Torni Segarra

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1. Ese dios del que hablas, aunque lo sabe todo, es tan bueno y amoroso, compasivo, no puede hacer nada por nosotros. Pues los dioses, son nuestros inventos, no existen. Así que estamos en esta maravillosa tierra, solos. Y lo único que podemos hacer es comprender toda esta vida, para que no nos llene de amargura y nos destroce.
 
2. La belleza es todo lo que es. Por eso, ¿qué importa lo que le venga al cuerpo? La belleza y el atractivo natural de cada persona, siempre estarán ahí.
 
3. El verdadero amigo es el que vive sin conflicto y por eso nos hace felices.
 
4. Uxia. El amor puede llegar en cualquier momento, día, mes o semana. Porque el amor está más allá de todo lo que digamos o no digamos, de todo lo material o físico.
 
5. Pero sea quienes sean las personas con las que nos relacionemos, siempre encontraremos algo que nos molesta y no cuadra con lo que nosotros queremos. Por eso, hay que comprender el deseo, llegar hasta su raíz parar ver cómo funciona.
 
6. Esto es un cuerpo, perfecto, bello y hermoso, sugerente, de una persona. Para los que se sientan atraídos por él, y por esa persona.
 
7. La ausencia de libertad, la dependencia psicológica, nos llena de miseria de manera que nos hace tiranos dictadores.
 
8. Creer en la existencia de dios, es hacernos una idea de él. Por lo tanto, al querer imitarlo, ajustarnos a él, nos generamos conflicto. Pero ese conflicto es el mismo que cualquier otro que tenemos, ya sea con el bien y con el mal, con el frío y el calor, con lo que soy y me gustaría ser. Pues ese dios, es una hechura de los hombres y por eso ha de ser lo mismo que los hombres. Lo que está más allá de nosotros, los hombres, al no conocerlo no podemos saber lo que es. Por lo que no nos podemos ajustar, ni imitar, ni desear, ni proyectar, en algo que no es.
Y tal vez, eso que no es, la nada, el vacío, sería la esencia de eso que conocemos por dios.
 
9. Para ser sabio –no un erudito, culto, intelectual informado, ni un inventor científico- lo que se necesite es ser libre, completamente libre de todo condicionamiento.
 
10. Si somos veraces,, si somos verdaderos, todos los que nacemos no triunfamos ni dejamos de triunfar, simplemente nos toca un papel y un destino. El pollito que nace en la selva, puede morir siendo matado por su hermano, que ha nacido un día antes. Y también el gusano, ya sea pequeño o grande, que la madre pájaro lo mata con su pico y lo lleva al nido para que alimentar a sus polluelos, pueden ser muertos en su infancia o juventud.
La vida tiene esa parte de crueldad –que no lo es, nos parece que lo es- dentro de la maravilla y el orden que tiene en sí. Por eso hay quienes nacen y mueren al poco tiempo, otros tardan más, y otros viven todo su ciclo vital.
 
11. Los designios de dios –los dioses- son inescrutables  Es decir, como todo es infinito, no podemos llegar ni al principio ni al fin de el porqué de la s cosas, de lo que nos sucede.
 
12. Mientras haya venganza, no habrá libertad. Pues seguiremos amarrados a ese de quien nos queremos vengar, hacerle algún daño.
 
13. El amor llega o no llega, al margen de lo que queramos o no. Él llega como un ladrón o la muerte, tiene su dinámica y su orden que nosotros no podemos comprender.
 
14. Aparte de eso que has expuesto, Yuridia, la debilidad de las personas ante las otras es lo que tenemos dentro cada cual. Según lo que uno quiera de ti, eso te va a afectar en la medida que lo quiera más o menos, Y ese es el misterio del amor. Que uno quiere con todo su ser, toda su energía, hacer lo que está haciendo.
 
15. Vivir un día más no es gracias a dios, ni de los dioses. Las gracias son para un plan incomprensible para nosotros, que hace que uno muera o no. Si se quiere decir a ese plan dios, entonces nos vamos a complicar la vida. Pues tu dios –o tus dioses- van a entrar en conflicto con los dioses que también tienen los otros. Que es lo que sucede con las religiones, y al igual con los clubes de fútbol, con las naciones, países.
 
16. Si tú dices que todos los hombres son cabrones, tú también lo eres. Pues todos somos básicamente los mismo, sufrimos, nos enfadamos cuando nos sucede algo que no queremos, tenemos miedo a la soledad, a la enfermedad, a la vejez, al dolor y a la muerte.
Así que el observador, que eres tú, es lo mismo que el que estás observando, el que dices que es un cabrón. Y tú responderás de la misma manera, ante los mismos retos y situaciones que él recibe, que le provocan el que tenga un comportamiento cabrón.
 
17. Por mucho que roguemos, pidamos a los dioses, si no hay una acción virtuosa, de compasión y de amor por todos las personas, y todo lo que existe, todo eso no sirve para nada, Es pura palabrería, miedo y temor a la vida, a nuestra vida tan pobre, mezquina y superficial, tan poca cosa. Solamente los hechos son lo importante, y a ellos nos hemos de atener, no a lo que queremos, lo que nos gustaría que fuera. Porque si es así, de esa manera no nos dividimos y la gracia, la virtud, el orden, que es amor, pueden ser.