Torni Segarra

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Por eso, había advertido diciendo: ‘Para los que creen en dios’.
 
Joan. La conciencia es su contenido. Es decir, todo lo grabado por la memoria. Entonces, el pensamiento –el ‘yo’- se apoya en esa memoria para operar. Por lo que se divide. Porque al copiar lo que ya ha sido, se fragmenta y divide del presente, del ahora, que nada tiene que ver con el posado. Y mientras haya división, habrá conflicto, y todo seguirá como ahora: las agresiones, la corrupción, el hambre que mata millones de personas, mientras otras destruyen la comida sin darle ningún valor. Y por supuesto, ahí no se puede ver la belleza de un pájaro, ni el gozar de una tarde cuando baja el sol.
 
Primero que nada, Alfredo, uno ha de tener orden, que es el fin de la confusión. Orden dentro de él, ateniendo a lo que es, a lo real, la realidad nos guste o no.
Sin dolor, sin sentir dolor, no podríamos vivir pues la vida sería inviable: los que les gusta la comida siempre estarían comiendo; los que les gusta el sexo, siempre estarían en la cama. O sea, que el motor de la vida es el dolor, que a la vez es amor. Porque el dolor llega para que podamos transcender eso a lo que nos hemos aferrado, enganchado, o sea que es una herramienta de liberación.
 
No, no, Fernando, lo encauzas erróneamente. Uno es todo. Parte desde ahí. Y luego se separa de ese todo. Y verás como todo cambia. Y todo es más sencillo.
 
Es que no puedes huir de quien eres. Atente a quién eres.
 
El todo es el que está dividido y el que no lo está, el bien y el mal.
 
El ego es la expresión latina que significa y es lo mismo que el ‘yo’. Cuando uno se identifica con su apellido, su familia, su religión, o su idea o teoría espiritual, o psicológica, es cuando se crea el ‘yo’ -el ego-. Igual cuando uno es nacionalista, es feminista, comunista, fascista, etc., en el momento que haya identificación -con el cuerpo también- ahí está el ‘yo’, el ego. Y el ‘yo’, siempre es divisivo. Porque el ‘yo’, es el invento del pensamiento. Y el pensamiento es el depósito de la memoria del millón de años pasados. Y la memoria, el pensamiento y el ‘yo’, todo es divisivo. Por tanto, mientras no se comprenda esta estructura, no habrá manera de poder ir más allá de la división y todo lo que genera: conflicto, insensibilidad, hambre y sus muertes, enfrentamientos, violencia y la guerra con toda la crueldad y su horror.
Es decir, cuando estamos divididos ya estamos dentro del ámbito de la guerra y sus bombas que destruyen todo donde caen. Por eso, es la división el problema y cómo ir más allá de ella es trabajar por la solución del fin de la indolencia e insensibilidad de ver morir en el a miseria millones de personas, cuando nosotros destruimos la comida y todos los bienes sin ningún sentimiento de compasión, por los que mueren, ya sea violentamente en las guerras o por miseria y hambre. Y todo eso, los que lo sufren, como no lo quieren sufrir ya están viendo la manera de asaltar a los que tienen y les sobra de todo para no morir de miseria y hambre. Por lo que todo es un círculo cerrado e acción y reacción sin solución.
¿Qué haremos, después de ver todo esto de que la división, que origina la identificación, el pensamiento, el ego –el ‘yo’-, son los causantes de tanto desorden y caos, de tanta crueldad u miseria? Solamente hay que ver. Si somos afortunados y vemos todo esto como un veneno que es, un peligro ante nosotros, esa misma visión genera una acción, que es orden, compasión y amor.
 
"La humanidad es una creencia sin un creyente, nos hemos mantenido tan apresurados en el afán insensato de labrarse una vida para sí mismo, tan ocupados limpiando el sudor de su rostro, tan completamente en la ignorancia en cuanto a la naturaleza y el significado de la riqueza o de los suministros, que no tenemos tiempo para la paz, ni la menor idea de la felicidad".
Y, ¿qué nos hará cambiar? Lo han intentado las religiones y todas han fallado, lo han intentado las diferentes ideas sociales, tanto las capitalistas como las socialistas y comunistas, las diferentes técnicas psicológicas conductistas, etc., y todo ha fallado. Porque, no han atendido ni visto que la raíz de todo el problema está en la división y la fragmentación interna que todos tenemos. Que al exteriorizarse, al salir hacia fueran y plasmarse en cada acto de la vida cotidiana, genera la insensibilidad y la indolencia, genera confusión y el desorden.
Por tanto, uno está solo ante el reto que es su vida. Y uno solo es el qué tiene que descubrir cómo vivir para que esa división no prosiga creando los nacionalismos, las razas, las ideas religiosas y políticas, o de otra manera. Y todo ello nos hace que vivamos enfrentados, de espaldas entre nosotros, sin sensibilidad ni compasión ni amor.
Por tanto, uno tiene que ver cómo se genera la división interna, o lo que es lo mismo, cómo funciona nuestro pensamiento. Pues él es el responsable de la manera de vivir con su injusticia, su hambre, sus guerras que asesinan en masa. Y  este es nuestro problema, nuestras guerras, nuestras víctimas que se mueren de hambre, por no saber vivir de manera para que esto no sea generado ni provocado, por nuestra manera inmoral y corrupta de gestionar nuestras existencias, nuestra manera de vivir.
 
“Para que haya comprensión profunda debe eliminarse lo conocido, pero lo desconocido jamás debe aprehenderse con la mente, con el intelecto. Lo desconocido es silencio. El pensamiento es una objetivación del silencio”.
Si decimos que el silencio es lo desconocido, eso no tiene sentido porque lo desconocido no podemos saber los que es. Así que, cualquier cosa que se diga con respecto a lo que es lo desconocido deja de serlo. Lo nuevo, que es lo desconocido, no sabemos lo que es, porque la mente no lo ha tocado ni oteado ni visto. Porque lo nuevo, surge del vacío, de la nada.
 
"No puedo ver lo perfecto de Cristo en ti hasta que no vea el perfecto de Cristo en mí. No puedo ver el perfecta de Cristo en mí hasta que yo vea el Cristo perfecto en ti".
Esto es así porque todas la mentes están unidas y todas se condicionan unas a otras. Por tanto, no puede haber un solo liberado totalmente, lo han de estar todos a la vez. Porque ese uno que no estuviera, afectaría a toda la conciencia humana, es decir a todas las mentes, negativamente con sus conflictos, su división, y toda la desdicha que generan.
 
El que tú digas, Fernando, que existen fantasmas, etc., no quiere decir que sea lo verdaderamente real, en el sentido de beneficiarnos. La guerra también existe, y ha existido siempre, toda la vida, sin embargo también es un invento mental, debido al egoísmo -persecución de la vanidad y el placer-, que es ignorancia y es miedo.
El peligro de la mente es que puede inventar, crear, oír o ver, lo que ella quiere o le interesa. Que es como vivimos, nos interesa el egoísmo, porque somos insensibles e indolentes, luego hago la guerra para proseguir siendo egoísta, para intentar obtener lo que quiero y lo que he convertido en una necesidad. ¿Qué motivos tienes para interesarte y sentirte atraído por lo oculto, los fantasmas, etc.?