1. Los que tenemos de todo, con respecto a los que no tienen lo mismo que nosotros, son los menos afortunados. Que están en una dinámica de desorden y desgracia. ¿Quiénes les van a ayudar? Primero, ellos mismos se han de ayudar, han de querer ayudarse para salir de esa situación de pobreza y miseria. Y luego, puedan o no puedan salir de esa situación, los que tenemos tantas cosas, intentar ayudarles.
No por tener muchas cosas, dinero, casa, coche, ropa en abundancia, comida, podemos ayudar a los menos afortunados. Porque, aparte de la ayuda precisa para no pasar hambre ni miseria, hemos de vivir de manera para no generar esas situaciones tan desgraciadas.
¿Lo haremos o les daremos una comida, unas monedas, un poco de ropa, pero seguiremos viviendo indiferentes, sin hacer nada en nosotros para que la pobreza de los que no tienen ni casa ni nada, como lo tenemos nosotros, sigan viviendo de esa manera?
La cuestión está muy clara: Para que haya riqueza, tiene que haber pobreza. Porque la pobreza y la miseria, es la injusticia extrema. Por lo que si dejamos de ser injustos, la pobreza no podrá ser. Eso no se resuelve a nivel global de la noche a la mañana, hay que hacer lo necesario para que tengan una buena educación, para que sepan enfrentarse y vivir como viven los demás en la sociedad –saber vestirse adecuadamente, saber comer, leer y escribir, resolver los problemas burocráticos, saber trabajar para ser independiente-. Y como eso no llega de hoy para mañana, cada cual tiene que hacer posible en su vida lo que haría que desapareciera la pobreza y la miseria de las personas menos afortunadas.
2. ¿Si decimos que ya tenemos un camino, una senda, para poder vivir, es eso realmente lo que necesitamos? En el momento en que tengo un plan, que es ese camino, ¿no nos estamos dividiendo de la realidad, que es lo nuevo que nos llega a cada instante?
Lo nuevo, que es amor, no sabemos lo que –por eso siempre es nuevo-, porque de esa manera es cuando no nos dividimos del reto que es la vida toda. Pudiendo ver el reto como lo que es. Y no como yo quiero verlo, ya que es el resultado de la referencia que tenemos del pasado, de lo que ya nos ha sucedido con anterioridad. Cuando ya tenemos una idea como han de ser los resultados de lo que hacemos, puede que lleguen. Pero esos resultados no serán lo nuevo, el orden, sino la división y el mismo desorden que queremos descartar.
Por tanto, no hay senda, ni camino, ni nada, que nos lleve a la verdad, a la total libertad.
3. Si no nos llaman para apremiarnos, ni nos obligan, ¿no es mejor? Pues de esa manera nos dan absoluta libertad para que nosotros hagamos lo que creemos más adecuado.
Si decimos que no me estás alejando, pero tampoco haces nada para que me quede, eso es la libertad del que lo hace. Y con la libertad en la acción, es de la única manera que no hay engaños.
4. Una persona sola, es poca cosa. Dos personas juntas, ya tienen más fuerza y poder. Y un grupo de personas son capaces de hacer toda clase de tonterías, ya sea contra los demás, la naturaleza, etc.
Ya que las personas somos peligrosas, somos animales de rebaño que cuando se lanzan en una dirección aunque se maten, o maten a otros, no van a detenerse ni parar.
5. He leído tu entrevista en el diario…. de ayer. Gracias.
Tus alumnas sacarán buenas notas, preparadas para trabajar por los títulos que han conquistado. Pero humanamente no serán completas, como las que asisten a clases mixtas de chicas y chicos.
¿Por qué desde el principio no pueden convivir juntos chicas y chicos en las escuelas, institutos, en la universidad? Puede que al principio estén sorprendidos tanto los chicos como las chicas, pero eso es solamente la novedad. He trabajado en un instituto mixto y no había ningún problema. Los que querían estudiar, y eran buenos en ese ámbito, lo hacían y sacaban buenas notas. Y luego eran médicos, maestros, abogados, ingenieros, etc., tanto ellas, como ellos.
Tú que habrás sufrido en persona lo que es el racismo, la separación, la segregación por el color de la piel, debes de saber lo que eso significa. ¿Para qué queremos alumnos, que se hagan buenas personas sólo en el ámbito material, científico, técnico, desatendiendo la parte humana, psicológica, espiritual? Si el resultado ya sabemos lo que genera: división, desorden, violencia y guerra. Es decir, sufrimiento y dolor.
6. La palabra moderación, como la tolerancia, la paciencia, tienen un significado confuso. Pues, si tratamos con seriedad, vamos hacia la verdad, no se necesitan tolerancias, paciencias, moderaciones. Ya que la verdad nada más tiene que un camino, el de llegar a ella. Y que por la fuerza de los hechos, nos llevará a la verdad, a la libertad. Esto no quiere decir, que haya obstáculos de los que se oponen a la verdad, a la libertad.
7. ‘La vida es como un espejo, te sonríe si lo miras sonriendo’. Ahora hace falta que lo miremos siempre sonriendo. ¿Eso puede ser? ¿O la vida son sonrisas y lágrimas, alegría y tristeza, felicidad y dolor?
El problema está en que no nos conocemos, no sabemos cómo funcionamos, de qué manera opera el pensamiento, la naturaleza, la vida. Por eso, hay que mirar, observar, ver, inquirir, todo lo que nos sucede y sucede en la vida.
8. El no rendirse, se aplica tanto para quedarse, como para marcharse, tanto para el silencio como para el ruido, el estarse quieto o la acción. El no rendirse es no dejarse llevar por el miedo que nos provoca el ego, el ‘yo’.
9. ¿Todo propósito no es la espera de un resultado, de algo que ya tenemos programado y trabajamos para conseguirlo? Si ya tenemos un plan prestablecido, entonces estamos empantanados, atrapados en ese plan. Y por bueno, adecuado y bien visto que sea un plan, como nos divide de la vida, de la realidad, que es siempre cambiante e inmanejable, entonces nos ha de traer más de lo mismo de lo que hay ahora: más deseo de huir, de conseguir, de perseguir algo que creemos que nos hará felices.