Todo eso que has dicho, Juan Carlos, si me permites la expresión, todo forma de la ignorancia. Pues, tanto se puede negar como afirmar infinitamente. Por lo que cabe, es comprender que las palabras no pueden llegar ni al principio ni al final de lo que queríamos explicar. Por eso, los hindúes -religiosos- cuando tratan de describir a dios o la realidad, el nirvana, la liberación, etc., dicen: ‘Eso no es, eso no es’. Y lo repetían siempre que uno vuelve a intentar ponerlo en palabras. Incluso a esto que estoy diciendo, también se le podría decir: ‘Eso no es, eso no es’.
¡Cuánta energía desperdiciada para sentir la vanidad del vencer! Sin otro sentido que el vencer. Pero, los listos explotadores están ahí para escurrir hasta la última gota de sudor y de sangre de los incautos vanidosos, que por vencer dan hasta su vida.
Sin el reconocimiento de un problema, sin verlo a través de un concepto o una idea, ese problema no existiría. Es el pensamiento, que está condicionado, programado para resolver problemas, el que los genera, los ve, los clasifica dándole a cada uno una importancia.
Por eso, cuando uno entiende lo qué es el pensamiento, cómo actúa, los problemas no arraigan y desaparecen.
En el ámbito psicológico, la comunicación y el entendimiento es. O uno lo ve, o no. Ni las prácticas o métodos, ni los retiros en bosques o en las cuevas, ni leer a maestros, ni dejar de comer ni dormir, ni ingerir drogas, viajar, etc., nos va a llevar a lo inefable. Sólo ello llega como un regalo o capricho de la vida. Es como el que vive o muere, antes de ser muy viejo: la vida consiente el que nos muramos o no. No hay explicación posible.
El amor para que sea, no ha de haber dualidad ni antagonismo. Pues, el amor todo lo abarca. Por eso, alguien que tuviera amor, no podría ser juez, ni juzgar a nadie. Pues, el amor no juzga sino que ama. Pero, ese amor tampoco se puede explicar con palabras. Pues, sería la obediencia ciega, como un esclavo fiel que no conoce a nadie en el mundo más que a su amo, al que ama con todo su ser, gozando y siendo feliz de esa manera.
Lo más grave de todo, es que este grupo de corruptos, inmorales, hay unos que los adoran y obedecen, que todavía quieren que sigan mandando.
¿Están seguros de que nadie está por encima de la ley? Pues, el problema está en quien hace cumplir la ley. Porque, los mayores ladrones están por la calle, diciendo que ellos no son los ladrones. Pero el dinero robado, los miles y miles de millones de euros, ni los devuelven ni aparecen por ningún sitio.
El problema de algunos es que quieren ser corruptos y honrados al mismo tiempo. Pero, eso es su negocio -el de los idiotas- que se creen que los demás son tan idiotas como ellos para creérselo.
¿Por qué repetimos lo que nos han dicho, si eso no son hechos? Si Einstein tan sabio y listo que era, ¿cómo pudo colaborar con el ejército y los que mandaban entonces, para crear la bomba atómica, que luego lanzaron en Hiroshima, matando directamente unas 80.000 personas, que al año, las lesiones y la radiación llegaron a unas 140.000?
Puede que aparentemente hayan desaparecido los nacionalismos -en España no, donde hay un nacionalismo centralista facistoide, al igual que en Inglaterra, Francia, Alemania-, pero ahora se ha creado el nacionalismo europeo. Que es exactamente igual que cualquier otro nacionalismo, con sus fronteras divisivas, sus leyes, su ejército para defenderlas.
Pero el problema está en que esa conciencia, que se supone liberada, está contaminada y condicionada por la mente global, que no está ni liberada ni desacondicionada.
"Toni, no hay una "mente global".
Pues, ¿qué es lo que hay entonces?
Te has olvidado que el dolor sí que existe. Si no en nosotros, sí en la mente. Y eso es un hecho. Tenemos la conciencia que da vida a la mente y eso es otro hecho. ¿Cómo lo solucionamos para que el dolor no nos destroce?
Mientras no cambiemos el paradigma de división y conflicto, aunque sigamos inventando en todos los ámbitos -para hacernos más placentera la existencia- durante toda la eternidad, todo seguirá como ahora: insensibilidad, corrupción, crueldad, hambrunas y sus millones de agonizantes que están muriendo ahora mismo, violencia y las matanzas de las guerras. Podremos volar como los pájaros, vivir sin alimentarnos, nuestra existencia durar quinientos o mil años, no hablar verbalmente para comunicarnos, tener sexo a la carta consentido voluntariamente como ahora pero con más facilidad, vivir de las drogas, etc. Pero, el dolor, el miedo, el sufrimiento, seguirán haciéndonos que seamos indolentes crueles y violentos guerreros.
Y, ¿cómo nos quitamos ese dolor, esa conciencia mundana, esa mente que se quiere liberar y no puede?
En la vida todo tiene un precio. La no corrupción, la honestidad, no dejarse atrapar por la vanidad, tiene su precio para el que no lo comprenda. Pero a pesar del precio, el que es genuino no caerá en la vulgaridad de la cooperación con los corruptos e inmorales políticos y dirigentes. Los respetará, no les hará la guerra para destruirlos, pero no colaborará en sus marañas y juegos asesinos y crueles.
Si tú no quieres salvar el mundo, si no quieres salvarte tú mismo, ¿para qué inviertes tanta energía haciendo comentarios, incitando a las personas a que te respondan, es por vanidad, por el miedo que tenemos a la soledad, a quedarnos fuera de lo que hacen todos? ¿Por qué lo haces, Rob?
La meditación es ver todo lo que sucede en el pensamiento, en la mente, sin querer controlarlo, suprimirlo, reprimirlo o alentarlo. Solamente es ver lo que sucede. Todo lo demás, lo que llega es la acción, donde no hay ni división ni conflicto alguno.