Todos estamos expuestos a todos los retos, pero a cada uno le toca vivirlos a una intensidad diferente de los otros. Un niño rubio o colorado, cuando se expone al sol su piel es mucho más dañada que otro de piel más oscura. Y psicológicamente pasa lo mismo, por las razones que sea hay personas que vibran más, con más intensidad, y desencadenan mucha adrenalina, toda clase de problemas al no poderse controlar.
Hay personas que ante una injusticia son indiferentes, indolentes, insensibles al dolor que genera. Pero otros, es justo lo contrario, los llena de energía, que se convierte en acción. Por eso, uno ha de tener sumo cuidado con todo lo que hace, pues dependa cómo lo hace va a generar buenos o malos resultados. Y eso mismo también se podría incluir el exhibicionismo sexual.
Hablar de algo sirve o no sirve de nada. Porque el hablar se profundiza, se abre más puertas. Pero también podría ocurrir todo lo contrario, que cerrará las puertas y lo enturbiara y confundiera aún más. Por lo que, todo depende del motivo por el que se está indagando. Pues de los buenos materiales surgen buenas construcciones.
Para Beatriz Masià, presidenta de Tamaia, organización Vivir sin Violencia SCCL
He leído tu escrito, ‘El respuestas ¿de la dependencia’, el diario La Vanguardia de ayer.
Todo es muy complicado ya la vez sencillo, en las relaciones de las personas. Y las parejas, tienen los mismos problemas que todos, pero los comparten más íntimamente. Por lo que se crea una dependencia relacional, afectiva. Además, las parejas al compartir el sexo, puede hacerse todo más complicado-aunque también podría hacerlo más sencillo-.
El problema de la vida es que tenemos necesidades: alimentarnos, ropa, casa, relacionarnos, sexo, etc. Y cada una de las necesidades puede que tenga unos protagonistas por lo que aún puede complicar más. En el caso de las parejas, el sexo es una pieza fundamental y por su importancia se convierte en un arma que nos la tiramos unos a otros. Pues, tenemos celos, somos posesivos, dependientes de los demás.
Creo que el problema de las personas, es que no sabemos jugar con las cartas que tenemos en la mano. Es decir, no nos atenemos a la realidad, a lo que es. Es como si circularemos sin hacer caso a las señales de tráfico. ¿Por qué una persona engaña a su pareja siendo adúltero, si sabe que esto va a generar todo tipo de problemas y conflictos? No sería mejor hablarlo y darle una solución antes de que vengan los conflictos, las peleas, los malos tratos.
Una pareja rechazada, puede reaccionar desapareciendo. Sin embargo, puede humillarse de manera animal. Puede llegar a pedir el maltrato físico para que se active el animal que tenemos dentro y vuelva el deseo y el frenesí sexual. Pues, los problemas de celos, la amargura, los recelos, la soledad, y la idea de poder perder la pareja y todo lo que ello conlleva, inhiben la sexualidad. Pues, toda esta situación deprime.
Lo más adecuado es que si no hay una buena relación que cada uno haga su vida por su cuenta. No hay una solución perfecta, pues, siempre habrá uno u otro que saldrá perjudicado-ellos mismos, los hijos, la familia, etc. -, Pero a la larga todos saldrán ganando. Porque vivirán sin conflictos, sin malos tratos, sin el ambiente tenso y enrarecido.
Si vas más allá de las palabras, en ese ir está implícita la experiencia de lo que son, significan las palabras y a lo que se refieren.
Decir que la homosexualidad es una condición sexual igual que lo es el ser heterosexual, se queda un poco corto. Pues hay una diferencia: una puede generar otro ser humano, fruto de esa relación, y la otra no.
Los nacionalistas centralistas, siempre dicen que los nacionalistas pequeños, oprimidos, despreciados, subyugados, son los culpables de todo. Porque, el nacionalismo es negativo. Pero esto es un engaño, una mentira. Cuando ellos son lo más nacionalistas.
Una persona que sea sensible a la belleza de todo, tiene un gran sentido de la unidad. Por tanto, cualquier persona con esa sensibilidad, cuando ve a otra siente una gran sensación de simpatía, algo que la atrae. Si por las circunstancias se dé el caso, de un roce físico, una relación estrecha, puede que se esté experimentando lo que experimentan los homosexuales. Eso es lo mismo para mujeres y hombres.
Pero, esa persona sensible, también lo es al orden, que no es de nadie, pero que lo es, y entonces sabe poner en su sitio esas simpatías y afectos, esas sensaciones de felicidad al ver a una persona por la que siente atraída en un momento dado.
La sensibilidad de la que hablo es la que confunde lo femenino y lo masculino. Es decir, es tal la liberación del condicionamiento, que uno puede adoptar todas las actitudes sexuales, la femenina y la masculina. Pero, como ya he dicho esa sensibilidad, que es Inteligencia, que es orden, que es compasión y amor, está en armonía con la vida.
Un gato solitario venía por la calle arrimado a la pared. No miraba a los lados, sólo al frente. Tenía la cabeza y el rabo negro, todo lo demás del cuerpo era blanco. Pero, al ser un gato callejero, y esconderse bajo los coches, rozar los tubos de escape o si podía entrar en los motores, estaba todo sucio ennegrecido. Parecía sin rumbo ni dirección, en su paseo-deambular-controlar. Cuando llegó a una esquina con otra calle, desapreció.
En todo el tiempo que duró el recorrido nadie le molestó, solamente estaba él y uno que lo observaba. Por eso, es que los gatos disfrutan tanto de la noche y los momentos en que las calles están desiertas de personas, con sus rápidos movimientos, sus prisas, su estrés que los deseos y las necesidades infinitas nos provocan.
Los gorriones, que a esa hora temprana comían por la calle todo lo que buscaban y siempre encontraban, habían desparecido, como si nunca hubieran existido. Pues, el gato era el dueño y señor del lugar.
La ciencia es quiero, pero no puedo. Quiere derrotar a la vida, pero no puede. Y no parará porque ha hecho de ese negocio su manera de vivir. Porque, se ha hecho adicta al devenir, al futuro.
La ciencia está muerta. Lo está porque necesita la comprobación de la experiencia. Pero toda experiencia, al tener que reconocerla, es siempre muerta. Ya que la experiencia siempre es del pasado.