Parece imposible salvaguardar algo, lo que sea, para siempre. Pues, la vida es destrucción, amor y construcción.
Todo lo que dijo Jiddu Krishnamurti, siempre puede tener dos interpretaciones. Porque, sus enseñanzas se basan en la libertad. Por eso dijo: que no hay camino alguno. Lo que quiere decir que todos son válidos.
Parece imposible que alguien que lea todos los días y publique las enseñanzas de JK, las pueda alterar y destruir, pero no lo es. Un ejemplo, cercano y evidente es el cristianismo, que los que se llaman seguidores de Jesucristo lo han destruido en su esencia.
Por lo que, uno lo que tiene que hacer es ver lo que es. Y atenerse a eso que está sucediendo. Y eso incluye lo que uno hace o lo que quiera hacer.
Sí, Susana, gracias por tu interesante respuesta. Los hechos, lo que hacemos cada uno -robar, mentir, ser violento, o ser bueno-, nacen de los pensamientos y las palabras porque internamente estamos fragmentados, divididos. Y mientras esa división interna no sea descartada, esa división va a mediatizar todo lo que hagamos: pensar, hablar y al final actuar.
Pero eso que dices, Alejandra, es después de ser consciente de que existe la división interna, de lo contrario no habría ningún problema. Ahora bien, ¿es posible que uno viva como en bebé, sin ser consciente de realmente lo que sucede? Mientras exista la conciencia, ésta es la consciencia de la humanidad -la mente global de la que todos participamos-, por tanto, todos estamos conectados a esa mente global que nos afecta.
Uno puede huir de ese hecho mediante la concentración, las drogas, los entretenimientos, el sexo, etc., para que actúen como un narcotizante. Pero, si somos serios, nos hemos de encarar con ese hecho de que hemos de vivir con todo, siendo conscientes e ir más allá de eso.
Susana. El problema para seguir investigando está en que se entre en una especulación. Y como todo se puede tanto negar, como afirmar infinitamente, llegamos al absurdo del si tú dices esto, el otro dice otra cosa.
Claro, es verdad, que según el tiempo que cada uno quiera invertir jugando a ese juego, que es estar girando en un círculo cerrado, depende de la duración.
Estamos de acuerdo, Amilcar, acabamos por ahora. Hasta otra nueva ocasión.
La pasión para que tenga sentido, no ha de convertirse en fanatismo. Si no en viva atención, en el deleite de la observación, de la investigación. Si es así, todo se nos manifestará, como cuando vemos, sin pensar ni buscarla, la luna en el cielo. Gracias, Alejandra.
Esto mismo se podría decir de él: que obra por meras sospechas personales. Y como siempre, el que tiene más poder, es el que gana. Por lo que todo es una farsa.
He leído tu entrevista en el diario…, de ayer. Gracias.
Para que suceda eso que llamamos humor, ya sea con uno mismo o compartiéndolo con los demás, uno tiene que ir más allá de su imagen, de su condicionamiento, de sus ideas y teorías de lo que es la realidad, para poder ir más allá del ‘yo’. Sólo así, es como nos enfrentamos al hecho, lo que es, de una manera real. Y al ver que ese hecho no se puede cambiar, es cuando nos damos risa de ver lo patéticos que somos al creernos que nosotros lo vamos a solucionar.
El ‘yo’ es el que se identifica como español o francés, como europeo o africano, como mujer u hombre, como rico o pobre, como culto o inculto. Pero, cuando descubrimos la falsedad de esa trama, es cuando vemos que ese ‘yo’, y su actividad, era una ilusión. Y entonces, es cuando somos como nuevos, libres y desinhibidos, capaces de reírse o de llorar sin ningún problema ni condicionamiento.
Por eso, todos los problemas, los conflictos, tienen su raíz en el ‘yo’, divisivo. Y sin comprender ese ‘yo’, y el pensamiento que es el que lo ha generado, todo lo que hagamos, sea ir de un sitio a otro haciendo el bien, repartiendo su energía y el dinero, será el mismo desorden y confusión el resultado.
La verdad a que te refieres, Wim y Gopi, es vivir la vida de la única manera que se puede hacer: pasar por ella con todas las consecuencias, sin creerse alguien especial que ciertas cosas no nos sucederán.
Y ese vivir, quiere decir sin huir de todo eso que es la vida ni querer cambiarlo -por que en realidad no se puede-. Sin que nos amarguemos ni nos convirtamos en neuróticos.
Entonces, la verdad es lo que es, la realidad de la vida, asumiéndola completamente.
Los matones, también están en función de los que los llamamos. Si uno no tiene nada que ver con eso que es un matón -vanidad, un ego desbocado- ellos no van a encontrar el terreno apropiado para sus actividades.
Mientras el resultado final -y desde el principio- esté más allá del conflicto, todo tendrá sentido y generaremos orden.
Esa pasión es independiente de lo que hagamos y cómo lo hagamos. Es como la pasión directa de un animal, cuando necesita algo. Pues el ‘yo’, está ausente, sin operar.
El placer no es el problema. El problema del placer, es querer repetirlo incesantemente, yendo y persiguiéndolo a todas horas. Porque nos dividimos de la realidad, que es placer y la amargura.
Toni. El deseo es el motor de la vida. Solamente hay que ponerle un combustible adecuado. Pues según el combustible, él va a funcionar de una manera o de otra. ¿Es bueno el combustible de la vanidad, de la avaricia, la codicia, las ideas y teorías, todo ello fruto del ‘yo’? No lo es porque nos genera conflicto, división, enfrentamiento y guerra, con todas las calamidades y su espantoso horror.