Torni Segarra

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Por ahí van los tiros, para que una persona extraordinaria en el ámbito espiritual, del humanismo, etc., se haga realidad, han de pedirla muchos millones de personas, durante mucho tiempo. Es decir, ha de haber una necesidad de esa persona.
 
Hola Samiak.
La confianza es la base de loa amista. Tú me la has ofrecido y yo también te ofrezco la mía.
Gracias por todo.
 
Ser libre no es decirlo, desearlo. Ser libre, es darse cuenta de la esclavitud de toda dependencia, de toda autoridad del que dice que sabe, Porque como nadie sabe nada –todo-, la dependencia es como dejarse guiar por un ciego.
Cuando uno ve la imposibilidad de la ayuda externa, en el ámbito espiritual, psicológico, es entonces cuando uno es libre.
 
La vida es gratitud. Si pierdo un dedo de la mano, gracias porque aún me quedan nueve. Si pierdo un amigo, aún me quedan. Si pierdo algo material, aún queda todo el resto. Y si pierdo la vida, gracias por haberla vivido y liberarme de la existencia.
 
Las drogas son muy rápidas, pero muy peligrosas. Y el mismo deseo de experiencias extraordinarias, ya sea en el ámbito espiritual, el sensitivo, psicológico, ya está determinando el resultado. Pues el deseo genera confusión y desorden. Y la confusión y el desorden generado por las drogas es el infierno.
 
La vida funciona para construir y destruir. Por tanto, es una combinación de ambas circunstancias, como la vida y la muerte. Por tanto, si no hay destrucción no puede haber construcción, si no hay muerte no puede haber vida. Verlo, comprenderlo y vivirlo, sin amargarnos ni volvernos neuróticos, es la sabiduría.
 
Ese es el inicio de algo maravilloso para no comer ni matar animales. Pero hay muchos problemas, que esa decisión conlleva. Porque están los insectos, que pueden devorar una cosecha, la comida que crece en el campo. Los pájaros que también se comen el trigo o el arroz, el maíz, etc., todo lo tierno, mientras está creciendo. Están las fieras que viven en las selvas y se desplazan a los lugares donde habitamos y vivimos.
Cuando deseamos algo, uno tiene que ver todo ese proceso del deseo desde donde nace hasta que concluye. Entonces nos damos cuenta realmente de lo que tenemos entre manos
 
Abraham. Eso es verdad, es la realidad. Porque todos participamos de este drama de la vida. Y nadie se escapa, el que se presenta como alguien extraordinario que dice que está al margen, es porque es un ignorante, un farsante, un charlatán. Y él sabrá por qué lo hace –si por vanidad, por dinero, por entretenimiento, distracción-. Por eso, es tan importante comprender que el observador es lo observado: yo el que observa es lo mismo que tú, lo observado.
 
Desafortunadamente, como esa persona hay un montón. Parecen normales, educados, los halagan, los premian, pero son asesinos en masa. Tienen sus escusas y sus motivos para justificar lo que han hecho, que los otros comparten con ellos. Pero, lo que realmente los marca es que lo mientan, lo falseen y lo nieguen.
Y por supuesto, si no fuera con el consentimiento de la prensa, televisión, etc., y de los que realmente mandan, no podrían hacer las matanzas en masa, que son las guerras. Ellos son un peón, como un vulgar y corriente soldado, al servicio del poder, del establishment, que es el que acepta o rechaza lo que se hace por atroz y cruel que sea. Ahora mismo, también está sucediendo de la misma manera. Y así dentro de un tiempo, unos años, alguien lo airea e informa de ello. Si es que el establishment lo consiente. Porque, si el poder no quiere que se airee e informe, tiene recursos para que así lo sea.
 
Hay un problema que no cuadra: si son tan ladrones y se quieren ir, ¿por qué es que no los dejan, les impiden que se independicen y sean libres de esa relación que ambos dicen que torturadora?
Eso es como en una pareja, que uno se quiere liberar e independizar de esa relación, ¿por qué impedirlo, eso es brutalidad, crueldad, autoritarismo, tiranía, no? ¿Quién tiene la autoridad moral de impedir algo que otro quiere para ser libre? Es como cuando las mujeres querían ir en bicicleta, llevar pantalones, usar minifalda, y unos carcas no querían porque tenían miedo a la libertad y a perder sus privilegios y beneficios. Entonces, ¿de qué estamos hablando, de celos, de odio, de ira y maldad, de justicia, de poner orden, porque unos están a favor y otros no?
 
No quieras escapar, Abraham. Pues, no hay escape posible aunque invoquemos a dios, los santos, las mil maravillas de la meditación, la oración, nuestros buenos actos y obras, el haber encontrado la satisfacción momentánea, etc. La vida es un drama, y si no quieres decir un drama, di una situación, como si fuera una obra de teatro o novela. Pero, todo lo que digamos va estar condicionado a nuestra existencia, que es nuestra vida. Y, ¿qué es nuestra vida? ¿No es drama y algunas situaciones de alegría? Es decir, si alguien te invitó a comer y te preparó varios platos, te dijo que todos eran sabrosos y saludables, pero el último está mal preparado y te sienta mal, con dolores de estómago y te enferma, ¿qué sentido y valor tiene esa comida? ¿Entiendes? El que te prepara la comida lo pasa mal, porque él ha sido el que ha provocado tu mala situación y tú también lo pasas mal. Dicho esto, ¿todo es algo que siempre sale mal, la vida es algo que genera dolor? Sí, ahí tampoco hay salida: la vida es dolor y sufrimiento.
Pero, ahí no acaba todo. ¿Podemos estar más allá de este sufrimiento y dolor que es la vida? ¿Podemos vivir sin que nos afecten los sucesos negativos, las pérdidas, el estado del cuerpo, la vejez, la enfermedad, sin que nos afecte nada, vivir con ello sin huir, sino solamente viviéndolo, e ir más allá de todo eso?
 
Por eso, los retos hay que encararlos negativamente, con la actitud de ‘no sé’. Pues, de esa manera negativa de afrontar los retos, el ‘yo’ no puede operar.
 
Para que alguien se cure de una enfermedad, necesita una terapia multidisciplinar. Y una gracia que nosotros las personas no podemos manejar. Pues, todo el que está vivo, sigue viviendo, es un capricho de la vida, pues millones se mueren de todas las edades a cada instante.