tener paz, ser felices. 

 

1810. ¿Ese fanatismo, no tiene la misma raíz que el ego, el ‘yo’, de los nacionalismos grandes y pequeños, de las religiones, de la política? Todo nace dentro de nosotros. ¿Por qué se genera el ‘yo’?

Es cuando nos dividimos de lo que somos, de lo que está sucediendo, que esa ya es la acción del ‘yo’. Pues, el ‘yo’ es el que dice: ‘Esta realidad, no me gusta ni mi interesa, por eso voy a inventar otra realidad, que sí que me gusta y me interesa’.

Pues, eso sí lo trasladamos a nuestra vida cotidiana, todo lo que no nos agrada -que pierda nuestro equipo favorito, que nuestro nacionalismo tenga que competir con otro, que los hombres y las mujeres se humillen mutuamente-, es cuando la violencia ya está a flor de piel, actuando ante cualquier contratiempo, cualquier revés.

Y entonces, lo que parecía imposible, propio de salvajes, lo hacemos sin poder controlarnos. Esto es así, porque sin darnos cuenta, o no, hemos hecho muchos motivos, para que esa presión que genera violencia, llegue al final de su recorrido: odiar, agredir, maltratar, querer destruir a los demás.