Torni Segarra

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1. No está tan claro, porque cuando descansamos y nos reponemos también dejamos de gastar energía,. Para luego tener más energía y gastarla en algo que hemos proyectado.
Lo que quieres demostrar, Alfeon, es que la energía sólo puede usarse en una dirección. Y eso en psicología, en espiritualidad, es el inicio de la pérdida de energía, porque te divides de la realidad que es polivalente, lo nuevo y no descrito, ni oteado por la astuta mente, Es decir si estamos divididos, hagamos lo que hagamos, generamos desorden y confusión en todos los ámbitos, ya sea sexual, social, relacional, en el trabajo, en lo político, durmiendo, comiendo, etc.
 
2. El ego, surge del único pecado que hay: la división.
 
3. También salen ganando los neocon fundamentalistas cristianos de EEUU. Que ya hace unos años decían que iban a cristianizar a todo el mundo -aunque dijeron que no sabían cómo lo harían-
 
4. ¿Hay algo como el progreso o la evolución espiritual? En el progreso, la evolución, está implicado el tiempo. Y la experiencia del ser, de la verdad, de la realización, es ahora, sin tiempo como pasado y el futuro, el presente que va entre ellos.
 
5. He estado en varios países diferentes, he vivido en el campo, en una isla de moda en el Mediterráneo, Ibiza, donde pasan millones de turistas cada año, he trabajado un un instituto de enseñanza y en un ambulatorio médico, y siempre me he mezclado con las personas. Y aunque he conocido bunas personas, sencillas, despiertas, y algo sabias, el nivel de profundidad que tienes tú, por ejemplo Martín, no lo alcanzaban. Es a eso es lo que me refería.
Aprovechando la ocasión, propongo este tema para ver hasta dónde llegamos. Primero, le dice un filósofo a otro: la vida y la muerte son lo mismo. Y el otro filósofo le dice: entonces por qué no te matas. Repuesta: porque ya estoy muerto.
Segundo, si aceleráramos todo el proceso de la vida, como se hace en algunos documentales donde una planta de maíz crece, se desarrolla y muere en unos segundos, donde la vida y la muerte se confundieran y unieran, ¿qué es lo que quedaría, qué es lo que sería, vida o muerte, o nada de las dos?
 
6. Sí Gabriel, eso relaja, porque nos da paz, y nos da otra prospectiva de quiénes somos. Y también cómo son los demás. Pero, ir tan cerca del peligro sin una necesidad, sin una misión en que se beneficie alguien más que uno mismo, ¿qué sentido tiene, sino reventar para que salga la energía excedentaria que hemos acumulado con las comodidades, sobrealimentación, etc.?
 
7. He leído tu escrito, ‘Construir conocimiento’, en el diario…, de hoy. Gracias.
El problema del profesor, es que él ha de ser eso que quiere enseñar y transmitir. Primero que nada, antes de informar la materia específica, tiene que enseñar cómo se vive en la manera que le es posible en un aula. Tiene que ser educado y respetuoso, puntual y sincero, ser directo sin ser arrogante. Ha de ser limpio, con moralidad y no corrupto. No dar demasiada importancia por la materia que enseña, para no estar obsesionado. Y después, en el ámbito específico de la materia que enseña, tiene que dominarlo, siendo un experto.
Para todo ello, necesita serenidad, inteligencia, estar un tanto al margen de las directrices del centro, de la sociedad donde vivimos, del establishment. Es preciso, si quiere que algo nuevo surja en los alumnos, que muera al viejo patrón y paradigma del esfuerzo, del deseo de ganar y triunfar. Pues todo eso, es lo que nos hace vulgares, superficiales, hace que banalicemos la vida, la hagamos demasiado mundana.
¿Por qué si uno ve la necesidad de madrugar, tiene que representar un esfuerzo? Por eso, el esfuerzo es la señal de que la inteligencia, la comprensión, no está operando. Cuando uno se esfuerza para conseguir algo está actuando de manera fragmentaria y confusa. Pues al estar fragmentado, dividido, la totalidad de la energía no puede llegar, operar. Y la inteligencia es la totalidad de la mente, sin fragmento alguno, es la totalidad de la energía que podemos recibir. Para que podamos ir más allá de nuestro condicionamiento que nos dice que uno tiene que esforzarse, del ‘yo’, y pueda florecer la compasión, algo que no ha sido tocado por el pensamiento repetitivo y viejo. El patrón del esfuerzo es lo más viejo que hay, porque es la respuesta de nuestro condicionamiento heredado del animal.
Y si uno quiere enseñar algo realmente interesante, tiene que ir más allá de ese condicionamiento que está ahí, para que llegue lo nuevo, lo que nada tiene que ver con lo viejo y repetitivo. Entonces, el profesor tiene magnetismo, las palabras apropiadas, el orden preciso para hacer que la estancia donde imparte su enseñanza sea agradable y con comodidad.
 
8. El sabio no ejerce ninguna autoridad, aunque la tiene. Sino no sería sabio. Sabio quiere decir que sobre sale en saber de las cosas y de la vida. Y el que sabe la manera cómo funciona la vida, genera autoridad. De la misma manera que cuando uno tiene algo, él es la autoridad de ese algo: ya sea una casa, un negocio, un terreno, un coche o una bicicleta.
Ahora bien, todos tenemos algo de autoridad, ya que todos tenemos algo: por lo menos el cuerpo, pero podemos ir más allá de esa autoridad. Es decir, no sacar beneficios engañando, explotando, siendo cruel, etc., de esa autoridad de la que no se puede huir.
 
9. Cuando uno tiene todo el tiempo para mirar, sin prisa, sin esa presión que es como algo que nos succiona o empuja para que hagamos y hagamos, es cuando aparece lo nuevo. Queremos hacer algo y cuando eso que queremos no sale, porque no parece posible, empujamos, presionamos, nos hacemos brutales y crueles. Pues a la vida no se la puede derrotar. Si uno quiere abrir una puerta con la llave y no pude, forzar y empujar, insistir, es querer derrotar a la física. Pero si se toma tiempo viendo por qué no puede abrir la puerta, tal vez se dé cuenta que la llave no era la adecuada, ya que estaba usando una parecida.
Y lo mismo sucede en el ámbito psicológico, que queremos lo que tenemos en la mente, hagamos lo que tengamos que hacer con tal de conseguirlo. Por lo que no damos opción para que la inteligencia pueda operar. Pues la inteligencia queda bloqueada por el tiempo psicológico, que es el llegar a ser, el querer huir, cambiar o conseguir algo. Y la inteligencia sólo puede ser sin tiempo, sin que exista el pasado, el presente y el futuro, que es el devenir con sus proyectos e ilusiones.
Por eso, para que venga lo nuevo hay que morir a lo viejo. Y lo viejo es ese deseo insaciable de devenir, de más y más, de hacer sin enterarnos de lo que realmente está pasando. De ahí toda la división, la confusión, los conflictos con su violencia, las masacres de las guerras.
 
10. Pero, si no hay un predominio ni del Ying ni del Yang, es decir hay un empate entre la vida y la muerte, ¿qué es lo que queda?