1. Por favor, José, ¿no puedes escribir con más claridad? Escribiendo completamente las palabras con sus silabas adecuadas. Pues estos temas que estamos tratando no son como ir a la tienda y comprar tomates o sandías.
2. La enseñanza es amor, si se hace en la dirección correcta y adecuada. En los cuarteles se les enseña a los jóvenes a matar y a que no les maten. ¿Es eso realmente amor?
3. Es muy sencillo, Wise, si yo te amo a ti, ¿qué sentido tiene decir que te tolero algo?
La palabra tolerancia denota autoridad, superioridad, conflicto, ¿por qué tengo que tolerar que tú vayas con cabello largo o corto, o te afeites o no? ¿Comprendes?
La realidad es como es, y si la entendemos, no hay lugar para la tolerancia. Es cuando no la comprendemos, porque no nos comprendemos a nosotros, que surge el conflicto de lo que debería ser. Y digo que soy tolerante. Es decir, alguien que dice lo que debería ser.
4. En cada lugar donde he vivido, y ahora donde vivo, siempre vienen testigos de Jehová a visitarme. Pero, el resultado es que ellos desaparecen, se cansan de que yo les discuta y descarte sus ideas basadas en un libro -que ellos creen sagrado- y en un solo dios que es el que ellos han inventado.
5. La filosofía, la verdad, no pueden ir contra la vida. Sino cooperar con ella, para que siga siendo milagrosa, sorprendente. Cuando le damos la espalda a la vida, sin cooperar con ella, nos convertimos en actores del desorden, de la confusión, complicando aún más los problemas.
6. Toda especulación es vana, una pérdida de tiempo. Pues al enfrentarnos al infinito sus posibilidades también son infinitas, por lo que no se llega a ninguna conclusión, que es lo que busca la especulación.
7. Para Michel Bauwens, pionero de la economía distributiva. Colaborador de ‘Commons’ de Barcelona.
He leído tu entrevista en el diario…, de ayer. Gracias.
Todo lo que presentas como avances en el ámbito técnico y científico, tiene muy poco interés real para solucionar los problemas de las personas. Porque, aunque desde hace miles de años estamos inventando toda clase de aparatos y herramientas para solucionarnos los problemas, estos no se solucionan si no que aumentan.
Todos esos inventos, que han de ser la panacea de todos nuestros sufrimientos -pues cada invento no es más que una comodidad-, lo que hace es hacernos más dependientes de todos esos inventos. Por lo que la irritabilidad, y la huida de ese estado, nos hace que busquemos otro invento, para sentirnos más cómodos. Creyendo que así se nos solucionarán nuestros problemas.
Y nuestro problema es comprender que en la vida no hay en absoluto seguridad alguna. Solamente existe la inseguridad. Y, como la inseguridad nos da miedo, es cuando tratamos de estar seguros creando e inventando toda clase de aparatos. Pero lo que inventamos, como no nos satisface, recurrimos a los inventos mentales, el ‘yo’, las ideas y teorías, tanto religiosas, como políticas, etc.
Este ‘yo’ es el que se cree diferente del ‘tú’, dividiéndose. Y por eso inventa la familia, los clanes, la tribu, las razas, los nacionalismos, las diferentes opciones políticas, con agrupaciones y partidos, las religiones organizadas, donde todos están en contra de los otros. Es decir, el deseo de estar seguro es el combustible para que funcione el motor del progreso. Pero este progreso, sólo ha sido en el ámbito científico y técnico, no en el ámbito moral, espiritual, psicológico.
Por lo que, el mundo, los hombres, funcionamos igual como lo hacíamos hace un millón de años: divididos, enfrentados, en conflicto. Y al dividirnos, nos hacemos desconfiados de la vida, de los otros, que también desconfían de mí. Y es ese paradigma de división, desconfianza, de enfrentamiento, el que ha hecho posible esta sociedad tan corrupta, con todo su caos.
8. Para ir más allá del pasado y su dolor -o el placer y la alegría que proporciona- no hace falta tener una respiración consciente. Pues esa concentración también nos divide de la realidad, que no es solamente respirar.
Cuando vemos el pasado psicológico como el veneno que es, es cuando en ese instante voy más allá de él. Y para realmente ver uno tiene que tener libertad, no estar atrapados por ejercicios de concentración en la respiración o en cualquier otra cosa, ya sea interna o externa.
9. Hacer daño sabiendo que lo hacemos es corrupción. ¿Se puede vivir sin hacer daño alguno? No se puede. Se puede hacer el menor daño posible.
10. Hay que estar muy ciego para no ver que todo es una unidad, de que todo forma parte de una unidad. No solamente todo participa de una unidad, es que si no lo vives estás acabado. La unidad, es el resumen definitivo de las soluciones a todos los problemas.
11. Hay algunos que son esnobs, personas que quieren tener y aparentar alguna cosa que creen importante y está de moda, que queda bien en su círculo de amistades. Esa es su opción, su libertad. Y más trabajo para los que se relacionan con ellos, y los desaprueban, como un ejercicio de liberación y respeto.
Pero hay una cierta actitud autoritaria con respecto de lo que dice alguien contemporáneo en el sentido de que no se pueden repetir ciertas palabras, metáforas, o lo que dijo. Pero eso es una estupidez, porque ¿cuántas veces se han repetido las palabras de Aristóteles, Sócrates, Buda, Jesús, Marx, etc. Y, ¿por qué no se tiene que repetir y usar lo que dijo otro? En realidad todas las palabras las inventó alguien, alguna persona, no nosotros. Y, ¿por qué usamos el ordenador si el diseño no es nuestro, sino de unos ingenieros, o el microondas, o el ascensor?
Todo está interrelacionado, y si lo viéramos no daríamos tanta importancia, ni seríamos celadores de algo que está ahí para el que lo necesite de la manera que quiera.
Si un escrito o algo que se ha dicho es bueno, honesto, etc., cuánto más lo copien, lo usen mejor, ¿no? El que crea, si no llega a todos, para qué lo hace, ¿por vanidad, fatuidad, por complejo de inferioridad?
12. ¡Qué atrevida es la ignorancia! Y qué atrevidos son los que la consienten y divulgan. Porque el peor enemigo que podemos tener es alguien falto de inteligencia.