Torni Segarra

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1. ¿Podemos satisfacer y agradar a todos? Eso no es posible. Pues siempre hay unos, que por bueno que alguien sea, detestan y le odian. Y otros que por malos, malvados y crueles que sean, tienen millones de seguidores que lo adoran y están dispuestos de dar su vida por él.
 
2. Eso es una obviedad, nadie hace nada por nada. Por eso, cuando alguien se acerca a una persona es porque está interesado con ella, necesita algo de ella. Aunque sea  recibir afecto, cariño, algo material o darle amor desinteresado.
 
3. El amor, como todo en la vida, llega y desaparece caprichosa, misteriosamente. Podemos decir que ha desaparecido por negligencia y abandono, pero el hecho es que ha desaparecido. Es como cuando muere alguien, se puede investigar las causas –enfermedad, de repente, por la edad, por un accidente, porque estaba muy deprimido y todos le habían abandonado-, pero el hecho es que se ha muerto. Y nunca podremos saber verdaderamente sus causas. Porque la vida, es un misterio que no se puede desvelar, sino no sería un misterio Por eso, el amor es tan radical y rotundo como la muerte. Pues sin morir a todo el pasado, el amor no puede ser.
 
4.. Una persona que se respete, ha de ser libre.  Y libre quiere decir que tiene libertad para hacer lo que quiera en cualquier dirección. Aunque los otros crean que ella no es libre. Pues la libertad es interna, nace dentro de nosotros, es la ausencia de división y conflicto.
Porque, si uno se fuerza, o le fuerzan a hacer algo que él no quiere, lo que haga no va a salir bien, no tendrá orden, sino confusión y caos.
 
5. ¿Cómo podemos decir que alguien –las mujeres- son lo más grande de la creación, si todo está unido indivisiblemente? ¿Puede funcionar una mujer o un hombre, solamente? Eso no es posible. Porque todos dependemos de todos, ya sea del tendero que nos vende los alimentos, del banco donde le llega nuestra nómina, donde tenemos el dinero, del arquitecto, del abogado, del médico, de los profesores. Y, ¿cómo podría la mujer realizarse como tal sin el hombre, para tener sexo, para poder concebir otro ser humano, para ayudarse mutuamente?
 
6. Pero ese querer al alguien más todavía, ¿es por los besos? Si solamente son los besos, el sexo, eso es un calentón corporal y mental, donde ahí no hay amor. Pues cuando pase esas necesidades físicas, todo será indiferencia, falta de interés y apetito sexual.
 
7. Los bebés lloran cuando tienen miedo, se les hace algún daño, por olvidarse de sus necesidades los que los cuidan. El bebé no llora por la emoción de sentirse feliz, lo expresa con su tranquilidad y serenidad, con la risa y sus movimientos juguetones, con sus balbuceos graciosos llenos de simpatía.
Respecto del niño del reportaje, que escucha la muy potente voz de esa mujer que le canta –que dicen que es su madre-, parece que llora por miedo y temor al verse apabullado por unas palabras que son usadas por los mayores y que él no puede entender. Y actúa como alguien que está desbordado por la persona que depende en todas sus necesidades. Eso se ve cuando un animal, un perro, el dueño se le acerca y lo quiere tocar, le tiene miedo, se tumba y le enseña la barriga, demostrándole su sumisión, tanto alegremente como con tristeza.
El ser dependiente de todo de otros, de los demás, provoca tanto alegría como tristeza y preocupación, miedo.
 
8. Para que nos lleguen personas positivas, primero hemos de serlo nosotros, ¿no es cierto? Aunque eso no quiere decir que están excluidas las que consideramos que no son positivas. Pues eso haría de nosotros no ser tampoco positivos.
 
9. Para desnudar el alma de los otros, hemos de haber desnudado la nuestra. Y si hemos desnudado nuestra alma, no hace falta desnudar el alma de los otros. Pues todas las almas son básicamente igual, son lo mismo, actúan de la misma manera.
 
10. Todo lo que sucede en Internet –Facebook, Google+, Twitter, etc.-, sucede también en la vida de la calle, en directo, cara a cara.  Porque nadie puede esconder quién es, cómo es, qué quiere, todo lo demás son cosas sin importancia.
 
11. Perdonar a alguien, o descartarlo radicalmente, es lo mismo. Pues las dos actitudes generan orden. Ahora bien, el perdonar ha de ser verdadero, sin ningún interés, que no sea el mismo orden.
 
12. Si una mujer llora ante un hombre, puede que sea una victoria para él. Pues puede que este harto de ella, y vea que con los lloros, eso pronto se va acabar.
 
13. Eso es lo que nos sucede tan a menudo. Cuando estamos en verano, lo aborrecemos por el calor, los días tan largos. Pero cuando desaparece y llega el frío y los días cortos, es cuando nos damos cuenta de que no era tan malo como lo percibíamos. Pero, curiosamente cuando dejamos el invierno, que también nos cansa y aborrecemos, y llega la calor, nos damos cuenta y vemos que eso no era tan malo, sino que tenía su encanto, belleza, sus momentos llenos de vida y felicidad.
Y por supuesto, eso mismo pasa con las personas.
 
14. El placer, su persecución, siempre nos trae el dolor. El placer en sí no es el problema. El problema es ir tras eso que nos da placer, depender de ello, aferrarse a ello, aceptar todas las miserias por ello.
 
15. Somos personas frías porque no comprendemos lo que nos sucede, no comprendemos cómo funciona la vida, el pensamiento, y por eso nos amargamos, nos hacemos indiferentes. La personas nos hacemos frías, cuando nos hacemos pasotas, indolentes e indiferentes.
Por eso, con la comprensión de todo lo que nos sucede, llega el afecto por todo lo que es la vida.