Cuando observamos reaccionamos según nuestro condicionamiento. Por eso, comprender y estar libre del condicionamiento es preciso para no tener una mente distorsionada ni confusa.
Si no puedes escribir lo que tienes en tu corazón, es porque la realidad, lo que es, no se puede transmitir por palabras.
Ah, Jaime, la mente es ingobernable, ella va por su cuenta. Así que hemos de vivir con eso que la mente, el pensamiento nos trae. No podemos huir de ello, ni pretender cambiarlo, pues entonces generaríamos conflicto, complicándolo todo más. Ya que a más desorden y confusión, la mente también nos trae peores imágenes.
Todo es un viaje que no coincide con ningún plan, ni programa. Sólo sabemos el resultado de vivir, que es nacer, crecer, plenitud, deterioro, y al final la muerte.
Cuando no miramos en la misma dirección, no puede haber comunicación, ni relación.
Los amigos son como los médicos, que ayudan, pero no pueden resolver los problemas. Ya que ese es nuestro trabajo, el de cada cual.
A una persona no se la puede dominar. Pues en ella está el instinto de hacer lo que quiera, de su libertad.
Hagamos lo que hagamos, para vivir unos han de morir otros. Cuando nos toca a nosotros es cuando nos damos cuenta lo difícil que es comprenderlo, asumirlo y vivirlo con naturalidad, sin hacer ningún problema. Pero eso es la única solución a nuestras vidas: comprender cómo son y cómo funcionan.
Para que sea la eternidad, ha de haber una unidad total: el pensamiento, el cuerpo, las sonrisas y las lágrimas, los deseos.
Dios –los dioses- cuidan de nosotros hasta que dejan de hacerlo. Y entonces, llegan los desastres, la confusión, el perderse. Hasta que nos dejamos llevar por la vida y que haga lo que quiera con nosotros –que podría ser matarnos-.
Todo el problema de la inmigración de África hacia Europa, tiene su origen en la economía. No es política ni racista. Pues para que los inmigrantes no vengan a Europa, ellos han de poder vivir como lo hacen lo europeos. Y como eso Europa no lo puede solucionar, no hará nada para resolverlo, ya que los europeos vivimos de la rapiña del tercer mundo, de los pobres, todo seguirá igual: viniendo en barcazas y pateras, o por los medios que puedan. Con sus millones de muertos en el mar, en las carreteras, en el desierto.
El problema es de pobres y ricos. Es el mismo problema que existe en Europa entre los pobres y los ricos. Los pobres no quieren ser pobres y los ricos no quieren dejar de serlo. Pero para ser ricos hemos de generar la pobreza de los pobres Ese es el drama de las personas sensibles que ven todo el problema: que la solución aunque está ahí no la podemos hacer realidad.
Por lo que cada cual ha de hacer lo que quisiera que hicieran las autoridades, los que mandan, los políticos.
Esta mañana te he visto en…, cuando respondías a diversas preguntas.
Y de todas las respuestas que has dado a los problemas económicos, enumerando a los que tienen prebendas del estado, te has olvidado u omitido adrede a la Iglesia Católica, que no paga ciertos impuestos, tasas, etc., recibe centenares de millones.
Puede que seas un devoto católico. Pues has hablado también de tus caminatas a las que te habías desafiado, por si perdías, a ir a pie a un santuario. Y ahora también quieres ir a una catedral caminando, como un nuevo desafío. Y, si no fueras devoto, si no tuvieras beatería, no irías tanto a esos sitios, subirías una cuesta para ir a una fuente o a para ver una panorámica que te diera paz y sosiego.
También has dicho, después de despotricar contra la monarquía, que si te hubieran invitado a ir con ellos a un acto, hubieras ido. Entonces, ¿cómo quedamos estás as favor de su vida corrupta e inmoral, sí o no? Porque cuando uno renuncia a ir con una persona que es corrupta, se le da la lección sin palabras. Pero claro, tú eres político, es decir siempre estás haciendo política.
Aunque tienes toda la libertad para seguir siendo un devoto católico, idolatra de piedras pintadas o vestidas, a los que llamáis santos, vírgenes, salvadores, etc.
Finalmente quiero decirte, que tienes un punto demagógico-populista, pues tú sabes que los problemas humanos –económicos, morales, de justicia, de respeto, de libertad- a nivel gubernamental no se pueden solucionar. Por eso si ganaras el poder, harías como todos usando las mismas palabras para que se acoplaran a tus planes, como usarías todos los resortes para mantenerte en el poder: la monarquía, la iglesia, los jueces y los tribunales, las instituciones gubernamentales, la ley, las viejas normas. Y tus electores que confiaban en tus palabras y tus planes, te odiarían y te dejarían, o seguirían contigo con su ignorancia, como borregos.
Te he visto esta mañana, cuando participabas en la tertulia del programa…
¿Por qué dices que protestar no es sagrado -aunque sea del aborto-? Es sagrado porque la vida de la madre es sagrada, al igual como el estar embarazada. Pero lo más sagrado que hay es la libertad. ¿Cómo te puedo obligar a que dejes ese diario, que es un panfleto, esparcidor de odio, enaltecedor de todos los más asesinos de la historia, que pretende instalar a la sociedad actual como la de los años cincuenta del siglo pasado? Un diario que enaltece y promueve la tortura y asesinato violento de los toros, por placer y diversión, que quiere que sea la fiesta nacional. Ese es tu problema, y el mío también. Pero has de ser tú la que vea el veneno que te tomas todos los días, conformando la realidad a vuestra conveniencia, que es la de vuestros lectores carcas conservadores.
Por mucho que te diga y argumente, has de ser tú quien lo vea, vea todo el peligro que tiene dividirnos de los demás, pues eso quiere decir que internamente también lo estamos. Y esa división trae el conflicto como resultado, la violencia y la guerra.