Torni Segarra

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Enghel, no se trata de que algún día, ‘el ser humano aprenderá a ser libre como un pájaro’, se trata de que tú has de ser libre ahora, en este momento. ¿Por qué no puedes comprender que la libertad es cosa de cada uno, qué la libertad es interna, nace dentro de uno? Ya sea que uno sea listo y desenvuelto en las artes de los negocios, en las maneras del mundo, o no lo sea en absoluto, uno puede sentir la libertad dentro de él. Y esa libertad nadie se la puede quitar.
 
Cualquier revolución convencional, si no es con el apoyo de una parte del establishment -que incluye a los medios de comunicación-, no progresará y se deshará fracasando. Pues, toda revolución convencional necesita armamento y material bélico, que sólo le puede ofrecer el establishment.
El establishment, lo que nunca aprobará ni apoyará será una revolución interna, que quiera ir más allá de la corrupción y la inmoralidad de ese establishment.
 
Somos nosotros los que nos hemos de enseñar a ver cómo funciona la vida, cómo funcionan el pensamiento, la mente. Todo lo demás, seguir a otro –sea quien sea- es molestarnos los unos a los otros.
 
¿Qué diferencia hay entre un psicólogo y un psiquiatra si los dos se han de ceñir a lo que sucede dentro de cada persona, sus problemas, sus alegrías, sus triunfos y frustraciones? La diferencia está en que el psiquiatra es licenciado en medicina y por eso puede prescribir medicamentos legalmente.
Respecto de que si primero hay algo biológico para que haya una alteración psíquica, o al revés, ¿eso quién lo sabe? Sólo sabemos que todo está unido. Los médicos convencionales optan por lo más evidente, el soma, el cuerpo, y se olvidan de la psique. Es la tradición, lo que más rinde y da beneficios económicos y materiales.
 
Pero, si yo no tengo motivación por la vida no resulta tan fácil como dices, María. Entonces, la pregunta es, ¿qué haremos -si es que podemos- para despertar esa motivación compasiva por los animales?
 
¿A si de sencillo? ¿Ya está todo dado, como una fatalidad inamovible? Entonces, ¿para qué públicas y comentas?
 
Javier. Explica si quieres cuales son las diferencias entre un psicólogo y un psiquiatra.
En cuanto a las alteraciones biológicas del cuerpo en los enfermos mentales, hay exploraciones cerebrales que sí que lo atestiguan –hemisferios deteriorados, etc.-.
 
Por eso, cuando hablamos mal de alguien, de la esposa, del vecino, del amigo, de un político, lo estamos matando, pues eso llega a ellos, de una manera o de otra. Ya que, no sólo esos pensamientos negativos y destructivos, van a ellos, sino que también los reciben todos los demás, por lo que se hace una cadena destructiva. Con las respuestas y todo su desarrollo de contra respuestas.
Y así es como funcionamos. Todo ello, fruto de la división y el conflicto. Por lo que uno cuando llegan esos pensamientos, no tienen que reprimirlos, ni huir de ellos, ni querer cambiarlos. Porque, de esa manera se da continuidad a ese conflicto, entre lo que es, la realidad,  y lo que me gustaría que fuera. Solamente hay que mirarlos seguirlos hasta el final y ellos desaparecen sin dejar ningún rastro. De esa manera la división y el conflicto interno, desaparecen. Y llega la maravilla y la dicha del amor, donde no existe ningún problema entre nosotros.
 
Eso en principio, si uno lo necesita ha de ir a ello y ver qué es. Pero, uno tiene que descubrir que todo lo que le digan los demás en el ámbito psicológico, él también lo tiene dentro. Solamente falta descubrirlo. Así, de esa manera, se es verdaderamente libre de las influencias, los dominios, las ataduras de los demás.
 
El respeto es con todo con lo que vivimos. Uno que no respeta la comida, los muebles, la ropa, todo lo que necesitamos, ¿podrá respetar a la naturaleza? Respetar a los pájaros, a los árboles, a las flores de los jardines o del campo, respetar al aire que respiramos y que ensuciamos constantemente, respetar al agua tan necesaria como el aire o la comida. 
La naturaleza es nuestra proveedora, la que nos sustenta, si vamos contra ella de manera que la arrasamos, la agotamos y la destruimos, eso es ir contra nosotros. Por eso, es preciso darnos cuenta de nuestros deseos incesantes de auto satisfacción, deseos de persecución del placer. Pues, mientras no nos comprendamos cómo vivimos, cómo opera el pensamiento y sus deseos, que son siempre la respuesta al miedo de no llegar, de quedarme atrás, solo, no tendremos la sensibilidad suficiente para generar el orden que es respeto a todo lo que existe.
 
El florecer, crecer, siempre es preciso, eso forma parte de la vida. Es como un árbol, que siempre se está renovando y creciendo el ramaje y las hojas. El problema que tenemos, es que hemos de ser conscientes, darnos cuenta que nuestro crecimiento sea en la dirección adecuada. Pues al participar todo del infinito, las posibilidades en ambas direcciones –la incorrecta y la correcta- nunca se acaban.  
Por eso uno tiene que optar, decidir cuál va a ser su manera de encarar la vida y sus retos, pues de esa decisión va a determinar todo su futuro.
 
Que hay un plan invisible detrás de lo que nos sucede, eso es incuestionable. Si no quieres decir plan, Gonzalo, di un misterio, algo inexplicable. Porque, algo que nos destruye o sostiene, ha de obedecer a una estrategia, al menos para que podamos estar aún vivos. De lo contario ya estaríamos muertos.
 
Todo lo que existe nos ha sido concedido, es una dación, que nosotros hemos de administrar adecuadamente. Pues de ello, va nuestra felicidad o desgracia.
 
Javier. Si decimos, ‘no es lo mismo correlación que relación causal’. Eso es cierto pero el fin, pronto o no, va a ser la relación total  Y eso depende de la percepción de cada uno.
Hacer una generalidad de algo que ha sucedido a alguien, ya sea negativo o positivo, es tan negativo como negar el infinito. Porque, en definitiva psicológicamente nadie sabe nada de lo que pueda ocurrir. Los que van muy deprisa, no tienen tiempo para reflexionar, pues su mente se ha convertido en un cuello de botella por donde no puede pasar la realidad tal cual es. Hay lo que se llama un colapso donde todo se está bloqueando. O como también se dice, han llegado al fanatismo, el fundamentalismo, donde al no poder reflexionar han perdido la posibilidad de ser flexibles, posibilistas, partir de la actitud mental de ‘no sé’.