He leído tu entrevista de hoy en el diario… Gracias por las informaciones y los comentarios.
Sheryl. Creo que tienes razón y no la tienes. Tienes razón al reclamar respeto, más igualdad para las mujeres, más cargos de responsabilidad. Pero, te olvidas que cada uno es quien es, y es como es. Hemos de ser muy cautos cuando pedimos algo, cuando exigimos una mejora o un sueldo más elevado. Está claro, que uno tiene que ver todo eso hasta dónde llega.
Vamos a ponerlo de la siguiente manera: tú eres la segunda persona con más poder en Facebook, porque se supone que tienes mucho poder -y dinero también-. Pero, resulta que hay una mujer que trabaja para ti, de secretaria de confianza, y te pide que le trates de la misma manera que tratan a los otros secretarios de confianza que hay en tu empresa, que reciben una cierta tolerancia a los usos y maneras de los hombres. ¿Tú vas a responder a la demanda de tu secretaria, teniendo que enfrentarte a tu jefe -porque tendrás alguno-, con todos los problemas que ello conlleva?
El punto es que si la reclamación es demasiado excesiva, va a generar más problemas que beneficios. Y eso mismo pasa en todos los ámbitos de las reclamaciones. Las mujeres de hace setenta años, que sus maridos trabajaban fuera de casa, eran las que atendían a las necesidades del hogar. Ellas ante las proclamas de las feministas se enfrentaban a sus maridos porque querían salir más y tener más independencia. Pero el problema estaba, en que como las mujeres su único trabajo que tenían era el del hogar, si no lo hacían perdían su dignidad, como la perderías tú si no atendieras a tu trabajo por el que te pagan.
Y entonces, los papeles, el rol de la mujer se pierde y se hace una vaga, desatendiendo lo necesario para que funcione bien su casa: comida, limpieza, el orden para que todo esté en su lugar.
La mujer que desatiende su trabajo en el hogar, es lo mismo que si tú lo desatiendes ahí en Facebook. ¿Verdad que sería una catástrofe para ti el que dijeras: ‘Ahora como protesta ante la discriminación que sufro, no cumplo con el trabajo y me voy al bar de la empresa, o de compras durante una hora? Eso sería impensable en ti, pues para las otras mujeres también debería de ser.
Así que, el problema de las mujeres con los hombres por compartir el trabajo y el poder en paridad e igualdad, es el mismo que tienen los trabajadores cuando reclaman mejoras salariales, la dignidad en el trabajo, pensiones y prestaciones más humanas; es el mismo problema de los gais, cuando piden reconocimiento social, cuando quieren casarse y tener hijos; es el mismo problema que el que tiene una mujer que quiere abortar, divorciarse, sin complicaciones ni obstáculos; es el mismo problema también, como el que tienen las católicas cuando quieren tener el mismo derecho que los hombres a la hora de ser sacerdotes, obispos, cardenales o papas.
Ahora la pregunta: ¿se puede avanzar sólo en una línea de libertad o ha de ser el avance a esa libertad en todas las líneas a la vez?
Para transmitir eso que dices, Lara, no hace falta hacer muchas excursiones por las calles, pues se puede hacer en el trabajo, en el vecindario, con los amigos, en el supermercado, en el avión, el metro.
Ahora bien, si se quiere hablar de ello, a manera de una instrucción es otra cosa -como hacen los testigos de Jehová, los mormones, etc.-.
Para Francis L. Delmonico, cirujano especialista en trasplantes.
He leído tu entrevista de hoy en el diario… Gracias por las informaciones y comentarios,
El tiempo que me ha costado en el leer la entrevista ha sido rápido, señal que lo que decías lo encontraba interesante.
Eso de los mercados negros de los trasplantes -el tráfico de órganos- es realmente un problema, porque está al margen de la ley. Y no hay nadie que pueda responder por los perjuicios que puedan resultar. Por tanto, es imposible que haya la higiene, la asepsia necesaria para que toda la operación y la logística sea la adecuada.
Creo que los trasplantes, mientras sean donaciones precisas de un ser humano siempre van a generar problemas. Todo cambiaría si se obtuvieran a partir de un cultivo de células que pudiera reproducir un órgano -si es que ello es posible-.
¿Por qué no te vas a vivir con tu mejor amigo, para compartirlo todo con él? A lo mejor necesitas cambiar de aires, dejar el hogar familiar -si es que vives en él con tu padre-. Creo que una de las soluciones es ir probando y descartando lo que no sea lo adecuado, lo que no funcione. No sé si te quieres casar, tener un hijo, etc. Y eso tal vez para ti -una top model-, es algo que sabes que te va a cambiar tu vida de una manera radical -al menos por una temporada-. Aunque, hay varias top model que tienen hijos y funcionan. Aunque tú sabes que la vida activa en la pasarela no es muy larga. Pero, puedes hacer publicidad o cosas adecuadas para tu actividad.
Por otra parte, todos somos de una manera o de otra dependiente de las personas. Cada cual tiene su necesidad, pero lo que hay que estar es consciente de no pasarse para no hacernos dependiente de una o varias personas, porque toda dependencia nos debilita. Con afecto y con cariño.
Ese silencio, no ha de ser el silencio de las palabras, los ruidos, impuesto. Ese silencio ha de nacer como una hierba caprichosa en el suelo, ni tampoco se puede gestionar para que dure, ser prolongado. Porque, todo esto es lo que lo hace desaparecer. El silencio está ahí, dentro de uno y él no molesta parta nada, sino que todo lo facilita. Porque, él es el que hace posible la unión, el fin de la división y el conflicto.
Todo eso que dice Jeff, ¿va a afectar para que ni haya hambre ni miseria en la tierra? Y por tanto, ¿va a generar que no haya división ni conflicto con nadie? Pues, mientras haya hambre y miseria en la tierra, no habrá manera de tener seguridad, tanto interna como externa. Pues, los hambrientos, los que viven en la miseria, no van a parar para poder solucionar su problema.
Así que, sus malas vibraciones negativas hacia los que vivimos en la opulencia, derrochando, las hemos de recibir. Y entonces, sólo quedan dos caminos: narcotizarnos con una idea, santurrona, de que estoy liberado, de que eso no va conmigo, o la defensa en todos los ámbitos para defender lo que hemos conseguido, que los otros también quieren. Y por eso, es que tenemos las ideas, las teorías, las drogas, los entretenimientos, etc. Y los policías, el ejército, para que salvaguarde nuestro estatus, nuestra manera de vivir, inmoral y corrupta.
Si me dices lo que tengo que hacer, es que tienes un negocio con eso. Ahora loa cuestión es: ¿Qué haces con ese negocio, sus ganancias y beneficios?
Todo método o práctica, por beneficiosa que parezca, nos divide. Porque el método genera un centro, con su práctica. Y donde hay un centro, ha de haber una periferia, es decir: dualidad, división, conflicto.