Torni Segarra

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OK. De acuerdo. Gracias por contestar.

 

Yo no necesito más. Solamente lo hemos aclarado. Soy consciente, lo sé que si te adentras se puede todo salirse de madre. Y, no es adecuado provocar problemas, a los que yo no le doy ninguna importancia.

 

Es otra invención, una alucinación. Hay personas que hablan mentalmente con otras personas, pero cuando se ven con una de ellas no sabe nada. Es decir, si tú hablas mentalmente conmigo, puedes hacerlo cuando quieras y el tiempo que quieras, pero yo no me enteraré. Es preciso, que llegue algo de ti a mí, pero muy poco, tanto como si te viera cara a cara por la calle, tuviera la sensación de que puede que haya algo en ti que me dice algo que no sé explicar. Solamente, es eso. El que lo practica, está alucinando.

 

Porque, es muy fina la línea que nos divide de ser víctima y pasar a ser verdugo y al revés. Nosotros, todos, participamos de la misma mente. Por eso, el observador, es lo observado. Es decir, yo soy, exactamente igual, que el que me está leyendo. Por tanto, todo lo más malvado, como lo más santo está dentro de nosotros. Cuando alguien lo desarrolla, es cuando llega la explosión.

 

Entonces, ¿para qué nos informas e instruyes?

 

Pero, Dios es la libertad total, y tú lo planteas como un dictador.

 

Porqué, Marcia, quieres juzgar un hecho que todavía no se nos ha presentado. Si viniera la ocasión para decidir, en ese momento no sé lo que haría, pues saber lo que pasará en el futuro es una quimera.

 

Escucha, Jorge, si vas por la calle y ves que un coche extranjero va a entrar por una calle que es dirección prohibida, ¿qué harás?

 

Cuando he dicho dictadura de Dios, me refería a la fatalidad de tener que envejecer, enfermar, morir, hacer lo que no queremos.

 

Pero, para qué dar tanta importancia a Dios, porque él es el infinito. Y el infinito no tiene explicación.

 

Si tú ya sabes lo que tienes que hacer dentro de un minuto, te estás coartando tu libertad. Porque, no ves que todo cambia, todo está en movimiento. Lo nuevo y no tocada por la astuta mente, no podemos saber lo que será. Y, lo nuevo, es el amor y la dicha, lo sagrado. Pero, por qué no puedes comprender que el devenir es inescrutable, es el gozo del enigma, de la nada. Y, tú por qué no quieres gozar de eso.

 

Ya no estás ateniéndote a los hechos. Y, quieres los no-hechos.

 

La nada, es el vacío donde se genera la inteligencia y la sabiduría.

 

Disculpa, Marcia, no tengo más tiempo para poder continuar. Si quieres, mañana continuamos.

 

La nada, Marcia, quiere decir que si tú no estás en el vacío, en la nada, ni el amor, ni la inteligencia puede llegar. No te das cuenta que cuando tienes ese vacío, no te enredas con nadie ni hay