Torni Segarra

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 1557. Hay que ir con cuidado. Cuando nos curamos de una enfermedad, no solamente hay un culpable que la causa; ni una sola persona que nos cura. Pues todos, conscientemente o no, participamos a la hora de enfermar o de curar a una persona. Por eso, es tan importante la actitud que tengamos ante cualquier persona, ya sea conocida o desconocida; pues desde la vibración que la transmitimos, hasta la mirada, la actitud hacia ella, la seriedad severa o el cariño, todo eso va a afectar favorablemente o no.

Aunque el curarse es algo tan grande y extraordinario, que es un regalo de la vida que no sabemos por qué se nos concede.

 

 

1558. Depende de que creamos que es el éxito. Pues, si el éxito es material, superficial, es una cosa. Pero si el éxito, es un no éxito para la sociedad, el mundo y su mundanalidad, ese éxito no se puede describir con palabras. Ya que la verdad, la realidad, lo que es, no se puede conceptualizar, ni tampoco con palabras. O uno lo ve, o no lo ve; aunque los demás no lo vean, ni participen de ello.

 

 

1559. La violencia y la guerra como arma para solucionar los problemas, es una ilusión. Hay que usar la inteligencia. Demostrándoles a los demás que no quieres hacerles daño; decirles: ¿por qué te tendría que hacer algún daño? Y en todo caso perder el miedo y hablar, aclarar las cosas, si es que quiere. Pero solamente con el hecho de que le das libertad total para hablar o no, eso ya quiere decir que no eres su enemigo, tienes empatía, comprensión, respeto.

 

 

1560. La compasión, que es amor, no se puede acceder a ella por voluntad, deseo. Llega cuando uno se da cuenta que es como el otro, sea quien sea: pobre o rico, criminal o no, verdugo o víctima, inculto o no, sea de la raza que sea.

 

 

1561. Le podrías haber dicho: Tú que eres el creador todopoderoso, ¿por qué nos has hecho así tan imperfectos, malvados, torpes, ignorantes? Pero, no hay respuesta para la pregunta. Y eso quiere decir, que todo es un invento nuestro. Es decir, que inventamos a un dios según nuestra hechura, de diseño; de ahí que haya variedad de dioses.

 

 

1562. Si llevas la contabilidad de lo que das y lo que recibes por haber dado, entonces eso es que has hecho de tu vida un negocio. Creo que cada uno tiene lo que le toca: si lo aceptamos porque lo comprendemos, esa es la mayor riqueza.

 

 

 

1563. Como continuación en referencia a tu entrevista en el diario…, de ayer, ante la respuesta a la pregunta: ‘Qué opina del burkini?’

Creo que, en la actualidad, y ante el estado de cosas que suceden, no es adecuado para nadie provocar. ¿Cuándo provocamos a los demás? Cuando los irritamos, porque los ofendemos, les hacemos un mal, daño. Hay momentos en la vida, en que todo se complica muchísimo, y entonces hay que ser muy prudente y no provocar, causar escándalo.

Si en Francia, tu país, se instala el desorden, la anarquía, el caos, la violencia, los asesinatos, las matanzas, y el gobierno quiere acabar con eso: y decide que a partir de las diez de la noche hay toque de queda. ¿por qué tú deberías desobedecer? ¿Y si lo haces, y te detienen protestar? Eso sería de ser un estúpido, aunque invocases tu libertad -si es que aprecias tu otra libertad de no estar detenido, en prisión, con todos los problemas, lo desagradable, todo el sufrimiento y el dolor que ello genera-.

Tan estúpidos son los que quieren sancionar, como los que sancionan; pero a veces, cuando hay uno que se impone por la fuerza de los hechos, e intenta poner orden para que la crueldad, la violencia, las matanzas, la anarquía y el caos desparezca, es preciso tomar decisiones, mediante la ley o no, que si uno las quebranta se expone a sus consecuencias: los partidarios del orden en su totalidad se ponen en su contra de todas las maneras.

Por eso, esa actitud de desobediencia va a generar escándalo -provocación, ofensa, desprecio-, infortunio, sufrimiento para todos.