Ahora el problema es, ¿cómo seremos absolutamente libres, Elena? Primero que nada, hemos de ver que eso que llamamos libertad, no es posible. No somos libres del cuerpo, ni podemos salir de la tierra, ni somos libres para hacer lo que queramos, pues si hiciéramos algo en contra de la ley nos denunciarían o iríamos a prisión.
Entonces, habiendo visto, como lo ve uno que está en la cárcel, que no hay manera de tener libertad, es cuando uno deja de luchar, de estar en conflicto por querer algo que no es posible. Y es solamente así, como somos absolutamente libres. La libertad es el estado interno donde no hay conflicto.
La plenitud se consigue con una vida de no corrupción ni inmoralidad. Antes de dirigir la energía en un determinado sentido, hemos de ver claramente que en ello no hay avaricia ni codicia. No hay afán de engrandecer el ego, pues todo eso nos va a llevar a competir, a enfrentarnos para vencer y triunfar, que es lo que los otros, todo el mundo, quiere.
Es muy importante que nos atengamos a la realidad, a los hechos, y una vez visto las ilusiones, los proyectos imposibles, las tontería infantiles, etc., ¿cuál es el problema? ¿Por qué torturarnos, hacernos daño con pensamiento y palabras inapropiadas? Cada cual es como es: uno es un pastor, otro es un catedrático, uno es un albañil, otro oficinista, uno vive en un pequeño pueblo, otro en una gran ciudad. Cada cual, ha de hacer lo que tenga que hacer, siempre descartando lo negativo.
La utilidad de las manos es estar disponibles, vacías, para en un momento dado, cuando es preciso, usarlas. Y eso sirve para todo, sin excepción. Así que una mano que lleve algo, o esté agarrada a algo, se convierte en inservible.
Gracias, Noelia, por el aporte. Sin libertad para poder mirar, ver, observar, todo lo que es la vida, la educación no será completa.
Cuando uno es joven, todavía no está del todo deteriorado ni quemado y puede que actúe con el corazón. Pero a medida que crecemos y la vida se complica con las necesidades, el corazón deja paso a la más fría lógica de la ganancia y el poder, la seguridad material.
Cada lágrima puede enseñarnos la verdad y convertirse en una fuerza como la de un huracán
¿Por qué le damos tanta importancia al viernes, tan mal estamos? Todos los días son iguales para el que ha visto la ilusión de la mundanalidad, la vanidad y el exhibicionismo.
Nosotros con nuestra manera de responder a los retos, sin darnos cuenta o dándonos, estamos haciendo posible que nuestra vida sea de una manera o de otra. Si somos irreflexivos, superficiales, vanidosos, llenos de celos y de envidia, lo que venga va a ser más de lo de siempre: sufrimiento y dolor. Pero, si uno descarta todo eso, puede que llegue la libertad para ver y observar en todas direcciones. Y de esa manera poder ver lo falso como falso, lo verdadero como verdadero, y lo falso también en lo verdadero.
¿Por qué dices eso, Pilar? ¿Por qué no quieres hacer una sonrisa a las personas? Llorar es otra cosa, pues es algo más íntimo. ¿Por qué quieres actuar así, estás herida de alguna experiencia pasada? Si es así, eso quiere decir que aún no está sanada.
Ser bella para una misma, eso es muy pobre, ¿no? Esa misma obsesión para ser bella, sentirse bella, nos resta esa belleza que existe en todas las personas. La belleza, llega, viene a nosotros, cuando no hay nada que nos divide ni nos genera conflicto.
Lo feo es la división, los celos, las envidias, la vanidad y el exhibicionismo, la codicia por más y más, o por menos y menos. Cuando una es consciente que es bella, se cree bella, entonces deja de serlo.
Todos los momentos en que fuimos felices, son el pasado y están muertos. Lo que cuenta es el presente, el ahora.
El sexo no es amor (los besos, el coito, etc.-). Pero el amor, engloba al sexo.
Si no sintiéramos dolor lo destruiríamos todo, la vida no podría ser tal y como es ahora.
La razón siempre es de las mujeres, porque son más débiles físicamente que los hombres. Es como cuando vivimos con niños, ancianos, etc., ellos siempre tienen la última razón, porque son discapacitados en relación a los que no son como ellos.
Los sueños son una ilusión, una proyección en el tiempo, el futuro, que se convierten en el pasado. Pues ya están planificados como tienen que ser. Y todo lo que la mente toca, maneja, lo convierte en negocio siempre para ganar. Por lo que ese sueño, es una repetición de lo mismo que hay ahora: deseos y sueños, frustraciones, depresiones, sufrimiento y desdicha.
Pero, si desechamos esos sueños, nos encaramos con el hecho de vivir. Y el vivir en el presente, en él ahora, es el más fascinante sueño que podamos tener.
La libertad es fundamental para que haya una buena relación. Pues vivir sin una buena relación, convierte a la vida en algo feo, pesado, desagradable, que nos genera toda clase de problemas y conflictos.
Los celos y las envidias, suceden porque estamos divididos de los hechos. Cuando tenemos celos, sólo tenemos celos, y queremos huir de ellos. Pero, si no pretendemos cambiarlos, reprimirlos, hacer algo con ellos, huir de ellos, esos celos desaparecen.