Los amigos en cierta forma se eligen, los parientes no. Los parientes están ahí lo queramos o no, cerca o lejos con su vínculo imborrable, ya sea con relación o sin ella. Los amigos pueden ser más eficientes y la relación más afectuosa e íntima, pero no tienen eso que nos dan los parientes: un sentimiento de unión, de conocimiento, de saber por dónde van, quienes son y cómo son.
Colaboraciones, 11-08-2013
Oct 23, 2019