Torni Segarra

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Lo correcto no espera resultados. Pues los resultados, si los esperamos, nos dan deseos, ansiedad, estrés. Y todo eso nos lleva a actuar con brutalidad y crueldad.
 
Sin ser vulnerables, si huimos de lo conocido que creemos que nos va a molestar, entonces estamos bloqueados, acabados. Pues la vida es, destrucción, amor y construcción. No hay seguridad en nada. Así que solamente hemos de vivir la vida, la realidad, que es así y no se puede cambiar.
 
Sobrevivir, si es completa y enteramente, es disfrutar.
 
Las palabras que nos dicen y escuchamos, si no vamos más allá de ellas, no escuchamos en absoluto. Pues las palabras, no son la realidad de lo que decimos. Podemos decir sí, cuando eso no es lo queríamos decir. Y al revés, decir no cuando queríamos decir sí. Por lo que la comunicación verbal, es superficial, son las respuestas de los retos, que nuestro pensamiento desordenado y confuso, responde desordenadamente.
 
Los nacionalismos todos son negativos. Pero, ¿hay alguien que no sea nacionalista de verdad, no diciendo que no lo es, pero no cuestionando el de su país, nación, etc.? Aquello de: Haz lo que te digo que hagas, pero no hagas lo que yo hago -ser nacionalista-. Es el cuento de los descarados. Y ese es el problema de los hipócritas, que se creen que por tener un gran nacionalismo de los que participan muchos millones, son tan ignorantes y espabilados, que dicen que no lo son.
Así que los nacionalistas, imperialistas, que empiecen a desmontar su nacionalismo, sus fronteras, sus pasaportes, para dar ejemplo a los pequeños que también lo son. ¿Lo harán? Eso está por ver. Pero no lo harán.
Eso de que yo sí que puedo, pero tú no puedes y no te dejaré, ¿es fascismo, no? Por ese camino es por el que vamos caminando.
 
Javier. La justificación y la defensa de los nacionalismos, ya sean grandes o pequeños, con sus fronteras divisivas, su negatividad, etc., ¿forman parte de la charlatanería?
 
Estamos tan degenerados, que hasta con los tacones altos de los zapatos de las mujeres, tenemos que tener batallas para vencerlos.
 
El tiempo de tu dios, se puede describir. Pero la eternidad ni el infinito, no podrás. Lo que quiere decir que tu dios es tu invento.
 
De una persona que ama a su dios, ¿nos podemos fiar? No, porque los que hacen las guerras, los que mandan, la mayoría creen en su dios. ¿Se puede creer en dios y prepararse, provocar y participar en guerras, como lo hacen todos los países –aunque ellos dicen que se están defendiendo-?
 
El dolor de un hijo es uno de los más grandes sufrimientos de una madre, porque es donde más está aferrada, atrapada.
 
¿El amor es una ilusión? ¿Es el amor una realidad, o un invento, algo que nos gustaría que fuera? Eso lo hemos de descubrir cada cual, porque lo que nos digan los demás no tiene ningún valor. Pues, todos estamos confusos, vivimos en desorden, y no nos podemos fiar de nadie.
 
Ese es el problema, que hasta que no muramos al pasado va a interferir con el presente y la relación no podrá ser completa ni entera. Y una relación si no es completa, no es relación en absoluto.
 
Para hacer algo adecuadamente, hemos de estar en paz y sin conflicto interno. Mientras internamente estemos en desorden, por mucho que repitamos las palabras amar, querer el bien para los demás, querer la paz y no la guerra, sólo serán palabras vacías, conceptos y teorías.  
 
El organigrama de la vida es realmente ese: las personas poderosas, las que mandan, fastidian y explotan a las de abajo. Pero los últimos, los de abajo, los que menos poder tienen, también fastidian y explotan a alguien. Y ese es el drama de nuestras vidas, del que nadie se escapa.
 
El que no tiene celos, ¿es por qué es indiferente a todo lo que sucede? ¿O por qué comprende la realidad y ve como funcionamos las personas?
 
La noche es el momento donde hay más silencio y quietud, y todo se puede ver más engrandecido y exagerado. Al llegar el día, con sus afanes, su actividad y sus ruidos, todo eso que de noche se veía tan exagerado queda tapado, disminuido, olvidado, por la actividad que el nuevo día lleva consigo.
 
Triste no. Alegría es encontrar que una persona desconocida nos pueda comprender más que una conocida,
 
El error está en creer que las personas somos diferentes. Y esa ignorancia e ilusión, es lo que genera la tontería de que hay unos especiales y otros que no los son, que unos tienen más derechos que otros, que pueden hacer ciertas cosas y los otros no. Y por eso, es que el mundo está tan desquiciado, en desorden y confuso.