Torni Segarra

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1.El amor llega cuando descartamos lo que no es amor. El deseo, la brutalidad y la crueldad que generan no es amor. Pues el deseo por conseguir algo, por noble, bueno y santo que digamos que es, nos ciega, nos hace indiferentes, indolentes a todo lo que sucede.
O sea que el amor solamente puede florecer, cuando el terreno está preparado, y llega sin darnos cuenta, sin querer o no querer. Solamente participamos del amor, cuando uno es todos, cuando somos uno con todo lo que existe.
 
2. ¿Por qué tenemos esperanza, si no hay esperanza posible? Aceptamos la realidad, nos guste o no, y a eso le llamamos esperanza –la espera que algún día en el futuro lo podremos cambiar y conseguir-. Pero la esperanza, cuando esperamos algo duradero, para siempre, como la felicidad, disfrutar de un lugar con una persona que queremos, eso no es posible. Pues todo lo que es, la amistad, la confianza, el cariño y afecto, todo eso acaba. Porque, nosotros las personas, somos quiero pero no puedo: queremos ser fieles, queremos ser honestos, verdaderos, no falsos, ni hipócritas, queremos ser limpios internamente, pero no nos es posible.
Y como no comprendemos la realidad de lo que es la vida, de cómo funcionamos, es porque siempre estamos esperando, deseando, maquinando para conseguir eso que queremos. Que aunque pueda llegar, nos llevará a la misma desdicha y amargura de siempre al no ser como nosotros queremos: solamente para nosotros, para siempre, que nadie lo toque, ni se deteriore.
 
3. Hi. Me han dado un aviso de que el día 8 serás, seremos todos más viejos. Pero quieren que te de la enhorabuena, etc. Así que ya lo sabes.
Happy birthday y que todo vaya lo mejor posible. Sorry el desbarajuste que provoca el tener que escribir en la casilla del chat. ¡Que vaya bien!
 
4. Si nos quedamos con una persona –pareja, novio, amigo, etc.-, entonces estamos acabados. Pues es como estar atados a una estaca como un animal. Que aunque la cadena sea larga, seguimos estando atados. Además si no estamos atados a nadie, estamos con todos a la vez.
 
5. Las personas somos ingobernables, por lo que todo grupo por muy buenas intenciones que tenga, lleva en sí la semilla de la corrupción.
Hemos de ser escépticos con todo lo que nos dicen, leemos, nos llega por televisión, el cine, etc. Pues todo está amañado, todo es un reflejo de la corrupción en que vivimos. Si no préstamos atención a lo falso que está en todos los sitios, entonces seremos arrastrados por esa corriente de corrupción e inmoralidad.
Primero que nada, uno tiene que ver que también es corrupto e inmoral. Y con esa información de primera mano, encararse con la corrupción que nos llega de los demás.
 
6. Cuando uno no quiere algo que es malo y le perjudica, no encuentra obstáculos para rechazarlo. Es porque decimos una cosa pero hacemos otra, cuando vienen las complicaciones. Si sabes que quieres, ¿por qué, por quién, no lo haces? Las palabras no son la realidad, lo que queremos decir de verdad. Si vemos un peligro grave, como un animal salvaje, verdad que tenemos que hacer algo para poder estar a salvo. Todo lo demás es charlar, parafernalia.
 
7. Cuando uno no quiere ver algo, porque no le interesa, aunque se lo pongan en bandeja ante los ojos, dirá que eso no es real, es falso, es mentira. Es un juego peligroso, porque los otros que ven que miente, no le hacen caso. Y él se aísla, poniéndose más neurótico y confundido.
 
8. No creo que el problema se arregle con un acto de la voluntad. Porque cada persona dirige su voluntad en una dirección que a él le interesa. Es decir, la voluntad está determinada por el condicionamiento familiar, cultural, por lo que hemos leído, o no hemos leído en absoluto, lo que comemos, etc.
Pero esa cuestión que se ha expuesto: ‘Sólo la "Gracia Divina" puede hacer que los seres encuentren el camino’. ¿Qué es la gracia divina? Y, ¿qué es dios? Si decimos que dios es lo desconocido, la nada, el vacío, entonces solamente podemos decir que el que una persona encuentre el camino es cuestión de un capricho de la vida, un capricho de la nada, del vacío, de dios. Y entonces, aquí se acaba la cuestión.
 
9. ‘Si la Doctrina no es pura, entonces no es doctrina‘.
Es como la religión. Si la religión es auténtica y verdadera, no habrá religión en absoluto. De la misma manera que si hubiera orden, no habría el autoritarismo, los policías, los jueces y sus tribunales, las cárceles y sus castigos.
 
10. Solamente puede caber la posibilidad de que la voluntad personal y el interés puedan coincidir en un punto o estén relacionados a una voluntad "divina", cuando nos desacondicionamos. Por eso todo el problema es: ¿Cómo nos condicionamos? Y para ello hemos de ser conscientes de que estamos condicionados y de que es preciso desacondicionarse para ser libre.
 
11. Hay algo que está muy claro: tú. el que habla, escribe, está ahí, o está ante mí, es lo mismos que el otro, que yo. Es decir cuando observamos y miramos a alguien atentamente, entonces es cuando podemos realizar eso de que el observador y lo observado es lo mismo.  Y cuando el observador es lo observado, no hay división alguna, nada nos diferencia ni divide. ¿Qué ocurre en nuestras vidas cotidianas sino estar identificados como mujer u hombre, como soltero o casado, como de derechas o de izquierdas, como creyente o no, como capitalista o comunista, como americano o europeo? Y todas imágenes, que son el ‘yo’, nos generan la ilusión de que somos diferentes, cuando en realidad todos somos básicamente lo mismo psicológicamente.
 
12. El amor es como dios, lo desconocido. No tienen patrón ni manera de actuar, ya que son lo que está más allá de las palabras y el entendimiento, lo que no podemos manejar, porque no lo conocemos. Por eso hablar del amor, querer tener una receta de lo que es o no es, es tan absurdo por imposible. Cada uno vive su amor, como vivimos cada cual nuestras vidas por pintorescas y extravagantes que sean.
Por  tanto, eso que decimos que es el amor, o dios,  que es lo que conocemos, ¿existen realmente o es algo que nos gustaría que fueran y por eso los hemos inventado?