Torni Segarra

Seleccionar página
 

Lo que más sorprende de los ordenadores, es lo complicados y difíciles que son. Cuando uno entra en un ordenador, se presentan las diferentes ofertas como si todo estuviera listo para funcionar como nosotros queremos, pero como casi siempre ocurre, en todas las cosas, no es así. El ordenador, no sabe, ni puede, decir sí; ni tampoco no. El ser humano, aunque también estamos programados, sí que podemos decir sí o no. Nos  puede costar muy caro, ir más allá del condicionamiento: la vida, la existencia. En algunas guerras pasadas, y tal vez en la actualidad, algunas personas que eran obligadas a luchar y a empuñar un  arma, se negaban a ello. Y eran fusilados. Los ordenadores, si no fuera por una avería, un error, nunca dirán que no; es decir, ante una orden siempre dirán que sí. Por eso, los ordenadores, si se pusieran a dirigirlo todo, la vida, lo que tenemos que hacer, etcétera, tal vez, estaríamos en grave peligro de desaparecer. Desafortunadamente, hay personas que actúan como máquinas, ordenadores, también. Todos los seres humanos, hemos tenido, y tenemos, alguna vez comportamientos mecánicos. Pero siempre tenemos la oportunidad, la eventualidad, de ir más allá del comportamiento  mecánico. Es decir, el ser humano, nosotros podemos ir más allá de nuestro condicionamiento, descartándolo. Y entonces, hay una oportunidad para que todo cambie y podamos vivir en paz.