¿Podemos ver en un único instante, ahora, toda la trama de la vida, del pensamiento, del ‘yo’, del ego, donde el tiempo como hoy o mañana, otro día, no tengan cabida?
En el madurar, está implicado el tiempo, ¿no es así Daxi? Yo no estoy maduro, pero maduraré algún día. Y durante todo ese tiempo que tardo en madurar, sigo haciendo toda clase de tonterías, generando desorden.
Por eso, el cambio siempre es ahora. No mañana, dentro de una hora, un mes, un año. Cuando sea siempre será ahora, sin tiempo psicológico.
Mayra. Un hombre verdadero, completo, no necesita enamorar a ninguna mujer, porque él está enamorado de todas las mujeres, de todas las personas.
Alicia. Creo que lo complicamos todo. Si nos odian será por algo, ¿no? Pues que nos odien si quieren. Y si nos aman también será por algo, por algún motivo, ¿no? Pues los que nos amen, que sigan haciéndolo si lo quieren.
Que nos odien o nos amen, eso no tiene ninguna importancia. Porque lo realmente importante, es lo que nosotros somos internamente, cómo actuamos, cuál es la relación con las personas, si es buena o es mala.
Yesinia. ¿Viene primero quererse a uno mismo, para luego poder querer a los demás, o eso sucede todo a la vez? Porque, si amamos a los otros de verdad, también es preciso que nos amemos. Y si es verdad, que nos amamos, cuidamos del cuerpo, de lo que comemos, cómo trabajamos –si mucho o poco-, lo que descansamos, si somos crueles o no con nosotros, si vivimos en conflicto o no, también amaremos a los otros de una manera natural, sin esfuerzo alguno.
La verdad de lo que son las cosas, de lo que hacemos cada cual, es cosa del que lo hace. ¿Qué podemos saber en realidad lo que sucede entre dos personas? Es porque nos identificamos con lo que nos pasa, nuestro dolor y amargura, que lo juzgamos desde ese punto de vista.
Aunque todos básicamente somos iguales en lo psicológico, las necesidades entre dos personas puede desencadenar un resultado que nos desconcierta, porque nosotros ya tenemos un resultado predeterminado, que es nuestro condicionamiento. Por eso, para poder encarar la verdad, la realidad, lo que es, es preciso estar libre del condicionamiento, ya sea del creyente o del que no cree, ya sea en una religión o en una idea política, del que cree en una opción sexual, de pareja o de matrimonio convencional.
Toda creencia, que es una idea, nos divide, nos enfrenta, nos genera el conflicto entre ‘tú’ y ‘yo’, entre ‘nosotros’ y ‘ellos’.
Thelma. ¿Por qué nos gusta decir nunca miremos hacia tras? Si decimos nunca, eso no es real ni verdadero. Porque lo real y verdadero, está más allá de las palabras y los conceptos en los que creemos.
Los retos hay que encararlos libres de todo lo que se ha dicho con anterioridad, del pasado, de nuestro condicionamiento, abordarlos paso a paso e ir descartando todo lo falso y negativo, para que así lo que quede sea lo positivo. Y lo positivo es la libertad total para poder mirar en todas direcciones, de lo contrario siempre seremos seguidores de los otros, personas de segunda mano.
Diana. Cada cual está donde la vida nos pone. Luego, hemos de ver la posibilidad de cambiar si es preciso, y uno quiere. Solamente podemos liberarnos de nuestro condicionamiento que hemos heredado de nuestros antepasados.
¿Por qué tenemos ya una idea preconcebida de lo que tiene que ser la relación, una conversación? Lo nuevo, Lali, no sabemos lo que es, porque llega del vacío de la nada. Y es desde este vacío, de la nada, donde puede llegar el amor.
¿Puede haber una relación cuando dos personas no miran en la misma dirección? Si no hay empatía, si no hay unión, no puede haber verdadera relación alguna. Se acabó, fin del problema de las malas relaciones. Por eso, el problema siempre es nuestro: o lo aceptamos o lo descartamos.
Verónica. Todo lo que decimos a los demás, si está cargado por resentimiento, de odio, de ganas de vengarnos, eso nos hace daño.
Ysamar. Al final cada reto es una prueba que se convierte en una lección. Y esa lección luego se va a enfrentar a otra prueba. Pero, lo realmente importante no son las lecciones, si no las pruebas. Pues las lecciones siempre son del pasado, no están vivas, sino muertas. Y la vida siempre es lo nuevo, lo dinámico, lo que se está moviendo continuamente. Así que las lecciones en el ámbito psicológico, no tienen ningún valor ni importancia.
A cada cual nos toca algo en nuestras vidas. Afortunadamente, nosotros vivimos con lo necesario cubierto, tenemos alimento, ropa, casa, trabajo. Pero hay otros, que son los menos afortunados, que no tienen nada para poder sobrevivir. Pero solamente describiéndolo, dando la voz de alarma, eso no lo va a solucionar porque el problema es mucho más profundo. Ya que lo que les pasa a alguien es responsabilidad de todos, de nosotros, de cada cual. De manera que para que la pobreza y la miseria no existan, hemos de vivir honestamente teniendo solamente lo que necesitamos para sustituir. ¿Es eso posible en nuestras vidas?
Por eso, la manera como vivamos es más importante que todo, porque si vivimos en orden -sin despilfarro ni derroches-, ya no estamos provocando la pobreza. Y el orden también quiere decir, vivir sin división interna. Pues si hay división, ya estamos generando las circunstancias que genera la pobreza: insensibilidad, indolencia, indiferencia, crueldad.
Conozco a una persona pobre, que vive en una pequeña caravana, en un trozo de un patio, que el dueño le consiente que esté allí, pero que es racista, odia a los extranjeros. Dice que ellos tienen de todo, que tienen la culpa de los problemas, que deberían de irse a sus países, y que a ellos les dan preferencia los servicios sociales. Uno le dice que todos somos personas, pero ella sigue con su racismo y contra los pobres inmigrantes.
Y esa actitud de esa pobre mujer, de unos cincuenta años, que no tiene casi nada, que pide a los organismos sociales y de caridad ayuda para todo, es también lo que genera la pobreza y la miseria en que vive ella.