Como el pensamiento siempre estará ahí, es preciso vivir con la muerte -que es solamente una idea del pensamiento tal y como él piensa que es, pues los animales como no tienen ideas no la temen-, yendo más allá de ella. Es como el frío o el calor, cuando hace mucho, y no los podemos detener de ninguna de las maneras, solamente podemos vivir con ellos, yendo más allá de ellos.
Verónica. Los golpes de la vida psicológicamente, son precisos, pues de lo contrario seguiríamos siendo brutales y crueles.
El verdadero y único o maestro que tenemos es el dolor. Es lo único que nos puede detener momentáneamente para que no lo arrasemos todo: las personas, los animales, la naturaleza, todo lo que existe.
Nosotros solamente podemos vivir yendo más allá de todo lo que es la vida –pues la vida no se puede cambiar- ¿Podemos cambiar el frío del invierno, el calor del verano, la juventud, la vejez? Sólo si vamos más allá de eso, es de la manera que podemos vivir sin volvernos neuróticos o amargados.
Cuando realmente vivimos, ¿qué importancia tiene el tiempo -si el tiempo psicológico no existe-?
El amor no necesita escusas ni motivos para ser. Porque el amor lo es todo, lo abarca todo: lo que se dice o lo que no, lo que queremos y lo que no queremos, está más allá de las contradicciones y antagonismos, ya que lo lleva en sí. El amor es tan purificador como es la naturaleza y el universo: todo es suyo y sabe lo que tiene que hacer para que todo siga funcionando toda la eternidad.
¿No se han dado cuenta que todas las princesas, son feas en lo interno, como todos también lo somos? Por eso, cada vez que las mencionan, todo parece tan bobo, tan infantil y tan superficial, como un cuento de hadas. Pero no estamos jugando con cuentos, estamos tratando de la vida que es dolor y amargura, que son lloros, que son los chismes contando lo que nos pasa: si el novio me engaña, si las personas no me aprecian, si a todos los veo falsos y no puedo fiarme de ellos.
Luego cuando siento un poco de felicidad, nos agarramos a ella de manera que desaparece. Y por eso, la destrozamos, y así seguir buscándola continuamente.
Hagamos lo que hagamos, siempre habrá alguien que no estará de acuerdo y nos criticarán destructivamente. Ah, pero eso es la vida, Mayra. Y como no nos gusta, porque ya tenemos unos gustos establecidos, entramos en conflicto con la realidad, lo que es, y todos los problemas se complican más. Pero si no huyo de eso que es, la realidad, entonces tengo la energía suficiente para vérmela con esa realidad que no me gusta, que es un fastidio. Fin del problema.
Todos queremos ser amados. Eso demuestra que todos somos exactamente iguales, ya sean mujeres u hombres, pobres o ricos, feos o no, cultos o no, etc. Ahora viene, el reto: ¿por qué queremos que nos amen? Porque somos pobres, mezquinos, en lo interno, vivimos con amargura por todo lo que nos han hecho, o no nos han hechos, siempre pensando en el pasado, miranda y hurgamos en las heridas.
Así que, Lucía, mientras vivamos del pasado, que es no morir a todo lo que somos, seguiremos siendo pedigüeños de afecto, de cariñó, diciendo que queremos que nos amen como si estuviéramos aullando como un animal herido, con miedo. Ya que eso que queremos, nadie ni nada nos lo puede dar: ni las personas, ni el sexo, ni el dinero, ni las propiedades, ni la vanidad ni el exhibicionismo. Esa que queremos –ser amados-, sólo uno lo tiene que comprender, ver lo que es en su totalidad, y no necesitaremos a nada ni a nadie para que nos amen, porque seremos nosotros los que los amemos a ellos.
Seas como sea lo que hagamos, sino está implicado el amor, no saldrá bien. Seguiremos sembrando los problemas, aunque no los veamos, y creamos que somos almas inocentes, que siempre queremos hacer el bien, pasarlo bien y divertirnos.
Para que haya paz, ha de haber igualdad, ha de prevalecer la verdad de lo que es, la realidad. Por eso, los rebeldes son terroristas, que quieren imponer una dictadura teocrática como la que quieren instauran en Afganistán y otros lugares.
Si mienten, y no dicen que las armas son para los terroristas, eso quiere decir que el verdadero motivo de querer entrar en guerra, que dicen que es para que se eviten las masacres -vaya estupidez, pues toda guerra en sí es una gran y espantosa masacre-, es destruir a esos dirigentes sirios aliados de Rusia, donde tiene allí una base naval permanente. Y apoderarse de las riquezas robándolas, del lugar estratégico –como han hecho en Irak-, para dominar y apoderarse de todo el mundo, convertirlo como una colonia, cosa que parece ser ya lo es. Pero para jugar a ese juego, tan antiguo y desgraciado, hay que ser un criminal asesino, insensible, brutal y cruel.
Lupizz. El que dice que sabe es que no sabe. Por eso, decir que algo que nos ha sucedido es para bien nuestro o para mal, no lo podemos saber. Lo que sí que sabemos, es que depende de lo que hagamos con cada reto que nos llega, generaremos orden o confusión y desorden.
El cambio es preciso físicamente, las costumbres, la manera de vivir. Pero, lo que no cambia son nuestros hechos dramáticos de cada día: decidir si voy a hacer daño a los demás o no. Esa es toda la cuestión de la vida, el verdadero cambio trascendente.
Sandra. Cuando nos critican es porque algo no funciona bien entre nosotros y los que nos critican. Entonces, si uno quiere, puede intentar aclarar eso que no les gusta a los demás. Y si no queremos abordar la cuestión con los que nos critican, descartarlos radicalmente.