Torni Segarra

Seleccionar página

6459. No hay condicionamiento para que el condicionamiento se evapore o se disuelva. Ello sucede sencillamente. Sucede caprichosamente, como el amor.  

 

6460. Si hay algún propósito en la vida, lo otro, lo desconocido, lo incondicionado, no puede ser. El ir más allá, es cuando llega lo nuevo, la nada. 

 

6461. Thega. No hay ningún problema: tú y yo, y todos también somos iguales en lo psicológico: tenemos al dolor, a morir, a quedarnos solos, desamparados, tenemos miedo a la vejez, a que nos desprecien y nos hagan un bullying.

 

6462. Por supuesto, sería un estúpido, ególatra si hablara solo de una persona. Por eso, estamos investigando tanto tiempo. Cuando desde siempre, hace unos años, sigo diciendo lo mismo: todos somo iguales básicamente en lo psicológico.

 

6463. Eso es lo que estoy diciendo: no hay nada que nos separe a la hora de sufrir dolor, amargura, la miseria humana. Ni tampoco, a la hora de sentir el gozo de la tranquilidad, de sentirnos completos, enteros.

Ya que, todos sentimos lo mismo: los hindúes, los americanos, los asiáticos, los europeos, los ricos y los que no tienen nada.  

 

6464. Hay otro condicionamiento: el de la naturaleza, el del cuerpo y sus necesidades. La naturaleza implacable. 

 

6465. Resguardarse del frío, calor. De la primavera. De los golpes que nos damos o nos dan. El cuerpo es muy delicado y fuerte a la vez. Sólo depende de la velocidad, del respeto que tenemos por la vida, por el cuerpo. Una vida austera, no la del fraile, ni la del monje en su cueva o retiro, donde no lo forzamos a hacer lo que no puede hacer. 

 

6466. Porque, tenemos miedo a perder lo que tenemos, lo que somos. A la inseguridad.  

 

6467. Y los religiosos, y sus creencias religiosas, también. Toda creencia nos divide. Porque, nos fiamos del pensamiento como algo certero. Cuando es torpe, inservible para que haya orden.

 

6468. No, no. No respondemos de modo diferente. Si tocamos un hierro que nos quema la mano, lo soltamos instantáneamente. Con el dolor sucede lo mismo, si nos hace daño, en ese instante queremos descartarlo.

Lo que sucede, luego cuando pasa el dolor, eso es el drama de nuestras vidas: se repiten las circunstancias para que el dolor vuelva.

 

6469. Pero, la pregunta es: ¿se puede eliminar la envidia, la codicia, el miedo, la autoridad, el orgullo, la competencia? ¿O es otra ilusión, que pretende cambiar la realidad, lo que es, por lo que me gustaría que fuera? Es decir, que ese deseo, ¿no nos divide de la realidad?

Y si hay división, ahí está el desorden, la confusión, la desdicha. 

 

6470. No es otro. Es un ser humano como todos. Que tiene sus necesidades para sobrevivir, como nos pasa a todos. ¿Alguien va a entregar su vida de verdad, por los otros?

Eso no hay que decirlo, hay que vivirlo, hacerlo realidad, un hecho. ¿Puede ser eso, o es otra ilusión, otra vanidad, para consolarnos de nuestras miserias? 

 

6471. ¿No es más adecuado comprender, que atacar, defender, lo que sea? Defender tiene su origen en el ataque, son lo mismo. Pues, nosotros si nos defendemos, pasamos al ataque.

Así que, ver y comprender, dar el lugar que cada cosa tiene en la vida, es hacer las cosas para que llegue la paz. Paz interna. Porque, esa paz se manifestará en todo lo que hagamos.  

 

6472. Uno no se puede dominar. Eso sería tanto, como pretender dominar a la vida. Primero, haríamos una guerra interna entre lo que queremos y la realidad.

Y al exteriorizarse esa guerra interna, la haríamos externa, es decir, contra las personas con las que convivimos. Por lo que, es preciso comprendernos, comprender la realidad. Cómo opera el pensamiento.  

 

6473. Antes de decir algo, hay que ver si eso es la realidad. ¿Podemos estar callados? Si eso fuera así, nos volveríamos neuróticos silenciosos, mudos. En conflicto interno. Y el conflicto, sea el que sea, es generador de desorden, de enfrentamientos, de disputas. Donde la paz no puede ser.

La paz, llega cuando el terreno está preparado, listo para hacerla florecer.  

 

6474. ¿Somos solos nosotros los únicos creadores de nuestro destino? ¿Eso no es una vanidad, arrogarnos un poder que no tenemos? Nosotros, somos muy poca cosa. Somos un invento, una ilusión. ¿Por qué, no somos el ego, el ‘yo’, confuso, desordenado? De manera que, nosotros tenemos poca participación, aunque creemos que la tenemos toda.

Como todo no lo podemos saber, puede que tengamos algo de responsabilidad de lo que nos pasa.  

 

6475. ¿Aun queremos estar más dormidos de lo que estamos? Porque, la realidad en la que vivimos, no es la más adecuada, halagüeña. Hay que comprobar por uno mismo, si esas personas menos afortunadas, pueden dejar de vivir en la miseria.

 

No nos podemos fiar de nadie, por santo y sabio que digan que es. Uno ha de ser el maestro y el discípulo. Y verá que no hay ninguna diferencia entre el que enseña y el que aprende. Pues todos y todo, está unido, es la misma cosa, energía que funciona de acuerdo con el universo.