Torni Segarra

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Los hombres también saben hacer lo mismo, tienen su talento como las mujeres. Creerse superior o inferior es un error, que nos divide de la realidad, de lo que es. Y nos genera toda clase de problemas. ¿Por qué creerse que las mujeres son diferentes a los hombres, que tienen algún valor añadido, más valor, o menos valor? ¿Es por envidia y amargura, para vengase de los hombres? Pero eso, no va a cambiar la realidad, sino que nos infravalora, nos resta autenticidad, como seres humanos que somos todos.
 
Si no huimos de la realidad, lo que es, nos guste o no, esa dinámica de la verdad nos dirá lo que hay que hacer en cada momento. Porque la ausencia de división y conflicto, es el amor, la inteligencia operando.
 
‘A veces les duele más la indiferencia que mil palabras’. Les, no. Eso no es real. Lo real es nos duele. Porque todos sufrimos, somos dolientes, nadie se escapa.
 
Sin poner orden en nosotros, nada tiene sentido. Por eso, hay que poner orden en nuestra casa. Y todo lo demás funcionará con su orden natural, sencillamente.
 
Pero si una de las dos partes es infinitamente más poderosa que la otra, esa va a imponer todo lo que quiera, y le dé la gana. Ha de haber alguien que arbitre y controle el poder de una parte parta para que no arrase a la menos poderosa. Si no es un tongo, una pantomima, una tomadura de pelo, que no va a resolver los problemas, sino que los va a agravar, con las injusticias y agravios.
 
La gente inteligente si vive de noche para estudiar y reflexionar por el silencio y la quietud, etc., eso tiene cierto sentido. Pero, las personas que se dedican a beber alcohol, drogarse, generar algarabía y molestar a los que están descansando y durmiendo, no encuentro la inteligencia por ningún lado. Sino nada más que la propia satisfacción egoísta.
 
Uno en todo lugar y en cualquier condición, puede ser plenamente consciente de todo cuando ocurre, sea analfabeto o no.
 
El amor, es no pedir nada. Solamente uno ha de estar abierto, y limpio del pasado y del ansia de lo que traiga el futuro, para que llegue.
 
¡Qué atrevida es la ignorancia! El ignorante se atreve a todo, no le importa si tiene sentido o no. Él habla y repite lo de siempre, lo que todos dicen sin preocuparse si es cierto o no. Sin ver ni comprender que todos los seres humanos son iguales, hacen lo mismo.
 
Cada uno es como es. Por tanto, aunque la mona se vista de seda, mona sigue siendo. ¿Qué importa si somos de una manera o de otra, es que vamos a ganar una competición, un campeonato? Lo que más feos nos hace es la impostura, es la pretensión de algo que no somos, es ser esnob.
 
Las planta y las flores son para regarlas y cuidarlas, no para asesinarlas, cortándolas para lucirlas muertas y sin vida, llenas de tristeza y amargura.
 
En el amor no existe ni guerra ni paz, sólo existe la armonía, la belleza en todo lo que existe.
 
Si compites, vives enfrentada, luchando, pelando, haciendo la guerra, te harás fea y vieja, horrible. Tú optas y decides. Luego no des la culpa a los demás.
 
Si te pones metas, misiones, compromisos, etc., entonces serás eso que quieres: una guerrera sin feminidad ni erotismo. 
 
Nadie sabe lo que puede llegar en el futuro, salvo la muerte. Todos esos que pretenden adivinar el futuro sólo ven una parte de la realidad. Es como cuando uno va en un avión y ve lo que la vista puede ver abajo. Pero eso es un pequeña muestra de lo que es la totalidad, la realidad infinita.
 
Cuando decimos que hay que defender a los tuyos, que defendamos a los nuestros, etc., ya vamos por mal camino. Porque todos formamos una unidad indivisible. Si sólo le damos importancia a la familia, a los amigos y parientes, estamos construyendo un nacionalismo divisivo, confuso, que va a generar desorden. El mismo desorden que tiene cada país que quiere vencer a los otros y se cree lo más importante, siempre hablando, aclamando, halagando a los suyos, ya sean deportistas, artistas, o las fronteras divisivas, etc. Cuando la realidad es que todos formamos una unidad con todos, con todo.
 
No le pidas a dios que te dé fuerzas. Las has de sacar tú, comprendiendo la realidad de la vida, comprendiendo cómo funciona el pensamiento, el ego, el ‘yo’. Pues, dios o lo que sea que sea, no te las va a dar. Eso es una ilusión. Todo está en ti: la fuerza, el miedo, la alegría, el dolor. Y eres solamente tú la que lo tienes que comprender e ir más allá de todo eso, para poder ser libre de todo eso que te condiciona y nos fragmenta perdiendo energía.
 
No le pidas a dios que te dé fuerzas. Las has de sacar tú, comprendiendo la realidad de la vida, comprendiendo cómo funciona el pensamiento, el ego, el ‘yo’. Pues, dios o lo que sea que sea, no te las va a dar. Eso es una ilusión. Todo está en ti: la fuerza, el miedo, la alegría, el dolor. Y eres solamente tú la que lo tienes que comprender e ir más allá de todo eso, para poder ser libre de todo eso que nos condiciona y nos fragmenta haciéndonos perder energía.
 
¿Puede ser el perdón con condiciones? Si el perdón es el purificador del alma, el que limpia la mente, ¿cómo podemos proyectar en el futuro, que es lo que son las condiciones? El amor es lo más maravilloso y lo más peligroso a la vez. ¿Sabes por qué? Pues, porque no lo podemos manejar. El amor nos puede llevar del cielo al infierno, de la vida a la muerte, y al revés. Porque el amor es la vida en su totalidad.