Torni Segarra

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1. J Eddy, ¿qué importa lo que sucedió ayer con un vecino tuyo, la esposa, tu amigo? Hoy, ahora, tienes que vivir. Y para vivir no hay que tener ni división ni conflictos. De lo contrario nos convertimos en las mismas fieras rabiosas que han hecho tantas y tantas barbaridades. Entonces, ¿qué harás, seguirás mirando al pasado, amargándote, devorándote tú mismo, por algo que ya no tiene solución pues ya es el pasado, o encararás el presente con una mente nueva, fresca, ágil, sin amargura y así dar el afecto y el cariño a los que se relacionan contigo cuando vas por la calle, en el trabajo, componado alimentos, etc.? Esa es tu decisión. Luego no des la culpa solamente a los otros de todo lo que ocurre: de la maldad, de crueldad, de la explotación, etc., fruto todo ello de la división y la fragmentación interna, que cree que solo yo –uno- soy lo importante.
 
2. Wise,  yo puedo insultarte y eso tiene sus efectos, queramos o no, y eso dicta la norma y la ley para que eso no se repita. O sea, que el orden, las normas, son tanto para lo material como para lo psicológico. Porque el paradigma de acción y reacción a un nivel imperceptible o inconsciente funciona, opera. Y si funciona y opera, habrá división y conflicto. Por tanto, es preciso la existencia de señalización de que yo te estoy haciendo algún daño, de lo contrario te podría destruir, quitarte la vida.
 
3. Todavía no has captado de qué se trata. Cuando alguien renuncia a algo para no generar más conflicto, desorden y violencia, puede perder muchas cosas, puede que hasta la vida, pero eso que más da. Si tú quieres ser culto, te has de ilustrar leyendo, investigando, hablando como lo hacemos ahora, etc. Y eso tiene sus molestias, pero es preciso, sino no tendrías cultura y serías una persona superficial, etc. Pues, cuando uno renuncia, eso trae sus consecuencias, que van asumidas en el mismo acto de renunciar.
 
4. Eso es lo que hacen los guerreros, los que hacen las revoluciones sanguinarias, los que se lanzan al combate a matar y que los maten, saben que les puede ocurrir lo peor pero ellos lo asumen. No lo estoy justificando ni aprobando, no estoy en contra de ello, solamente lo estoy describiendo.
 
5. Así que si uno opta por renunciar para no generar más violencia, sus problemas y complicaciones, ¿dónde está el problema?
 
6. "Un mendigo puede ser más apegado a su cuenco de mendigo que un rey de su reino". 
Pero, si realmente está desapegado dejará de ser rey, renunciara a esa inmoralidad de heredar ser el dueño de las personas: sus sirvientes, sus ministros, sus guardias y militares, sus oficinistas y burócratas, cualquier ciudadano. Y si dice que él no es el dueño, entonces ya no es rey. Que diga que él no es el rey de nadie. Y viva en paz, lejos de la política y las intrigas de palacio, la corte.
Todos los problemas están dentro de nosotros. Por tanto, la solución está dentro de nosotros. Y lo que hay dentro, de una manera o de otra, va a salir a fuera, al exterior, creando nuestra personalidad, la sociedad y el mundo en que vivimos.
 
7. Hans. Nuestros deberes mundanos, ¿incluyen los crueles y violentos, robar, ser corrupto e inmoral, hacer lo que nos dé la gana, ser indolente e insensible al dolor de los demás, a la terrible pobreza y miseria que tortura primero y luego mata de hambre? Esto tiene que quedar claro. Sabemos que eso no se puede solucionar, pero uno tiene que hacer todo lo necesario para que eso, que es causa de sufrimiento y dolor, no sea una realidad: vivir con austeridad, no siendo indolentes, sin derrochar ni hacer un mal uso de los alimentos y todo lo que necesitamos para sobrevivir.
 
8. Si uno es libre, no tiene miedo. Y entonces llegue quien llegue, sea quien sea, no habrá ningún problema. Porque el vacío de la mente, al ser libre, hace que se viva en lo eternamente nuevo, sin recuerdos ni contrastes ni nada que cotejar.
 
9. Si todo eso que dices, Wise, está muy claro. Pero, ¿y los que no llegan ahí? ¿Y cuándo no tenemos esa lucidez ni inteligencia, para tener esa gracia que nos pone más allá del insulto o la adulación? Entonces, en esos momentos de desorden y confusión, es cuando hace falta la información, la señalización, que al final es un intento de poner orden. No sé si tienes hijos, ¿ellos funcionan sin normas? ¿Es eso posible para un niño pequeño, que es caprichoso y todo lo que ve lo quiere, ya sea una tijera o cuchillo, o asomarse a una ventana subido a una silla?
 
10. Voy a hacer unas cuantas preguntas para ver que tal estás de liberado: ¿Cuánto dinero tienes en los bancos? ¿Cuántas casas tienes? ¿Cuántos coches tienes? ¿En qué te gastas el dinero? No me digas que estás más allá de esas preguntas y que tú haces lo que te da la gana, Porque, eso sería tanto como estar sembrando tu vida de indolencia, de indiferencia, ante los retos que hay en la vida. Y eso, si no ya, va a traerte malas consecuencias, como les sucede a los egoístas ricos, que necesitan policías, guardaespaldas, militares, armas de fuego, altos muros y cierres complicados, para poder vivir.
No estoy en contra de eso ni a favor, solamente te estoy informando señalando la dirección hacia dónde vas.
 
11. Pero no ves que tú no puedes pasar de escribir a la misma hora todos los días, ¿quién es el que escribe? Aunque alucines y te quieras auto convencer, es Fernando el administrador de este grupo que se cree tan intelectual, con tanta vanidad, que se adhieren a nombres raros hindúes, etc. No puedes negarlo. Podrás decir como dicen los asesinos guerreros que ellos no asesinan, y toda clase de tonterías, etc. Pero vives en un delirio. Lo que se llama vulgarmente: estás colgado. O, puede que seas como los nazis, en la Alemania de los años treinta y cuarenta del pasado siglo.
 
12. Pues si no eres nada, con la nada no se puede hablar. Así que la charla se acabó.
 
13 Nicolás, para conocerte a ti, o a Fernando, o a quién sea, solamente tengo que conocerme yo. Lo hemos dicho muchas veces: porque todos somos básicamente iguales en lo esencial psicológicamente. Yo necesito seguridad física, los otros también, necesito respeto, afecto, necesito un buen ambiente, limpio para vivir, y también lo necesitan los demás. Necesito relacionarme, sentir la vida y su belleza, junto a la miseria que va con ella, los otros también.
 
14 Señor, yo no quiero ser un tronco a la deriva. Lo siento por ustedes que son fatalistas. Son como un montón de fachas, indolentes y crueles.
 
15. No te quites el muerto de encima, pues no te lo puedes quitar, Nicolás. Ya que, el observador es lo observado. Yo soy tú y tú eres yo. Eso es tan evidente. Pero si quieres jugar, busca a otro que entre en tu juego del blablablá.