Si siguen con esa dinámica de bombardear cualquier país por intereses estratégicos, económicos, etc., eso que ocurrió tan horrible puede volver a suceder. Las cosas que suceden, no salen de la pared.
Hasta que no nos demos cuenta de realmente quienes somos, seguiremos pensando que somos pequeños o grandes.
Elissa. Una Barbie, es el invento de otra tontería, tan tonta como las personas que las compran y juegan con ellas –me refiero a las mayores, no a las niñas inocentes pequeñas-.
Sólo los tontos creen en dios y la perfección que los hombres han inventado.
Nélida. Quien pierde la fe en una creencia, en lo que sea, es cuando lo encuentra todo, porque está libre para mirar en todas direcciones.
Somos las acciones y no las palabras. Pues las acciones son ahora. Y las palabras ya son del pasado, pues van detrás de lo que ya hemos pensado, elaborado, manoseado, por el astuto pensamiento.
Decir que los árboles meditan en el invierno, es mucho decir. Porque, los árboles no tienen conciencia como las personas. Como tampoco lo pueden hacer los animales.
Para meditar, es preciso que exista la conciencia y la percepción de lo que está sucediendo, sin huir de ello, sin querer cambiarlo, sin tocarlo. Donde al estar completamente con ello, lo nuevo, lo que está más allá de la división, llega el amor.
Para acercarse a los otros y sus problemas, hay que estar libre del ego, del ‘yo’. Y, entonces, Luz, con esa compasión y amor, que es la ausencia del ‘yo’, uno puede participar del problema de los otros.
Gracias, Soul. Encantado de hacer colaboraciones con tus comentarios y los de los otros.
Sandra. Una mujer con encanto y personalidad, atraerá a un hombre con encanto y personalidad. Y viceversa.
Lo físico no es lo mismo que lo psicológico. Una gota puede hacer un agujero a una piedra. Pero cambiar y liberarse del condicionamiento, del ego, eso ya es otra cosa, que parece imposible. Pues, Sandra, nos comportamos igual que hace medio millón de años: divididos, enfrentados, crueles y violentos, haciendo siempre la guerra.
Todo lo que hagamos en este mundo hay que pagarlo. Pero lo que no hagamos también lo tenemos que pagar.
Para que vengas lo nuevo, hay que morir a las viejo y repetitivo. Y lo nuevo, Lupiizz, no lo manoseadlo por el artero pensamiento, es el amor.
¿Por qué es que estamos tan aferrados, con tanto miedo de perderlo, de que se vaya y desaparezca de nuestras vidas, si es nos perjudica? Ali, en la vida si no hay muerte, con su radicalidad, no puede haber vida. La vida que es como el agua clara, cristalina, que es fuente de gozo, alegría y plenitud.
Si tenemos sueños y motivos entonces no seremos nuevos. Porque viviremos encerrados, esclavos, de esos sueños y motivos. El único motivo que y sueño que necesitamos es del amor. Y verás, Mónica, como el amor destruye los sueños y los motivos, nos deja vacíos para que la vida llegue en todo su esplendor, que es la libertad de lo conocido.
Si tenemos un plan ya preestablecido de lo que tiene que ser nuestra vida, nuestra manera de vivir, entonces no tendremos libertad, pues viviremos bajo la autoridad y el dominio de ese plan. Y entonces, surge el conflicto entre el plan y la realidad, lo que es, que no tiene nada que ver con nuestro plan. Así, que Diana, si quieres ser feliz, llena de vida, plena de energía, has de erradicar los planes, las ideas y teoría, que nos dividen internamente, nos dividen de los demás que también tienen sus planes e ideas.
Ysamar. La sonrisa tiene su utilidad, pero lo verdadero son los hechos. Porque los hechos dicen lo que somos, no una imagen de lo que nos gustaría ser. Y los hechos son los que generan el orden, que es amor. Por eso, la belleza está en los hechos, en el ahora.
Los hechos de la vida son inescrutables, no los podemos comprender con nuestra mente divisiva, que es una parte de la totalidad. Así que, Liliana, si vamos más allá de la parte, eso que está oculto se manifestará en todo su esplendor.
Si somos inteligentes, estaremos más allá de la venganza, del perdón, y también de la indiferencia. La vida, Daxi, para vivirla completamente hay que tener sensibilidad. Y eso quiere decir, participar de todo lo que la vida nos trae, nos guste o no.
Si dependemos de los demás –de lo que dicen, de sus juicios de lo que está bien y lo que está mal, de lo que les gusta o no-, como ellos nos van a exigir que los complazcamos en todo, eso nos deja a sus pies, como esclavos. Por eso, uno ha de descartar las opiniones de los que dicen que saben, de los que dicen que estamos equivocados. Porque, Daxi, en la vida no hay caminos, la vida es una tierra sin caminos, sin senderos, donde cada cual va por donde puede. Y esa libertad total, que es orden y es amor, nos dirá lo que hemos de hacer.