Torni Segarra

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1. Por supuesto, Mophics, que hemos de vivir con el conocimiento, con todo lo que nos genera la vida, queramos o no. Pero, hay una posibilidad de ir más allá de la miseria humana, que es lo que genera la división interna.
 
2. En el momento en que estamos al borde del abismo, es cuando hay un contacto directo con la realidad, donde el ego, el ‘yo’, no pueden operar. Y entonces, es cuando nos vemos realmente quienes somos y vemos también la realidad desnuda de lo que es la vida.
 
3. Si damos todo la importancia en culpabilizar a los otros de todo cuanto nos sucede, eso es un error. Hemos de empezar por lo que somos nosotros internamente. Y a partir de ahí todo va a cambiar. Y nos daremos cuenta que el otro, es lo mismo que yo básicamente, y entonces el problema es entre los dos, es un problema de relación.
 
4. Habría de ver quiénes son los padres y el ambiente familiar en que ha crecido esa persona para ser tan vulgar y vulnerable a la superficialidad de querer tener un físico e imagen de diseño. Y veremos que es un reflejo de la sociedad tan tonta, exhibicionista, tan indiferente e insensible hacia los demás, que solamente busca el triunfo, el logro, ya sea en la imagen o en cualquier otro ámbito.
 
5. Si no olvidamos, habrá que vivir con esos recuerdos todavía. Porque, la mente es ingobernable, no la podemos dominar ni controlar. Pero nosotros queremos arrancar la flor antes que termine su proceso, sin dejar que se manifieste plenamente en su esplendor, decaiga y perezca naturalmente. El orden, genera orden. Lo negativo, genera lo negativo. Solamente cuando lo vemos claramente, es cuando lo nuevo puede suceder: lo atemporal, el fin de la contradicción y del conflicto.
 
6. El secreto para no ser perturbados por el pasado, es acabar con él radicalmente. Ver y comprender que eso se acabó, es el fin, está todo muerto. Y verlo como un peligro que es, en el que podemos recibir mucho daño y hacerlo a también a los demás.
 
7. Cuando nos llega el dolor, ¿podemos estar con él, sin huir ni pretender cambiarlo, sin hacer nada sino mirarlo, amarlo? Si es así el dolor cesa, nos enseña su proceso, y llega lo nuevo, lo fresco, lo que nunca habíamos imaginado ni tocado.
 
8. Llegado un momento, después de la reflexión, de inquirir y mirar, llega la acción, que no es la acción del ‘yo’, del ego. Los irreflexivos, solamente actúan y luego reciben las consecuencias, que se convierten en enseñanzas que los hacen reflexionar por el dolor que reciben de sus acciones.
Tanto la paralizante actividad mental, reflexionando, etc., como la actividad desenfrenada, generan desorden y confusión.
 
9. ¿Podemos ser humildes, es ello posible? Cuando vemos realmente quienes somos, es cuando cesa el conflicto entre el querer y lo que somos, la realidad. Y entonces, cuando llega el fin del conflicto entre querer y no poder, que la humildad está ahí.
 
10. Cada cual que haga lo que tenga que hacer. Y según los resultados de eso que hacemos, llegará el orden, que no es ni mi orden ni el tuyo ni de nadie. Solamente es orden. Y de ese orden se encarga el dolor y el sufrimiento que actúan como maestros, gurús, psiquiatras, etc.
 
11. El que dice que no comprende a una mujer, es porque no se comprende él mismo. Porque, las mujeres y los hombres son básicamente iguales en lo esencial, en lo psicológico: todos queremos que nos respeten, queremos tener salud, queremos ser inteligentes, tener lo necesario para afrontar la existencia, buenas relaciones, un buen empleo, no estar solos, etc.
La diferencia, la división, es un invento porque tenemos miedo e inventamos el ‘yo’, el ego. Así que es al miedo al que hay que comprender.
 
12. Si guardamos en una cajita de cristal, la amistad, los amigos, todo lo que hemos sido, entonces estamos acabados. Pues, eso quiere decir que vivimos del pasado, del romanticismo, del ayer, que nos paraliza y hace viejos, repetitivos y feos. La vida sólo tiene sentido en el presente, en el ahora, donde todo el pasado ha sido quemado.
 
13. Cuando estamos tristes, sé feliz en esa tristeza, mira su belleza que tiene, goza de ella, ámala y siente con ella. Entonces, esa tristeza es eres tú misma, sin división alguna. Y ahí es cuando  llega el fin de la tristeza.
 
14. El arte para que sea ha de estar más allá del conflicto y las contradicciones internas que tenemos. De lo contrario, todo eso feo que somos se trasladará a todo lo que hagamos. Por eso, la esencia del arte es la libertad.
 
15. Si sientes eso es que estás poseída por esa persona que ya no está contigo. Así que como eso se acabó, ahora te tienes que liberar de esa adicción a esa persona. Para ello, has de comprender como funciona la vida, cómo funciona el pensamiento, que siempre busca y necesita la seguridad. Pero la seguridad no existe en absoluto en el ámbito psicológico.
 
16. Cuando más miedo tenemos, más desprotegidos intensamente estamos, más dependemos de los otros. Cuando uno comprende el miedo, es cuando llega la libertad. Y ve a todas las personas por igual.
 
15. Los amigos en cierta forma se eligen, los parientes no. Los parientes están ahí lo queramos o no, cerca o lejos con su vínculo imborrable, ya sea con relación o sin ella. Los amigos pueden ser más eficientes y la relación más afectuosa e íntima, pero no tienen eso que nos dan los parientes: un sentimiento de unión, de conocimiento, de saber por dónde van, quienes son y cómo son.