Los niños mienten como mienten sus padres, parientes, vecinos. Les cuentan que los niños los traen en una cigüeña, les hablan de los reyes magos, o de otro personaje navideño, etc. Y ellos son una reproducción de nosotros. Y de la misma manera, son crueles, brutales y violentos.
Si uno pierde sin amargura, no hay ningún problema. Perder es un término peyorativo que no describe la realidad del término. Todo lo que nos sucede si sabemos verlo dentro de su contexto, sentiremos gozo, alegría. Porque, si hay comprensión la vida es una celebración del hecho del vivir.
El café una droga adictiva, menos peligrosa que las otras drogas. Pero, si se abusa se altera la conciencia, te acelera, te pone excesivamente despierto y activo sin ser el momento adecuado y oportuno.
Fernanda. ¿No tienes ningún problema a la hora de dormir o de serenarte, quedarte en silencio?
No me digas que no te altera. Es como el que bebe mucho vino y no le pone, y no le coloca un poco. ¿Eso puede ser?
El karma termina cuando llega el amor. Porque el amor es sin tiempo y el karma es el pasado, que es tiempo.
Eso mismo te podría decir a ti: que no entiendes lo que se ha escrito. Porque se entiende muy claro: el ser humano no puede abarcar el infinito. Porque, somos la parte. Y la parte no puede abarcar a la totalidad.
Pero la vida es tan misteriosa y compleja, que con todas esas cualidades todo puede fallar y no salir como nosotros queremos, deseamos.
La vejez no es difícil, es complicada. Porque todo desaparece. Es como una planta o un árbol que va bajando hacia la muerte, todo lo va perdiendo. En el hombre, también pierde a sus amigos, parientes, etc.
Eso es una utopía como la no violencia, el no hacer ningún daño. Una cosa es amar. Y otra querer lo imposible: que nos amen a todas horas.
Las personas no somos felices –tal vez, no lo podemos ser-, por eso vamos en pos de ella para atraparla. Y esa es nuestra vida: quiero, pero no lo puedo conseguir. Pero cuando te das cuenta de ese juego de la mente, es cuando tal vez, llegue eso que tanto anhelamos: la felicidad, la calma, la serenidad, el fin del deseo y su ansiedad.
La mente tiene la capacidad de inventar, ver y oír, etc., lo que le interesa.
En cuanto al tiempo psicológico, como ayer, hoy y mañana, es el invento del ‘yo’, que es el invento del pensamiento. El pensamiento como no entiende la realidad, porque es divisivo y tiene miedo, inventa otra realidad que la dirige y maneja el ‘yo’.
¿Por qué siempre encaramos la vida, y los retos que nos llegan, en términos de perder y ganar? ¿Podemos vivir sin perder ni ganar, sino verlo todo como una sucesión de hechos encadenados que nos tocan vivir queramos o no? Porque todo tiene su relación: pongamos que me quejo del trabajo, del tener que ir cada día a trabajar. Pero, resulta que tengo que comer, tengo que pagar lo necesario para tener el apartamento adecuadamente –luz, agua, el ascensor, la limpieza, etc.-, tengo que vestirme. Entonces, el quejarse es una costumbre, un condicionamiento heredado de los que nos han precedido.
¿Descubre si puedes vivir, no como si estuvieras jugando un partido de fútbol o de tenis –que hay que ganar-, sino con armonía con el entorno, con las personas que te relacionas, sin conflicto? Puede que tal vez, veas las cosas de otra manera y todo cambie y funciones sin esfuerzo ni contradicción.
Eso que tenemos son las glándulas sexuales, hiper activadas por el deseo del siempre más y más placer. Todo ello mezclado y reafirmado, revalorizado, con la vanidad y la seguridad que nos proporciona.
Robar es algo que siempre hemos hecho, desde siempre. Primero, se roba por necesidad, luego por capricho y costumbre. Uno ha de saber que esa costumbre de robar está en lo más profundo de nuestro pensamiento-mente. Por lo que, uno ha de tener justo lo necesario para no provocar esa costumbre de robar.
El problema es muy grave, pues nosotros tenemos miedo de ser menos que los otros, de quedarnos solos, de no ser nada, entonces una manera de evitarlo es tener todo lo que tienen los otros. Y como eso no es posible, entonces lo quitamos a los que tienen eso que nosotros no tenemos. O sea, que el robar, si no es por una urgencia de comer, etc., se ha convertido en un asunto que nos proporciona placer.
Hay personas jóvenes que son como viejas. Y personas viejas que son como jóvenes. Todo depende de lo que uno haga, de lo que tenga dentro de sí, de la actitud que con que gestiona los problemas.
La resistencia es un conflicto, que nos genera confusión y desorden. Es como tener unos zapatos que nos aprietan los pies y aguantarse y resistir el quitárnoslos. Ese conflicto hasta que no sea resuelto, será el que generará todos los males que tenemos: relaciones inadecuadas, problemas con las cosas que utilizamos, como querer abrir la puerta rápidamente, si ésta no se abre, forzando la llave, etc.