1. Creerse diferente, especial, capaz de creer que siente solamente lo que nadie puede pensar, ¿es eso cierto? Si todos estamos unidos, como lo estamos, todos también pensamos lo mismo: alegría y felicidad, miedo y temor, sufrimiento y dolor, ya sea al desamor, o gozo y plenitud en el amor. La pregunta es: ¿Por qué he de inventar y creer que soy como el hijo predilecto, el más afortunado, que tiene todos los favores de la vida y otros no? Es por el condicionamiento del miedo, que es ignorancia, que busca y necesita la vanidad, alimentar al ego, al ‘yo’, que es pensamiento, que es el pasado al que nos agarramos para sentirnos aliviados y seguros. Y todo eso es la tradición, la repetición, el folclore, que nos divide del presente.
2. La de cómo funcionan las cosas, cómo funciona la vida, cómo funcionamos nosotros. De manera que nadie nos tiene que guiar, decir qué es lo correcto o no. libertad es eso: poder hacer lo que queramos y necesitamos, para así tener la experiencia directa.
3. Para poder saber realmente lo que es la relación de ayuda, pagamos este ejemplo: si vemos que la casa del vecino, justo el de al lado, está ardiendo, le presto mi manguera y le ayudo para que pueda apagar el fuego, y así el fuego no va a llegar a mi casa ni devorarla las llamas.
Los actos perfectos no se pueden planificar, simplemente porque la perfección no existe. La perfección sólo puede ser ahora, libre de especulación y de negar o aprobar, libre de lo bueno o lo malo.
4. ‘Estoy segura de que jamás podré olvidarte.’ Esa expresión, Anna, ¿no es propia de una persona desesperada, no es un delirio? Porque, ¿cómo podemos saber lo que vamos a hacer en el futuro inmediato, próximo o lejano?
Cuando recibimos algún evento, cuando llega una situación que nos desborda, que nos da un golpe, nos confunde y nos lleva al desorden. Y en esa situación, es cuando decimos cosas que no son hechos, sino que son no hechos: ilusiones, lo que debería ser, lo que nos gustaría que fuera.
Lo que ha de venir, el futuro, es un invento del pensamiento. Y el pensamiento, es el pasado, el condicionamiento heredado desde hace un millón de años. Es decir el pensamiento psicológico es lo viejo y repetitivo, que es lo que nos da seguridad. Pero la realidad, los hechos, son del presente, suceden en el ahora. Y son en el ahora, en el presente, donde los hechos, que son los retos que nos llegan, se pueden encarar y resolver.
Eso quiere decir, que para encarar los retos hemos de estar libres del pasado y del futuro. Es decir, tener la actitud mental de ‘no sé’, de vacío, con respecto a lo que pueda llegar, suceder.
5. Los recuerdos que son el pasado, están muertos. Pero nosotros, como tenemos miedo de vivir en el presente, en el ahora, les damos vida. Eso quiere decir que no sabemos ni podemos vivir sin el pasado. Somos miedosos, mezquinos, agarrándonos al tiempo cronológico del pasado, del futuro y también del presente. Pero la vida, y sus retos, siempre son en el ahora. Y es en este ahora, donde tenemos que encarar la vida y sus problemas. Eso quiere decir, que hemos de estar siempre atentos a todo cuanto sucede: al caminar, al hablar, al dormir, al comer, a la manera cómo nos vestimos, estando atentos a todos los requerimientos del cuerpo, a todo lo que nos rodea.
6. El gesto más universal es la sonrisa. Pero también, el de tristeza, ya que todos pasamos por ahí.
7. He recibido su carta-escrito en el que ofrece sus servicios y los de su banco. Gracias.
Aprovechando la ocasión, me ha sorprendido que se dirigieran en la carta-escrito en castellano, Y no en bilingüe. Siendo así que A siempre lo hacía tanto en valenciano/catalán, como en castellano/español.
Creo que su actitud es un tanto suicida en cuanto a su negocio, que es la banca. Ya que sus clientes se podrían ir a otro banco que los atiendan en las dos lenguas.
¿Sabe cuántos clientes suyos del País Valenciano querrán recibir los escritos, avisos, propuestas, etc., en valenciano/catalán? ¿Cien mil, doscientos mil, medio millón?
Creo que no se enteran a la hora de tratarnos, pues según lo veo, hay muchos -no sé cuántos- que sí quieren recibir la información de su banco en la lengua que hablan cotidianamente.
8. La vida es destrucción, amor y construcción. Así que todo lo hagamos, todo por lo que nos ilusionemos, nuestros amores y alegrías, todo se va deteriorar, acabar, perecer. Pero la vida tiene esa maravilla, que todo vuelve a empezar.
A la vida no le importa nada de lo que suceda. Aunque se rompiese en mil pedazos toda la tierra y lo que hay en ella, nosotros también, la vida proseguiría como si nada hubiese ocurrido. Al instante siguiente de la destrucción, ya estaría construyendo algo nuevo para que la vida prosiguiera. Porque la vida es toda una unidad indivisible, en la que la destrucción y la creación se confunden de manera que son la misma cosa, donde una depende de la otra.
9. ¿Por qué decimos lo que no podemos saber¿ ¿Alguien puede afirmar que será fiel, que seguro que hará esto o aquello, o que no hará esto o aquello? ¿Si nos conociéramos de verdad afirmaríamos o negaríamos cosas que pueden suceder en el futuro?
Las personas tenemos miedo al pasado y al futuro, miedo a morir, miedo a sufrir, a no ser nada, a la soledad, al hambre, al frío y el calor. Y este miedo nos desborda y nos hace hacer cosas que jamás hubiéramos imaginado ni pensado.
Así que viendo cómo funciono, cómo funciona el pensamiento, que necesita seguridad, viendo cómo funciona la vida, es cuando sólo puedo decir que no puedo saber nada de lo que pueda hacer, de lo que pueda ocurrir, ya sea en el presente o en el futuro.
10. ¿La vida se puede controlar y manejar a nuestro antojo e intereses? Si decimos que no, como si decimos que sí, ¿es eso cierto? Veámoslo. Uno es joven y quiere dedicarse a hacer algo, ser ingeniero, o un buen artesano en la tierra, con los muebles, en la creación de algo nuevo. Y se esfuerza para llegar a dominar eso que hace. Y para ser un buen artesano –que es lo que es ser un especialista- uno ha de tener un cierto dominio del cuerpo y de la mente, estar medianamente equilibrado. Pero hay que triunfar, hacerse un experto, un especialista. Aunque eso no le va a resolver todos sus problemas de soledad, de la comprensión de la muerte, de la destrucción de todo lo que somos.
Así que, tenemos la parte material que quiere conseguir algo, triunfar, que no nos resuelve los problemas existenciales, psicológicos, espirituales. Y tenemos la parte, que además de la atención a lo material, incluye a los problemas del dolor, el sufrimiento que va adherido a todo lo que es la vida, a todo lo que hacemos.
No hay técnica ni maestría que nos pueda enseñar cómo poder afrontar esos retos que siempre están en la vida: el deterioro, la degeneración, la pérdida de posibilidades ante el implacable sistema por el que funciona la vida. Solamente, si uno es afortunado y sensible, es cuando podemos ver lo negativo, de manera que esa misma visión sea la acción total, directa, sin fragmentación ni contradicción, que es lo que es el orden.