Torni Segarra

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Gracias, Marcial, por tu amistad. Te contesto por aquí lo que estábamos tratando, porque por las otras vías me pone dificultados el ordenador.
Con todos los respetos, creo que eres un tabulador. Empecemos por el principio: me escribe Susana -administradora-, que según ella me conoce, y me dice que quiere que entre en el grupo. Yo por el mismo nombre, como se lo indico, ya no me gustaba. Ella me dice que allí tratan de JK, haciendo comentarios. Yo le explico que, ¿por qué creéis en la astrología -por el nombre del grupo-? Y le explico que la astrología es como cuando decimos que este es americano, africano, inglés o argentino, todos tienen sus peculiaridades superficiales, pero en esencia todos somos seres humanos. Ella me dice que lo comprende. También le dije que había leído un escrito de un enlace con vuestras características, que incluían las drogas. Ella no quiso o no supo contestarme. Pero, al insistir en que entrara le dije, qué cómo entro. Ella dice eso es muy fácil: yo te entro.
Y, como era natural, como en todo grupo humano variado, al ver un novato hay unos que son los más dominadores que se conocen que no sabían nada de lo que había hecho Susana, se lanzan contra mí. Y ahí entra lo de la droga: ¿Tú crees que si no tomaran drogas algunos tendrían esa agresividad, crueldad, esa insensibilidad e indolencia, que no es más que violencia? Estás en un error, has despachado el asunto de la droga como si fuéramos dos niños y te equivocas. Pues droga es todo lo que altera la conciencia de manera que se adoptan actitudes que no dejan actuar de una manera adecuada para hacer la vida cotidiana. Porque simple y llanamente está pasado, está colocado. Y como los otros no están como él, es imposible que eso pueda funcionar. Así que ese de los hongos, etc., es una obsesión infantil americana cuando decís que no es una droga.
Así que llegamos a JK. que por cierto él no quería nada de drogas en general -que se incluyen toda sustancia que altera la conciencia, como ya te he dicho-, que como muchas personas lo usan como un pase a la completa libertad absoluta -que lo es-. Pero, que él en su vida se cuidaba, como debe ser, de no pasarse con esa libertad. Y por eso, creo esas escuelas en India gratuitas para los niños. Por eso, era tan incapaz de ser racista, de tener pequeñas mafias, de dejarse atrapar por nadie, de él caer en brazos de nadie. Y lo más importante, no ser brutal, cruel, mal educado, grosero y desconsiderado con las personas. ¿Ya se lo has dicho a tus compañeros de tu grupo? Porque si no se convierten en salvajes, maleducados, indolentes, sin ningún pudor ni educación. Están para ir a la escuela a enseñarse urbanidad, sobre todo algunos destacados, que se hacen como los gallitos del corral.
Otro recurso muy americano del sur: la experiencia. Siempre habláis de experiencia. Pero si las experiencias no tienen fin. Y entonces uno se hace un perseguidor de experiencias, sin darse cuenta que lo que experimentamos es lo que ya conocemos, lo viejo. Porque si no, no la reconoceríamos. Lo que sucede es que al ser tan superficiales, nos gusta la acción, algo que creemos que nos va a conmover y por eso reclamamos experiencias.
Creo que lo de la droga, perdona que insista -ya que en el anterior escrito ya lo menciono- es un peligro para las personas del grupo y para los que mandáis, pues podría constituir un delito. Porque la droga en sí no es dañina, son sus efectos y la cantidad que ingerimos, pues como son tan poderosas la alteración es demasiado provocativa, conflictiva, al colisionar con los que no las toman. Eso se ve en cualquier ciudad, donde los que se drogan forman un mundo aparte. Y, sin lugar a dudas, son un peligro por estar más allá de la manera que viven los otros. Creo que no hace falta extendernos en esto. Pues, es como si estuvieran más allá del bien y del mal. Cosa que está muy bien, pero en el sentido de liberarse del condicionamiento que nos hace egoístas, en el sentido de ir más allá del ‘yo’.
Bueno; Marcial, no recordaba que ya habíamos tenido un intercambio de pareceres, según veo en el archivo que me ha adjuntado Facebook. Con afecto y con cariño.
 
He visto que estoy fuera de tu grupo. Tal vez, te tengo que dar las gracias por sacarme. Nunca me hubiera podido perdonar si alguien me hubiera echado en cara el haber pertenecido a un grupo donde se tolera, o alienta, el consumo de drogas -productos que alteran la conciencia, ya sea datura, hoja de coca, marihuana, o un hongo-.
 
Como has cortado conmigo la posibilidad de recibir información mía -no sé si este escrito podrá llegar a ti, lo sabré cuando haga clic en ‘Enviar’, si quieres contestarme no tengo ningún problema. Ahora ya sabemos cada cual donde cae, donde quiere ir a parar. Así que gracias por todo, porque en realidad he sido vuestro cliente aunque sólo unos cuantos días.
 
Hola Susana. Te envío estos comentarios que le he hecho a Marcial, para que te ilustres y seas más libre. Aunque, la libertad tiene también su precio. Pero si se necesita como el aire que uno respira, el precio no importa.
 
Como tú has jugado también un papel principal en todo lo relacionado en mi estancia en el grupo y su posterior salida, te envío estos textos remitidos tanto a Susana, como a Marcial, ambos administradores como tú, al menos hasta esta madrugada. Porque, ahora no sé si todo prosigue igual o ha habido algún cambio. Y porque, creo que te lo mereces por tu capacidad inquisitiva e investigadora, por tu sensibilidad, etc. Antes que se me olvide, gracias por todo, por tus vibraciones y tu afecto hacia mí, que estaba por encima de palabras presiones, deseos condicionados. Y, porque yo te tengo un afecto que, en los pocos días de relación, se ha desarrollado de una manera especial y profunda.
 
He sabido de ti al leer tu entrevista en el diario…, de ayer.
Gracias por tus informaciones y comentarios.
No te das cuenta que es un error, una ilusión, cuando dices que ‘los británicos no soportamos el autoritarismo y cuestionamos la autoridad por sistema, al igual que ustedes aceptan por sistema al que manda’. Pues, esto parece absurdo porque los ingleses tienen una de las monarquías más descaradas, más prepotentes del mundo. Y nunca han podido liberarse de esa institución tan carca, inmoral e inhumana, tan antigua.
Todo esto es producto de la ilusión, de la comparación. Pues, mientras uno no se libere completamente de lo que sea, no importa que sea mucho o poco lo que sufre. Por ejemplo, cuando a uno se le niega el respeto, sea cual sea, esto es un agravio, una falta en contra de la dignidad. La ilusión, la pobreza mental, se cree que porque uno es un poco menos explotado, maltratado, tratado como un sirviente, es más que los demás. Es como los mayordomos, que son criados que se arrastran, pero ellos creen que son más que los otros criados. ¿Comprendes, Ben?