Torni Segarra

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1. Como no cabe la respuesta al correo electrónico que me han enviado hoy, en el que hablan sobre el conflicto entre los terroristas integristas fanáticos islámicos y el estado soberano de Siria, os lo envío por este medio.
Antes que nada, no hay nada todavía probado en cuanto a lo que ustedes acusan, recuerden a Irak y los millones de muertos y asesinados, tan sólo por un deseo de unos estúpidos que creen que pueden dominar el mundo a su manera. Pues se falsificaron los documentos diciendo que allí en Irak, había armas de destrucción masiva, pero que no existían en absoluto. Un diario serio –La Vanguardia de Barcelona- publicó hace unos días, una crónica en la que transcribía opiniones de terroristas islámicos en la zona, que decían que un príncipe árabe les había enviado unos depósitos de gas que ellos no sabían manejar y les explotó causando la muerte a las personas, y que eso no era la primera vez.
Ustedes que defienden a los que son masacrados, no se acuerdan que están masacrando, haciendo un genocidio desde hace setenta años contra los palestinos árabes. Les han robado a sangre y fuego las tierras, los campos, las casas, han construido un muro igual de vergonzoso e inhumano como el de Berlín –el llamado Muro de la Vergüenza-. Han asesinado a millones en todo este largo tiempo y aún siguen con ese sanguinario genocidio. Y todo ello, con el beneplácito de los EE.UU., y también de Europa, ya que si no fuera por ese apoyo no serían nada de lo que son militarmente, política, ni como nación.
Si hacemos caso a lo que dicen los llamados libros sagrados –que no los son, pues todo es sagrado aunque algunos no lo crean-, entonces estaremos acabados. Pues esas ideas fanáticas, supersticiosas, nos dividen y nos enfrentan, nos generan conflicto y violencia, las matanzas con sus carnicerías en masa. Porque tú dices que tu religión, es la verdadera pero el otro dice lo mismo. Y lo mismo pasa en política: cada uno tiene sui idea que crea la perfecta y adecuada. Pero toda idea y teoría, de la clase que sea, nos lleva al enfrentamiento, a las barbaridades que hacemos con violencia y a la matanza. Los nazis, los comunistas bolcheviques, los fascistas, etc., todos dicen que su idea es la perfecta para organizar la vida. Pero eso es una ilusión, porque ya sabemos cuál fue el resultado en el siglo pasado, siempre.
Ahora tenemos el mismo problema, por una parte están los israelitas, los judíos, por otra los árabes. Los dos dicen que son ellos los dueños de la tierra de Palestina, y como no se ponen de acuerdo viven en conflicto y en guerra permanente. Así que toda idea o teoría religiosa, política o de otra índole, nos lleva a la guerra. Y la guerra es lo peor que nos puede pasar. Por eso, me ha extrañado que ustedes todavía quieran más guerra, parece que son guerreros que disfrutan asesinando a seres humanos como ustedes, como yo o como cualquiera,
Por eso, creo que deberían de profundizar e inquirir en qué es la vida, el ser humano, comprender qué es la relación, comprender cómo funciona el pensamiento. Y si trabajan en ello, si son afortunados y sensibles, tal vez, se den cuenta que la violencia y la guerra es el peor veneno para toda la humanidad.
 
2. Obama y su camarilla son los nuevos locos, como antes lo fueron los Bush, etc. Es la misma historia de un imperio, sanguinario y cruel como todos, para seguir siéndolo.
 
3. Para que la comunicación, la relación pueda existir, hay que mirar en la misma dirección. No en direcciones contrarias y antagónicas, pues eso genera división y conflicto, enfrentamientos, odio y rechazo.
 
4. Para ser feliz no basta con ser uno mismo. Ahí están los hechos, lo que hacemos ante cada reto que nos lanza la vida.
 
5. Si nosotros nos entendemos total y verdaderamente quiénes somos, cómo somos y cómo funcionamos, es de la única manera  que también entenderemos, comprenderemos y conoceremos a todos los demás, a toda la humanidad.
 
6. El dolor es purificador, es el motor que nos mueve, nos detiene y nos vuelve a mover. Sin dolor la vida no podría ser tal y como es, tal y como la conocemos.
 
7. Todos podemos ser capaces de hacer llorar a otra persona. Porque, lo que para alguno puede ser una broma, para otro puede ser una ofensa, un daño.
 
8. Sea lo que uno sea –de derechas, de izquierda, de centro, creyente o ateo, nihilista, pacifista o guerrero, etc.-, por ese mismo hecho de ser y creer en algo, ya estamos creando antagonismo con los otros que también creen en algo diferente. Por eso el vacío y la nada, es la esencia de la verdad, la virtud, el orden.
 
9. Daxi. Lloramos por emoción, por un dolor que nos atrapa, podemos llorar por una frustración o alegría, al despedirnos o al vernos. Pero como todo es infinito, el llorar también puede convertirse en un problema, pues cada cosa que nos sucede, en realidad puede ser motivo de alegría o frustración, y llorar por ello.
 
10. Pero mientras esos cambios locales, nacionales, globales, no llegan ¿qué vamos a hacer, hablar de ellos sin para, divulgarlo, escribirlo, cantarlo, representarlo en cine, teatro, en televisión? ¿O tendremos que empezar a hacer nosotros, cada uno, lo que queremos que hagan los otros -los políticos, lo dirigentes, los jefes, los compañeros de trabajo, los vecinos-?
 
11. Tienes razón, Lupizz. Pues como no se puede medir la intensidad en que uno siente el dolor –pues no hay un aparato, un dolorómetro, que lo pueda medir-, nadie sabe por lo que pasa cada cual. Uno puede sentir mucho dolor ante un hecho y otro no sentirlo tanto.
 
12. La noche y el día, para la vida son lo mismo, se complementan para que el mundo sea como es. La noche tiene la peculiaridad, que al tener aún la parte animal dentro de nosotros, sentimos el peligro que ella tiene para los animales, la oscuridad, la soledad, el silencio, el estarse quieto sin poder moverse, la inseguridad de que al estar dormido nos ataquen y nos maten. Por lo que, todo ese coctel, todos esos factores mezclados, hacen que se haya generado en las ciudades tal y como son las noches, para unas ciertas personas: un lugar aparte, retirado, escondido, donde uno puede hacer cosas que no hace durante el día.