Torni Segarra

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Una persona correcta, no quiere celos ni los provoca, porque sabe eso el veneno que es y lo que provoca.
 
Cada cual que haga lo que tenga que hacer. Si hace algo negativo, verá los resultados y ya sabrá, sin que nadie le diga nada, que es lo negativo y sus malos resultados. Esa es la única manera por la que podemos realmente aprender.
 
¿Es posible no dejar irse a alguien, si él lo quiere, y tener amor? El amor no hiere nada, no reclama nada, se contenta con lo que hay- Porque el amor es la inteligencia operando.                                         
 
Hay un problema con los seguidores de un gurú, maestro, etc., y es que se creen que él no tiene los mismos resortes psicológicos que todos tenemos. Por tanto, todos padecemos dolor, alegría, engaños, miedo. Ahora bien, cada uno lo siente a una intensidad, pero ese paradigma de la igualdad psicológica, mental, es común para todos.
Entonces, cuando decimos, Greg, tiene la capacidad de enrollarse con las personas, es extraordinario. Aunque eso pueda ser cierto, eso también lo es cierto para los demás en un nivel diferente. Por lo que poner el énfasis en una persona solo, es una superficialidad.
 
Cuando alguien se muere, se suele decir que era una buena persona. Pero, eso es como una burla, pues sabemos que el muerto ya no puede hacer nada contra nosotros. Porque, si pudiera competir por la vida con nosotros, seguiríamos diciendo que es malvado, egoísta, descarado, cruel, insidioso, manipulador, etc.
 
Cuando ganamos una oposición para un empleo, los que pierden sienten daño. Cuando comemos un pez o un pollo, los que los matan lo hacen por nosotros, nosotros delegamos ese trabajo en ellos. Cuando el ejército o los militares hacen la guerra, nosotros también participamos a través de nuestros impuestos, a través de haberlos elegido en las elecciones. Y en todo conflicto, cuando uno vence y el otro pierde, ahí está el dolor del perdedor. ¿Eso se puede alterar, o es algo que es consustancial con la vida y con nosotros los seres humanos?
 
En última instancia, la felicidad es cosa de uno. Pues, donde uno es feliz, otro se sienta mal. Y al revés donde uno se siente mal, el otro le parece el paraíso. Eso es lo más maravilloso de la vida: que es como si estuviéramos todos locos. Ahora bien, aunque estemos locos no nos podemos destrozar, agredir, robar, violentar, no podemos ser cueles. Porque los otros también lo serán con nosotros.
 
Si somos serios y sinceros, veremos y nos daremos cuenta que la seguridad no existe en absoluto. Nadie nos pude dar seguridad, ni la pareja ni los santos ni los mesías ni los dioses, ni el dinero ni la salud ni la belleza personal si es que la tenemos. Uno es una criatura como las demás, los pájaros, las hormigas, cualquier ser viviente, como todos los demás, y en cualquier momento nos puede suceder algo imprevisto y amargo. Aunque, si uno no espera nada para ser feliz y sentirse seguro, si es afortunado y sensible, eso que todos queremos puede llegar.
 
El diablo una vez fue ángel. Y un ángel antes fue diablo. Y el verdugo y la víctima cambian los papeles a cada instante.
 
Los enemigos más encarnizados de nuestras ideas, son aquellos que no nos comprenden porque nos tienen miedo, ya que les ponemos en peligro todo lo que tienen y son.
 
Cada uno habla y hace, lo que tiene necesidad. Si no tuviéramos necesidad de hablar no lo haríamos.
 
Cuando no hay comunicación, es porque estamos divididos. Y entonces, sí que somos realmente un peligro.
 
La buena comunicación es el arte de vivir. Sin comunicación, hay insensibilidad, crueldad y guerra.
 
La vida no es fácil, hay que estar siempre atentos como si tuviéramos una serpiente de bajo de la cama a la que vigilar.
 
Cada cual es como es, y hace lo que tiene lo que hacer. Todos hacemos lo mismo, pero la ignorancia egoísta piensa que uno es especial, diferente, un privilegiado extraordinario, fuera de serie.
 
Al estar condicionados, todo lo que hacemos -describimos, observamos, narramos- no es lo real. Hay que ver todo el condicionamiento e ir más allá de él, para poder encararse realmente con la realidad de lo que son las cosas, nos gusten o no.
 
Volverse loco por una persona, demuestra lo superficiales que somos y lo perdidos que estamos- Pues, todas las personas hacemos lo mismo: cuando necesitamos algo, vamos a por ello cueste lo que cueste, por lo que no somos de fiar, somos traicioneros, falsos y mentirosos.
 
¿Proyectar en el futuro no es lo que todos hacemos? ¿Y cuál es el resultado? No somos felices y por eso proyectamos, invertimos energía y nuestra vida en el futuro, Pero al trabajar para el futuro desatendemos al presente, porque nos llegan todas las desgracias y amargura al esperar algo que no va a venir. Lo que llega, lo que viene, es lo que queríamos, pero eso no tiene nada de sagrado, no es amor, porque está mancillado por el pasado, por mi deseo que he proyectado durante tanto tiempo, manipulando, etc.
 
La vida es la cadena infinita de sucesos de destrucción, de amor y de construcción. No  podemos ver ni comprender el principio y el fin de esta cadena, que es la vida.