1. ¿Sin libertad, la vida tiene sentido, tiene algún valor real y verdadero? Si nosotros necesitamos la libertad para vivir, como el aire para respirar, los otros también lo necesitan. Así que, esa empatía nos dará la comprensión para que podamos dejar vivir a los otros como quieran y necesitan. Sabiendo que si transgredimos y violentamos a las personas, todo puede ser peor: acabar en manos de la justicia, los juicios, la prisión, las agresiones, las venganzas, etc. Por eso, cada uno que haga lo que tenga que hacer, sabiendo el terreno que está pisando.
2. Para no ser la pendeja de nadie, eso sólo es coxa tuya y de nadie más. Hazlo posible, si puedes, y se acabarán tus problemas.
3. Si vemos que el matrimonio no nos sirve, es un contrato injusto, una pantomima. ¿Para qué es que nos casamos, es un negocio para sentirnos seguros, tener sexo? La seguridad no existe y todo lo que hagamos para sentirnos seguros, nos deja en la misma inseguridad.
4. Todo lo que queremos de una manera o de otra va a llegar a nosotros, pero ese deseo de conseguirlo va a tener su precio. ¿Podemos hacer que el deseo y la acción sean la misma cosa, no pensar y manosear lo que queremos y luego actuar para conseguirlo, haciendo de todo eso una estrategia? Pues todo eso de querer conseguir algo en el tiempo, nos divide del reto que es siempre en el ahora, generando desorden y confusión. El mismo desorden y confusión, que está en todas partes y en todos.
5. Cuando queremos y hacemos algo de verdad, ¿hay necesidad de reprochar a los otros las dificultades que tenemos y nos llegan sin cesar? Cada uno elige en cierto modo lo que quiere hacer de su vida. Y por tanto, ha de asumir esa decisión de hacer algo o no. Porque, el verdadero problema soy yo, no los demás.
6. El placer y su persecución, la repetición, nos lleva al dolor. Pues, anteponemos esa experiencia que ya está muerta, en nuestro recuerdo, al presente, al ahora, que están ahí y a los que hay que responder. Es como si tú me dices, Toni, llévame en el coche al trabajo porque se me ha hecho demasiado tarde. Y te respondo con escusas, evasivas y justificaciones, que no lo puedo hacer. Pues tengo que hacer algo que siempre me da placer, del que dependo y necesito como una droga. ¿Comprendes de qué se trata, de que estamos hablando?
7. Cuando una está cansada, ha de descansar, ¿no? ¿Dónde está el problema? Cuando tenemos hambre comemos, cunado no tenemos hambre no comemos, cuando estamos agotados no podemos hacer nada más, ¿verdad? ¿Por qué no vivimos de esa manera, en todos los ámbitos de la vida, con esa misma intensidad?
8. Una de las cosas más extraordinarias de la vida, es darse cuenta y comprender que el observador es lo observado, de que tú eres yo, y yo soy tú, de que todos somos básicamente iguales, pisamos el mismo suelo de felicidad, de amargura, el mismo suelo donde están todos los problemas y sus soluciones. Si lo comprendemos, entonces la vida ya no es esa cosa en que vivimos aislados, divididos y fragmentados. Sino que todo adquiere otro sentido, dónde podemos ir más allá de todo eso que nos parece tan desgarrador, amargo y molesto.
9. Las lágrimas son la respuesta de lo que tenemos y somos dentro de nosotros, a un hecho que nos desborda, emociona o nos causa dolor. Solamente podemos vivirlo y comprenderlo. El peligro está en dejarse llevar y acostumbrarse a los lloriqueos por todo.
10. Lo importante no es si podemos olvidar el pasado –una persona, algo que aconteció, etc.-, lo que es preciso es que ese pasado no interfiera en el presente, en el ahora.
11. ¿Por qué esas amenazas diciendo que cuando soy buena soy muy buena y cuando soy mala soy muy mala? ¿Es porque vivimos inadecuadamente, con amargura, sin entender lo que es la vida, el vivir cotidiano?
12. El papel que menos nos gusta, es el de ser vulnerable. Porque, eso quiere decir que puedo perder, sufrir algún daño. Pero, la vida no está hecha para que la vivamos a nuestra manera y capricho, huyendo de lo que es, la realidad.
13. En la vida hay situaciones que vivimos que los otros no pueden comprender. Pues hemos instituido el bien y el mal, lo bueno y lo malo. Pero, todo esto nos divide de los que creemos que van mal, generando toda clase de amarguras y desdichas.
14. Los dioses no son de fiar, porque los hemos inventado nosotros a nuestra medida y conveniencia. Así que estamos solos nosotros ante este universo maravilloso e inexplicable, en el que vivimos. Y sólo nosotros hemos de ser capaces de descubrir que es lo que genera nuestros problemas.
15. La vida es muy sencilla, aunque la hemos complicado nosotros con nuestros miedos e ignorancia. Por eso, para vivir la vida sencillamente, cuando tengo sed, bebo; cuando tengo hambre, como; cuando tengo sueño, duermo; cuando estoy cansado y agotado, descanso y me recupero.
16. Darnos gusto a nosotros mismo, nos hace fríos, egoísta, crueles, porque para conseguirlo hemos de tratar a los otros como si no fueran personas humanas, sino objetos para servirnos para ese objetivo de obtener el gusto y el placer. Y ese es el mismo paradigma que usan los tiranos, dictadores, que matan a las personas con tal de triunfar, por el gusto el placer que les proporcionan el conseguir el fin que persiguen: el poder, dominar, explotar.
17. Lo que está dentro de nosotros, la esencia de lo que somos, es ingobernable. Solamente podemos desacondicionarnos y ver lo que queda, lo que llega, que será lo nuevo y no tocado por la astuta mente.