No se trata de intentar hacer. Se trata de actuar. Si tocas un cazo de cocina que quema tu mano al tocarlo, ¿qué sucede, apartas la mano, no? Pero, ahí en ese instante no había nadie que apartaba la mano, ha sido una acción total, donde el ‘yo’, Fernando, no estaba presente. Ahora el reto es: ¿Podemos vivir con esa intensidad, con esa totalidad en el vivir, donde no hay un fragmento que se separe de la totalidad, haciendo que la energía no llega en su máxima expresión posible?
“Nuestros cuerpos son nuestros jardines y nuestra voluntad el jardinero. Tú eres tu jardinero”.
Para llegar ahí donde Shakespeare estaba, uno tiene que estar más allá de la belleza convencional, de la moda de cada momento. Pues, las mujeres gordas, rollizas, eran consideradas bellas –eróticas-, hace cien años. Y ahora es al revés, son las delgadas el objeto del deseo tanto sexual, como comercial, como reclamo publicitario –lo que demuestre la importancia y el interés que generan-.
Lo que más nos enseña, lo que más nos despierta la inteligencia, es tener un contacto directo con el mundo real, con la experiencia directa. Una vez ha visto en primera persona cómo funciona el mundo, es decir cómo funciona el pensamiento, ya no hay secretos ni mentiras que desvelar. Porque, uno ha entrado en el interior del dolor. Y el dolor, es el motor que nos hace que hagamos algo para ir más allá de él.
Ese es el problema, Jahaziel, que el ambiente inconscientemente te afecta tu percepción -el lugar, las personas con quien estés, el condicionamiento cultural-. Cuando uno va a un sitio, o con alguna persona, que transmiten libertad, uno no puede resistirse a experimentar esa libertad.
Lo que realmente está sucediendo, es que la vida es como un río donde todo él es una unidad. Y nos hemos separado de esa unidad, al dividirnos internamente. Por tanto, es a esa división interna a la que hay que comprender. Porque si no nos comprendamos real mente cómo somos, cómo funcionamos, seguiremos divididos generando conflictos, confusión, desorden. Es decir, más violencia y más guerra, más sufrimiento y más dolor.
Gracias, Narayan, por ofrecer esta información tan valiosa.
La mente es como cualquier cosa material, que responde a lo que le llegan, los estímulos o lo que le afecta. De igual manera que el agua clara, si le pones un tinte rojo se enrojece, o la calientas demasiado, quema, o si la viertes se escampa y se dispersa por la superficie del suelo, la mente está sujeta a ese mismo paradigma de la realidad. Si quitas, si vas más allá, de lo que genera y provoca esos efectos, estos efectos desaparecerán. El efecto es generado por algo concreto. Así que si quitamos eso que hace florecer, no es posible que florezca.
No se trata de lo que digamos que experimentamos, dicen los otros, etc., se trata de atenerse a la realidad, que no es la tuya ni la mía, si no lo que es.
Querer transformar el pasado y el presente, cuando estamos en una situación de tensión, no es posible. Porque el futuro no se puede arreglar ahora ni el pasado -que está muerto- tampoco.
Sólo cuando tocamos el fondo, o estamos en la cumbre, con el pico de tensión, que entonces todo cambia. Relajándose la tensión y llegando el confort.
He leído tus opiniones y comentarios en la entrevista que se publicó ayer en el diario…, respecto a los problemas para resolver la crisis económica, qué la provocó, etc. Gracias.
Las proyecciones de cara el futuro tienen poca validez, pues nadie sabe lo que el futuro nos puede deparar. Lo más seguro para los economistas, y vuestros vaticinios, sería que informarais a las autoridades, a los empresarios, a los economistas, a los banqueros, a los que se dedican a la enseñanza -catedráticos, profesores, etc.-, que incidieran, que pusieran toda la energía en educar para que no hayan comportamientos deshonestos. Pues un comportamiento deshonesto, genera desorden, genera indolencia y desinterés ante los problemas, los retos que llegan. Y cada reto, es algo nuevo que hay que entender y responder también de una manera nueva.
Por tanto, si la respuesta a un nuevo reto, ya sea un nuevo mercado, una consolidación de una tendencia que genera beneficios, o una nueva crisis, si uno está libre de indolencia -indiferencia-, tendrá la energía necesaria para afrontar ese nueva situación, inesperada, perturbadora. Porque, es el ser humano y la manera cómo vive, el que determina las crisis y sus soluciones. Por eso, es precisa una nueva manera de vivir en que el egoísmo, la indiferencia, la absoluta falta de honestidad, no sea algo cotidiano y normal. Si no una perversión, algo indigno. Donde ese mismo acto de ver la nocividad de estos comportamientos, generadores de desorden y confusión, sea la acción que nos libere de la indignidad de hacer daño a otros a sabiendas.
La iluminación permanente, ¿eso qué es? ¿Quién dice que se está iluminado o no se está? La vanidad, la ignorancia, es muy atrevida.
¿Quién sabe, Cullen, si tú tienes amor -la iluminación sin amor no puede ser- o no lo tienes? Eso el único que lo sabe eres tú.
Sí que podemos saber lo que es el mido, hablando sobre él con quien sea. Y podemos hacerlo partiendo del miedo, investigándolo, acercándonos a él, mirarlo cara a cara. Y tal vez, veríamos que el miedo es un estado -una ola mental- transitorio, como puede ser la experimentación de placer.
El mismo hecho de rechazar el querer investigar el miedo, ya podemos ver en realidad lo qué el miedo es, el poder que puede tener para bloquear, paralizar, dividirnos.
Precisamente, esta mañana he participado en un diálogo sobre los fantasmas. Y al contestar a alguien que había tenido experiencias con ellos involuntariamente –él dice que es escéptico-, sucedió delante de su familia, uno percibió todo lo que es el miedo, erizándose mis pelos del cuerpo, cargado de esa energía negativa, oscura, de miedo. Y he tenido que descartarlo lo antes posible. Eran las cuatro de la madrugada y el silencio era total y la soledad absoluta. Gracias Gopi.
¿No podemos dialogar, hablar, comunicarnos nuestras intenciones, lo que necesitamos? ¿Por qué queremos destruir al que considero mi enemigo? Si tú, J Eddy, trabajas y un día llega un compañero nuevo, sea quien sea, habrás de relacionarte adecuadamente para poder funcionar también adecuadamente. Puedes decir que es esto o aquello, que es un carca, un facha, un engolado, feo y cretino, pero el hecho es que él está ahí ha llegado para quedarse. ¿Comprendes de qué estamos hablando? Y eso podría también pasarte a ti, cuando vas a un sitio donde hay personas, que rechazan tu aspecto, creen que eres de ideas diferentes a ellos, porque tienen perjuicios y prejuicios. Todos nos molestamos a todos, la vida es así. La diferencia está en que unos saben gestionar los problemas, las situaciones delicadas y comprometidas, y otros no lo saben. Y tienen que recurrir al enfrentamiento, a la contienda, a la violencia. Por eso, se dice si quieres la paz, por qué haces la guerra. Y la guerra está aquí muy cerca, está entre nosotros.