La hierba -la marihuana- y el hachís -derivados del cannabis-, estaban legalizados. Donde hay unas tiendas -caffee shop-, donde se podía comprar y consumir. Donde está prohibido el consumo de drogas más fuertes.
Pero, desde hace unos meses están diciendo que los quieren suprimir, creo que ya han restringido su actividad y venta.
Mientras los musulmanes -con los islamistas actuando- sean un peligro para occidente, los cristianos, EEUU y Europa van a mantener a Israel para que haga el trabajo sucio de policía, guardián de la zona. La vida funciona así, si los musulmanes no fueran un peligro, no lo mimarían de esa manera. Aunque está el lobby judío norteamericano y sus millones de votos.
"Esa persona es considerada como la mejor (entre los yoguis) que juzga lo que es la felicidad y la tristeza de todos los seres, por la misma norma que se aplicaría a sí mismo."
Lo que se dice y se describe, no es lo descrito. Los hechos son lo que realmente somos. Los cristianos dicen: ama a tu prójimo como a ti mismo. Pero, tampoco es un hecho, es una idea o teoría, lo que debería ser, lo que me gustaría que fuera. Pero, eso no es nuestra realidad, es una ilusión.
“Sólo el hombre sabio, sólo aquel cuyos pensamientos son controlados y unificados, hace que le obedezcan los vientos y las tempestades del espíritu. Los soñadores son los salvadores del mundo. Aquel que lleva en el corazón una visión maravillosa, un ideal noble, algún día lo realizará”.
Una persona para tener algún poder, tiene que entregarse a eso que quiere controlar, hacerse uno con eso que quiere que le obedezca. De lo contrario, llegará el conflicto entre la realidad y lo que quiero. Y todo será una continuidad de la manera tan tonta como vivimos.
¿Puede alguien caer en un río que baja desbocado, embravecido en su corriente que todo lo arrastra, dominarlo y sobrevivir, sin dejarse llevar a la deriva y entregarse a él? No nos hagamos ilusiones, si no fuéramos afortunados pereceríamos.
El ‘yo’, se da cuenta que es un obstáculo, cuando haga lo que haga no soluciona los problemas. Entonces, es cuando se calle desbordado por la evidencia, el miedo, el temor a complicarlo todo más. Es como un niño, inexperto e ignorante, que quiere hacer y dirigir lo que hacen los mayores. Pero cuando está en ello, se da cuenta que no es adecuado, y tiene que ceder en su acción para que el desastre no continúe.
Para eso, uno tiene que haber visto el abismo donde se encuentra, o haber estado con el agua al cuello. Donde esa visión es la misma acción.
Todo lo que no son hechos, ¿qué sentido y valor tiene? Uno puede hablar de la reencarnación, de la lógica que tiene, de las experiencias de los otros, o de uno mismo. Pero todo eso no es un hecho, porque uno ha pasado por eso. Es como decir, que uno cree en dios, porque existe. Pero, ese no es un hecho, eso es un invento de dios hecho a nuestra medida, es un dios de diseño. Y a nosotros nos gusta todo lo de diseño, lo exclusivo nuestro. Pero, eso no es lo real y verdadero, sino una ilusión que nos da comodidad y nos divierte.
La utopía sirve para que el ‘yo’ tenga trabajo y actividad. Y así, nos divertimos y entretenemos.
Cuando uno ve que no es nada, entonces es cuando ve que es todo.
¿No sé por qué no puedes ver que el cambio en términos de tiempo psicológico es una ilusión? Has publicado un texto que dice, que cada vez que me acerco a algo que yo quiero -la utopía-, eso no lo puedo coger ni conseguir porque se aleja. Entonces, Jahaziel, ¿qué es lo que quieres? Estás confundido. Porque si la utopía no se puede conseguir par qué jugar con eso. Es como querer ir a un sitio, haciendo un viaje, que no existe, sino que sólo existe en tu imaginación.
Si decimos, ‘si tienes el coraje’, eso es como un premio que nos dan. Pero si decimos, que si uno tiene la posibilidad de tocar la vida por primera vez… Todo cambia. Porque, en la realidad todo es misterioso, caprichoso, sorprendente, de manera que: todo nos llega. Nosotros, tal vez, sólo podemos estar abiertos.
Para Xavier Morlans Molina, profesor de Teología Fundamental de la Facultad de Teología de Cataluña.
He leído tu escrito, ‘La situación del creyente’, 5 – 5-2013, en…
El dolor psicológico es lo que nos hace diferentes de los animales. Un animal puede tener una pérdida ya sea de un pie, de un dueño, puede cambiar de donde vive, pero no sentir ese dolor tan perturbador, que nos puede destruir. Esto es porque ellos al contrario de nosotros, no tienen la memoria psicológica -y si la tienen es muy primaria, muy poco desarrollada-.
Nosotros, al tener la mente desarrollada, de manera que podemos recordar lo que ya hemos vivido -el pasado-, o lo que podríamos vivir -el futuro-, el dolor es siempre dentro de nosotros. Por tanto, ese dolor, ¿cómo puede terminar? Solo puede terminar cuando comprendemos ese proceso del tiempo, que se desarrolla en el pensamiento. Toda la memoria, todo lo que hemos sido durante miles de años, forma parte de ella, está ahí contenida. Por eso, todo lo que nos ocurre, tiene que pasar por el cedazo de la memoria, contrastando con lo que ya conocemos, que es lo que nos da seguridad.
Es decir, al responder al reto que nos viene, divididos, ya que al no tener toda la atención con ese reto, no podemos disponer de toda la energía necesaria para que no salga ningún fragmento. Pues, si hay un fragmento, nos dividimos, llega la confusión, el conflicto. Y el dolor es todo esto: desorden, confusión, conflicto, división, enfrentamiento. Y todo esto, nos hace víctimas y verdugos, intercambiando los papeles a cada instante.
Gracias, por tu contestación. Si decimos, que hay esperanza como si no la hay, ya estamos dentro del ámbito de la división. Pues, toda afirmación asertiva hace que opere el ‘yo’, divisivo, generando conflicto entre las dos posibilidades que siempre hay a la hora de investigar la realidad.
Por eso, te dije que el problema del creyente -en dios, etc., lo que sea- es que se tiene que enfrentar al infinito. Y el infinito es algo infranqueable, porque abarca a todo lo que existe: la esperanza y la desesperanza, el bien y el mal, lo dual y lo no-dual, los creyentes y los que no creen en nada, lo que uno dice y lo contrario que dice el otro.
Por eso, para una persona verdaderamente religiosa no le es posible juzgar, ser juez. Porque, la decisión que tome va a ser divisiva, contradictoria, conflictiva, va a hacer un agravio, daño. Con afecto.