Cómo vamos a solucionar los problemas, si el principal problema es que vivimos en confusión; no nos aguantamos, vamos de aquí para allá; necesitamos tanto para seguir, que nuestro trabajo se basa exclusivamente en aportarnos lo que necesita nuestra absurda manera de vivir. Primero que nada, tiene que ser el darse cuenta. Si solamente se da cuenta de lo que le interesa, que es lo que hacemos, entonces seguiremos rascando, arañando, en la superficie de los problemas.
Pero alguien podría decir: ¿Pero, es qué yo no veo más problemas, que no sean mi empleo, mi imagen corporal y social, y poco más? Entonces, si usted quiere seguir así, de acuerdo. Y ahí, se acabó todo; porque no le interesa, descubrir, avanzar. Pero, los que si queremos ver qué podemos hacer, para que esta manera de vivir del más y más, no sea lo que nos dirija. Vemos, que es necesario un cambio en la conciencia personal, de cada cual, en que afecte a todo el resto de la humanidad.
Se hizo un experimento en una parte del mundo, donde pusieron un laberinto, y al final había comida que unas ratas tenían que llegar para comérsela. Y había en la parte opuesta, otro lugar donde también habían puesto otro laberinto, con comida al final. Las primeras ratas, que descubrieron más rápidamente la vía para llegar a la comida, iban transmitiéndolo a las que estaban en la otra parte del mundo. Así, también, funcionamos las personas: todo y todos estamos conectados, interrelacionados. Por eso, cuando se habla mal de alguien, eso está afectado a la persona. Cuando tienes malos pensamientos contra alguien, lo estás matando. Y todo esto que estamos investigando, es lo que nos desagrada, nos molesta, porque nos perturba. A ti, ¿te interesa todo esto?
Pues sigamos, ¿qué he de hacer para tener una mente incisiva, capaz de inquirir profundamente, que sea capaz de en un instante ver todo el vasto panorama de un problema? Porque si solucionamos totalmente un problema, con el mismo paradigma se solucionan todos los demás. Pero, para tener una mente así, tan sensible, tan ágil y despierta, uno tiene que morir a lo viejo; tiene que cambiar su manera de vivir, tan insana y desordenada. No pienses que te voy a decir y especificar lo que tienes que hacer; porque eso, no tendría sentido porque dependerías de mí; y no serías libre. El mismo orden que llegue a ti, te dirá, te hará ver, qué es lo que tienes que rechazar y descartar.
Creemos que todo es muy complicado y se necesitan grandes palabras, charlas e información abundante, para poder descartar lo negativo, lo viejo y repetitivo. Hay quienes van a lugares distantes, con su incomodidad para llegar, que lleva su tiempo, con tal de que le digan qué tiene que hacer, cómo tiene que actuar, para llegar a esto o aquello. Pero, no nos damos cuenta que el observador, es lo observado. Y esa persona, en la que hemos puesto nuestra atención, devoción, nuestra energía, es igual que tú, que todos. Tiene conflictos, tiene el deseo de progresar, de ser más que otro, tiene sus miedos e inquietudes. Entonces, ¿dónde está la diferencia? No la hay. La generas tú; pues, es una ilusión. Y esa persona, a la que te entregas, como vive, cómo hemos dicho, en la confusión, te acepta para él sentirse realizado, enorgullecido, etcétera. Lo malo no es que reconozcamos que todos somos así; lo desgraciadamente malo, es que hay unos que dicen que ellos no son así. Porque si lo reconocemos, nos damos cuenta, podemos ir más allá; porque sabemos, qué es lo que tenemos entre manos. ¿Vemos ahora, cómo estamos solos? Como es preciso estar solos, porque si queremos inventar la no-soledad, nos dividiremos de lo que es: la soledad; el estar solo. Nadie en el ámbito interno, psicológico, espiritual, nos puede ayudar. Porque, el que dice que sabe, es que no sabe. Porque, como todo es infinito, nosotros no podemos saber todo; por tanto, no sabemos nada. Porque lo nuevo, sale de la nada, no ha estado manoseado por nuestras astutas mentes; porque, está más allá de nuestro pensamiento que siempre es viejo y repetitivo. Nuestro pensamiento, es su memoria. Y la memoria, es todo lo que el hombre ha vivido desde hace un millón de años. Nuestra memoria, es la herencia animal; es nuestro condicionamiento como animal. Y ahí estamos. ¿Te interesa todo esto? Pues, estate atento y observa lo nuevo.