Torni Segarra

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J Eddy, si alguien me insulta ahora, ¿por qué no puedo morir a ello en este mismo momento que sucede? Si no paso de ese insulto, entonces eso que sucedió -el pasado-, es lo que se interpone en la relación entre yo y el otro. Y así es como vivimos. Porque queremos ganar, triunfar, destrozar al otro. Y de esa manera, como no se puede vencer a nadie del todo -aunque lo eliminemos siempre quedan los parientes, los amigos, los que lo conocían, que quieren vengarse-, siempre estamos viviendo con miedo, enfrentados, en conflicto.
 
He leído tu entrevista de ayer. Creo que es un poco exagerado lo que dices. Porque, de una manera o de otra tenemos que morir. Ahora mismo con el cierre de establecimientos sanitarios y los problemas para acceder a ellos, los problemas a la hora de comprar los medicamentos, el desempleo, etc., ¿cuántos han muero y morirán sin que salgan en ninguna estadística? Pues nada, al que le toque morir, morirá.
Eso no quiere decir, que no haya que informar que como tú dices: ‘Los ricos -y los que no lo son- mueren por exceso de atención médica -in gesta de medicamentos’. Gracias.
 
Lo que quiero decir, es que cuando vamos muy acelerados -otra distracción, porque es un error- no podemos atender los requerimientos del ego, del ‘yo’, que es el que miente, tanto por miedo, o por deseo de satisfacernos de algo. Por eso, cuando estamos muy atentos a todo, uno tiene más capacidad de decir sí, cuando es si; y decir no, cuando es no; tenemos más capacidad para ver los movimientos de la mente.
 
Lo que tú, Enghelbert decías, es que como siempre no podemos estar en la atención óptima, pues es entonces cuando el ‘yo’ aparece y va a su bola, a su aire, y es cuando miente y falsea la realidad. Si estuviéramos siempre en atención, no tenderíamos miedo, ni deseos que nos hacen mentir.
 
Todo, sólo, se trata de percepción. ¿De dónde viene la percepción? Eso no lo sabemos, porque sería llegar al principio del origen de la vida -y eso no es posible porque el infinito nos lo impide, ya que no hay principio-. Por tanto, la percepción no tiene que estar distorsionada, por dogmas ni dependencias. Y esa percepción es sin saber quién observa, pero sí que se percibe lo que sucede, donde nada podemos hacer para intervenir o no intervenir.
Pero el problema está en que esa percepción tan total, viene y no se queda para siempre, sino que llega caprichosamente y también se va de la misma manera. Hay otra circunstancia: ¿por qué a unos les viene y a otros no, a unos les viene quedándose más tiempo que a otros?
 
No está tan claro, Fernando. Los que han sufrido mucho y han visto mucho los bordes de la mente, siguen siendo violentos. Lo que quiere decir que el dolor solamente no puede facilitar el que llegue esa plenitud en la percepción. Ha de haber algo, que lo desencadene que está más allá de nuestro control.
 
El enteógeno o la mezcalina pueden llevarnos ahí. Pero cuando se acaba el efecto, eso desaparece.
 
Se trata de la energía que se pueda aportar. Cuando el cerebro -el pensamiento- tiene mucha energía, va tan rápido que desaparece su invento, que es el ‘yo’. Pero, al no poder continuar con esa energía que lo hace indivisible, vuelve a dividirse y a operar el ‘yo’. Y esa es nuestra vida. Buscando ir más allá de ese ‘yo’, mediante el canto, los rezos, los ejercicios extenuantes, no comer, viajar, etc., depender de alguien anulándose. Pero todo eso sigue siendo pasajero, va y vuelve.
 
Las religiones se inventan por el miedo que tenemos al no comprender la vida ni todo lo que la envuelve, incluida la muerte.
 
Quiero decirte, si es que no lo sabías, que en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial, muchos testigos de Jehová fueron fusilados por negarse a empuñar un arma para ir a la guerra.
 
Es como los anteriores, pero adaptado al presente. Es decir, para el imperio ahora toca este. Y es lo mejor para que siga siendo el imperio.
 
Gracias, por la información. Qué es básicamente lo mismo, pero desde el otro lado. Yo tengo la razón, tú no la tienes. Así que vamos a dominaros, obligaros, a destruiros. Tan viejo como la humanidad.
 
He leído tu entrevista en el diario…, de ayer. Gracias.
Todo es una repetición del mismo paradigma de egoísmo, de corrupción. No solo el imperio británico robó en los países que invadió y dominó, cada cual hace lo mismo si puede. Y lo mismo sucede con los inventos que ahora nos llegan -Internet y sur variadas formas y modalidades-. Eso también les sucedería a los que inventaron la escritura, habría unos que se sentirían perjudicados, pero otros beneficiados. Los conservadores egoístas, que tantos hay en las monarquías y reinos, se pondrían temerosos por ver que sus corrupciones, mentiras y prebendas, podrían estar escritas y ser una prueba contra ellos. Pero, a su vez, también algunos poderosos verían las ventajas burocráticas que la escritura comportaba. Y si hay dinero que ganar, todo lo que se anteponga es barrido como en un sutnami.
Así que Internet y todo lo digital, como genera dinero, al acelerarlo todo más, pues se quedará entre nosotros, como la luz, los telégrafos, los coches, los aviones, la radio, los teléfonos, la televisión, los móviles y sus múltiples aplicaciones.
 
Tenemos un problema, que es de falta de inteligencia, cuando negamos o afirmamos algo rotundamente, entrando en conflicto con los otros. Por eso, como todo no lo podemos saber, decir que sí o que no, es el error que genera la ausencia de inteligencia. ¿Se puede comprender el infinito? No, lo podemos. Pues, si no podemos entender el infinito, no podemos saber todo.
Uno puede estar el resto de su vida, negando algo. Y otro también, pasarse el resto de su vida afirmando lo que otros niegan. Por lo que todo es una especulación, una pérdida de tiempo, una ilusión y entretenimiento.