1. Para Tania Estapé Madinabeitia, doctora en Psicología, psicóloga clínica y psicooncóloga de la Fundación FEFOC.
He leído tu escrito-columna, ‘La dura soledad del familiar’, en el diario…, 28/4/2013.
Gracias por las informaciones y comentarios.
Me ha llamado la atención que al entrar en vuestra página web, he leído, ‘Fundación contra el cáncer’. Y estar contra algo, es no entenderlo y entrar en lucha contra eso que no entendemos. Eso es lo mismo, que sucede en la sociedad: cuando hay algo que no encaja, hay que ir contra ello, entrar en conflicto, en lucha para vencerlo, estar siempre contra ello. Y así los problemas no se resuelven. Problemas de delincuencia, de pobreza y miseria, de injusticia, agravios y malos tratos. Lo que nos aboca a la crueldad, la violencia, a la guerra.
¿Qué es el cáncer sino una guerra dentro del cuerpo, una desarmonía y desorden? El cuerpo y la mente están interrelacionados y uno afecta al otro. El cáncer es como una herida que no cicatriza, no se cura. Y esa herida va expandiéndose en extensión, complicándolo todo, implicando a todo el cuerpo. Es decir, es como en una guerra que uno de los bandos va derrotando a otro.
Y como en toda guerra, se puede vencer, perder, o hacer las paces, y ninguno ganar, y por tanto, ninguno perder definitivamente. Así que, el cáncer, cualquier enfermedad, es como una guerra. Es verdad que hemos de morir, pero estamos hablando de morir abruptamente por una enfermedad, que no es lo mismo que morir por la edad, cuando se tienen muchos años y uno es viejo, débil, y ya está al final de la meta.
Por tanto, ¿podemos ver qué nuestra manera de vivir puede provocar y generar que el cuerpo enferme -eso es tan evidente como darse cuenta que el SIDA, es la consecuencia de una manera de vivir desordenada-? Así que, el orden sería la mejor prevención, y medicina, para las enfermedades.
Y ese desorden, como todo desorden, va a afectar a todas las personas. Primero, las que tienen un contacto directo con el enfermo, los servicios sociales, etc.
Pero, ese mismo desorden que ha provocado la enfermedad, y que uno tiene que darse cuenta de él, para ver qué se puede hacer para descartarlo. También el cuidador de un enfermo, tiene que tener su orden. Y, ¿el orden puede florecer cuándo hay esfuerzo, con su brutalidad y su crueldad? El esfuerzo, es el resultado de la desatención, del desorden, de la confusión. ¿Podemos forzar a alguien para que nos quieran, para que nos acompañen a un sitio? ¿Dónde hay esfuerzo, puede haber amor? Creerse el único que sea capaz de atender y resolver un problema -en este caso cuidar un enfermo-, es vanidad, soberbia, avaricia, por lo que va a generar desorden.
La solución de un problema positivamente no lo sabemos. Pero, si que sabemos que descartando los aspectos negativos de un problema, lo que quede, o lo que llegue, va a ser lo positivo. Y lo positivo es el orden, que no es ni de uno ni de otro, ni de nadie, sino que es lo que es, la realidad.
2. Siempre que llegan cambios hay algunos, que como mercaderes de las palabras, de las ideas y teorías, inventan catástrofes, revoluciones y guerras, etc. Que pueden llegar o no. Pero, todo eso desde que el hombre bajo de los árboles y empezó a caminar, está sucediendo sin parar.
Porque, el mismo problema tenemos ahora que hace medio millón de años: hemos de convivir con el ‘yo’, divisivo y conflictivo. Y ese es realmente el problema: ver cómo se genera ese ‘yo’, comprenderlo. Y comprender el ‘yo’, es comprender el pensamiento que es su inventor. Todo lo demás, si vemos realmente lo que sucede, llegará. Sólo hay que estar atentos a todo cuanto sucede, pues es la atención la que genera la unión con lo que vemos o hacemos. Y si hay unión, no división ni conflicto, el orden y el amor están ahí.
3. Pero, cuando llegamos al abismo, si somos afortunados, ya sabemos dónde está. Cómo hemos llegado, cuáles son las consecuencias, etc. Y entonces, esa visión es de uno, de primera mano, sabiendo qué hay que hacer al respecto.
4. La paloma come por instinto, lo hace para sobrevivir. Eso quiere decir que el cuerpo tiene su propia inteligencia. Sin necesidad de leer libros ni escuchar lo que dicen los demás.
5. Uno en el fondo de su ser busca la seguridad. Y la armonía fácil, es con lo que más nos gusta y satisface. Por eso, para conocernos tal cual somos hemos de descartar la rutina cotidiana familiar, etc., emprender un viaje a lo desconocido. Aunque eso tampoco es garantía de armonía, porque la mente tiene la capacidad de amoldarse a otra rutina donde se embota y se hace torpe. Por lo que, uno siempre ha de estar muriendo a lo viejo y repetitivo.
6. Mientras no comprendamos el miedo, uno no puede ser vulnerable. Pues, el miedo ha sido, y es, el motor que ha hecho posible este mundo en el que vivimos, esta sociedad tan completamente corrupta e inmoral. Por eso, el miedo es corrupción, es alterar la realidad por un beneficio propio, egoísta.
7. La balsa es el cuerpo, está fracción de tiempo que es lo que son nuestras existencias. Así que, uno sabe que está condenado a tener que dejar la balsa. Eso es bastante fácil de comprender. Lo difícil es vivir todo ese proceso: la degeneración física, la degradación moral, la vejez, la enfermedad, que se tiene que vivir entre personas sanas, jóvenes, que no tienen nada que ver con esa situación propia de un proceso personal, que nos conduce a tener que dejar el cuerpo -la balsa- definitivamente.
8. Para Amin Sheikh, niño superviviente de las calles de Bombay. Entrevistado en…, de hoy.
He leído tu entrevista.
Gracias por las informaciones y comentarios.
Eso que dices al final de la entrevista: Que quieres fundar un café librería en Bombay y ‘vendrán niños y ahí nadie les pegará, podrán leer y estar tranquilos, como yo hubiera querido estar’.
Creo que todavía no has captado ni entendido a las personas. Cualquier persona, es decir todas –incluida tú-, según el reto que le llegue actúa de una manera diferente. Entonces, aunque has sufrido palizas y malos tratos de tu madre, de tu padrastro, de todos los que te pegaron cuando eras niño, tú también puedes convertirte en un maltratador, agresivo, cruel y violento. Si te haces alguien que va detrás del éxito, del dinero, que quiere triunfar, y te enredas quedando atrapado en esa dinámica, todos los que no hagan lo que tú quieres, y se conviertan en un obstáculo, en un impedimento, para que puedas conquistar lo que te has propuesto, también los maltratarás, los golpearás, les robarás.
La única manera de no hacerse brutal y cruel, es siendo honesto, no corrupto.