La realidad es lo que es, tanto física como psicológicamente. Y todo lo que quede después de ver si se puede ir más allá de ello. Porque decir que todo es una ilusión, nos lleva al desastre, pues desatenderíamos a nuestro cuerpo y destrozaríamos a los demás. Que es lo que está pasando, si es que lo podemos ver, con su absoluta insensibilidad e indolencia.
“¿Qué fue primero: el huevo o la gallina”.
Todo lo que existe depende de algo que lo precedió. La pregunta es, ¿cómo se generó la energía, la primera energía, la primera de la primera, etc.?
Puede que te hayas confundido o no has sabido interpretar lo que te he dicho.
Lo repito: mientras dependas de esos personajes que dices que son tan buenos, santos, etc., serán para ti como unas muletas que te atraparán. Y serás como una discapacitada mental, dependiente de lo que digan los demás.
Lo importante es lo que tú ves por tu propia cuenta. Y no ser una repetidora de los demás, ya sea que vivieron hace miles de años o lo que te dijeran ayer alguien que dice que sabe.
Ah, Älec, eso lo tienes que descubrir tú. ¿Qué importa lo que yo diga, pues podría estar equivocado, o lo que diga otro que tiene más cartel que yo? En realidad, todo lo que uno puede saber, los otros también lo pueden. Solamente te tienes que conocer tú, cómo funcionas, de qué manera opera el pensamiento y verás tal cual soy yo: como tú, como todos.
Vikram y Simona, la concentración no soluciona el problema, lo hace continuar. Porque la concentración es división. Ya que, donde hay un centro con el que me concentro se crea una periferia.
Todo eso es un escape de la realidad, Simona. Lo importante es la relación que tienes con tu marido, si lo torturas psicológicamente o de otra manera, lo qué haces con tu dinero, lo qué haces con tus propiedades, lo que haces con los inmigrantes, los del pelo y la piel oscura o negra. La actitud que tienes cuando tu gobierno, el del país donde vives, lanza bombas y proyectiles para asesinar y dominar la mayor parte del mundo, para sacar beneficios para poder seguir viviendo derrochando de todo, mientras otros se mueren de hambre.
Ahora tú, vienes cándida, y me hablas del amor divino, de que todo es maravilloso con esa divinidad. Y, todo eso ¿qué sentido le darías tú si te estuvieras muriendo de hambre, o te destrozaran tu casa, o apartamento con una bomba o proyectil, y te mataran a tu hijo o a tu marido?
Eso que has dicho, es un prejuicio, una especie de racismo. Siento decírtelo de esta manera, María Lucía. Hay ciertas personas que no pueden o no saben expresarse ante otras lo que sienten dentro de ellos. Pero, no dudemos, de que ellos sienten lo mismo que nosotros.
La búsqueda de la verdad es lo más peligroso que podemos acometer, porque, hay que deshacerse de todo lo que uno tiene, tanto psicológica como materialmente. Y el vacío que llega, como consecuencia, es algo que puede espantar al más valiente e intrépido.
Si decimos: ‘Que Pepito y Antoñito son entes ilusorios’. Habrá que añadir, al igual que nosotros todos somos esos mismos entes ilusorios también.
El problema, está en creerse diferente, una élite, un grupo superior a otro -como una especie de nacionalismo-, ya sea porque somos más graciosos y desinhibidos, unos elegidos de quién sabe quién. Y eso todo es fruto del ‘yo’. Porque cuando el ‘yo’ no opera, entonces no somos nada: ni sabios ni no sabios, ni mujer ni hombre, ni creyente o no creyente.
Sería interesante, ¿qué contestarías si no tuvieras trabajo y vivieras miserablemente? O, si estuvieras abocado a vivir en un país explotado por los países ricos, donde tus hijos y tú estáis desnutridos, enfermos, y la muerte está a la puerta para entrar y mataros. Estando los ricos y descarados, destruyendo de todo, con fiestas y bacanales, sus distracciones y tonterías. Y encima se presentaran como los mejores, los que entienden el mundo y el universo, invocando a dios, a la divinidad, diciendo que ellos son ‘El Yo inmaculado y supremos’.
¿Cuánto dinero tienes de tus cuentas corrientes? ¿Cuántas casas tienes, coches, etc.? ¿Compartes todo eso que te sobra con los que lo necesitan, los menos afortunados? Es ahí donde tenemos que ir y dejarnos de bobadas esotéricas, de paraísos orientales, de quimeras supersticiosas, que todo es una falsa religiosidad.
Pero, si tú no dices nada, tus hechos sí que lo dicen. Por tanto, estás haciendo como yo, que sí que lo digo e informo.
¿Por qué tenemos tanto miedo a la verdad, a la realidad? El que teme algo que perder no quiere la revolución psicológica. ¿Estamos de acuerdo, Venugopalan Kb?
“¿Se podría definir a la Conciencia cómo el sustrato primario de todas las cosas? ¿Si fuese así, cómo se podría definir ese concepto de Conciencia?”!
La conciencia es. No es ningún concepto Es un hecho. Que no tiene explicación alguna. Es el pálpito para todos los animales, para todo lo que tiene vida. Aunque cada especie tiene su nivel de conciencia.
Estoy básicamente de acuerdo contigo, Venugopalan Kb. El miedo sin lugar a dudas es el que causa toda lo horrible que tiene la vida. Por eso, el miedo es ignorancia. El miedo tiene muchas formas y maneras, pero la principal es la inseguridad tanto física, como psicológica.
Y entonces, esa seguridad que creemos que nos falta es lo que nos nutre de energía. Y por eso, esta sociedad y el mundo donde vivimos ha sido conformado por esa energía del miedo. Por lo que hace falta otra manera de vivir, en que el miedo no sea el motor que nos mueva. Ahí están todos los problemas nacionalistas, los religiosos, los políticos, los problemas de la mujer y el hombre siempre enfrentados. ¿Quiere uno seguir viviendo con esa división, que genera el miedo, los enfrentamientos, que nos lleva al conflicto y la guerra?
Para comprender algo hay que acercarse a eso que no sabemos lo que es, sin huir, sin querer cambiarlo, solamente observarlo con todo el tiempo. Y si eso es así, que uno observa el miedo, sin tener miedo, éste le cuenta su historia, su secreto. ¿Podemos hacerlo realidad? ¿Podemos informarlo, hablarlo como lo estamos haciendo ahora, sin ningún miedo a los que dicen que saben, a los gurús, a los swamis, a los llamados santos, sin miedo a lo que nos diga el vecino o el familiar, el amigo?