Torni Segarra

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Cuando decimos: ‘Es aburrido porque no pasa nada fuera de lo normal’. ¿Es que en la vida, en nuestras vidas, pasa algo realmente fuera de lo normal? Nada nuevo bajo el sol, es la definición definitiva de lo que es la vida, nuestras vidas. ¿Qué es la vida para nosotros, sino estudiar para poder tener un buen empleo e ir a trabajar, buscar a alguien que nos haga compañía, con el que compartir sexo, nos proporcione seguridad, tener hijos, envejecer, enfermar y morir? Y ese drama siempre es el mismo. Pues, nosotros tenemos miedo a la vida y a lo que nos trae: el dolor. Y hasta que no comprendamos ese dolor, ahí estará el miedo a ese dolor. Por lo que todas nuestras existencias están mediatizadas por el dolor, para huir de él.
Por lo que, como funcionamos como las máquinas, que reaccionan a un estímulo o un reto, ese dolor es lo que nos dirige la vida y el que nos provoca todo lo que hacemos y sus resultados. Así que, hasta que no comprendamos el dolor, el miedo, la muerte y el nacer, no habrá liberación de lo conocido, de lo viejo y repetitivo. 
 
Si estamos débiles y nos enamorados de alguien, las mentiras y las falsedades que nos diga, no las vamos a ver como tales, no nos van hacer efecto esclarecedor. Pues en esos momentos somos impotentes para abrirnos los ojos, ver lo negativo. Porque carga a gusto no pesa. La caspa, a gusto, de uno no molesta.
 
Esta madrugada te he visto en un telediario de una cadena televisión, cuando hablabas en un almuerzo con políticos, periodistas, los corruptos que mandan. Y has dicho referente a la independencía de Cataluña, que ningún tratado ni ley la acepta, etc., todo ello en un tono sarcástico e irrespetuoso. 
Y eso mismo decían los virreyes en América ante la petición de independencia de la invasora y ladrona, y las actitudes crueles, de España: no hay ninguna ley nacional o internacional que la admita ni la apruebe. Pero mira lo que ha sucedido. Eso sí, después de mucha violencia, sangre, asesinatos, de las matanzas en masa de las guerras. ¿Eso quieres aquí ahora, en la actualidad, tan subdesarrollada mental eres para no verlo con claridad?
Y también todos los carcas crueles católicos que se oponían al divorcio, decían que la ley no amparaba ni aprobaba el divorcio, y al igual decían del aborto.
Parece que no te enteras, eres superficial, pelota, nacionalista centralista fascista española  –la que recorta las pensiones, las residencias de ancianos, la que recorta las prestaciones a los enfermos de cáncer, etc.-, y también serás monárquica. Por eso, es que solamente os votan los ignorantes, los superficiales, los que no llegan al fondo de los problemas, y por eso, parecéis traidores a la izquierda y a la libertad, a los pobres –conozco algunos que han votado a la derecha porque os odiaban como traidores-. Decís que sois de izquierda pero sois monárquicos, decís que sois laicos y les dais miles de millones a la Iglesia Católica, decís que estáis a favor de la libertad pero sois nacionalistas centralistas fascistas españoles, decís que estáis a favor de los pobres y vivís como los ricos corruptos e inmorales.
 
¿Cobarde? A veces dejar, partir, descartar a alguien, acabar una relación, es un acto de amor. De lo contrario pueden llegar las peleas y disputas, los malos tratos, la falta de respeto, la crueldad, la violencia, y quién sabe si la muerte.
 
Nuestras vidas son las respuestas que nuestro condicionamiento nos impone. Un hombre tiene su condicionamiento, al igual que la mujer, que nos obliga a hacer ciertas cosas. Pero, en lo psicológico que también estamos condicionados como africano o europeo, católico o protestante, creyente o no, como mujer u hombre, como rico o pobre, como culto o no, sí que podemos liberarnos de todo eso. Y mientras no veamos y comprendamos ese condicionamiento, que se manifiesta mediante el ego, y vayamos más allá de él, seremos repetidores de lo viejo y conocido.
La libertad no es opción para hacer lo que queramos. La libertad es ver lo que es, la realidad, y actuar completamente, con toda la atención y energía, sin vacilación ni división ni fragmentación. Y esa libertad es la que nos da la paz, la tranquilidad de ver que hemos actuado sin división ni conflicto, que es la acción del amor.
 
Una persona triste, necesita comprensión de lo que es: un ser humano necesitado. Y a un ser humano se le tiene que amar, con compasión por todo lo que es. De lo contrario, las palabras, los abrazos, los regalos, serán como una comida pasada, sin sustancia ni valor, que no le harán ningún efecto, incluso tal vez pudiera sentarle mal.
 
Las personas somos tan miserables que por el poder, la influencia y el dinero, nos volvemos traidores sin darnos cuenta. Hasta que si somos afortunados ante un golpe, un empuje, reaccionamos y lloramos por lo traidores que hemos sido.
 
Cada oveja con su pareja. Eso es tan claro como que vendrá la noche y después un nuevo día. Un fantoche, ha de ir con los fantoches, descarados, insensibles, indiferentes y crueles ante el dolor de los que sufren, de los que no tienen nada. Ni quieren hacer nada para que eso no sea así, ni tan siquiera intentarlo.
 
La belleza de uno está en ser como es, sin imposturas ni artificios, sin exhibicionismos cómicos por exagerados, por querer ser lo que nunca seremos. Cuando comprendemos quiénes somos, cómo somos, comprendemos de qué somos capaces, entonces somos únicos, bellos, atractivos e inteligentes.
 
La vida real, la verdadera, no cuenta nada. Ella es como un gran ordenador que según está programado actúa. Y esa programación básicamente es igual a la nuestra: nuestro cuerpo se activa mediante el calor, ha de comer, beber, etc., sin excesos, responder a sus necesidades, para que funcione adecuadamente. La vida, sólo quiere que vivas o que no vivas, pues nada le importa, sólo con ella misma se sobra. La vida es caprichosa e incomprensible, misteriosa, así que solamente la tenemos que vivir.  
 
Tenerlo todo nunca es suficiente, porque el todo no tiene límites, es infinito. Y como nosotros participamos de ese infinito, somos ese infinito, nuestros deseos también lo son.
 
Estar triste no es perder el tiempo, porque nosotros no elegimos estarlo. Todo lo que sucede tiene su sentido y su orden misterioso y oculto. Por lo que cada reto hay que atenderlo, no huir de él, para que nos cuente su secreto y así comprenderlo.