Es muy fácil, Mago, si tú y yo estamos discutiendo y te digo que lo que yo digo es la verdad, eso es un error, es ignorancia, es superficialidad y va a generar desorden entre tú y yo, conflicto. Pero, si te digo: puede que lo que estamos diciendo no sea la verdad, así que investigamos y veremos qué es lo que sale.
Por lo que, para poder decir eso, para poder actuar así, me tengo que negar, tengo que encarar la realidad negativamente, con el sentimiento de no sé, no sé nada, y a partir de ahí ir investigando.
Un poco más Mago: si yo no sé cierto a qué hora sale el avión, o el tren, pero tú si que lo sabes porque viajas mucho y me lo dices, yo no puedo decir que eso no es cierto, que te estás equivocando. Tendré que renunciar a mi orgullo y vanidad, para decir ahora lo comprobaremos. Siempre negando mi ego, mi ‘yo’, fanfarrón y vanidoso.
Si vas hacia un gran acantilado y yo te sigo y tú me dices: Toni no sigamos que ahí está el peligro de caer. Pero yo te digo eso es una alucinación tuya. Pero me dices vamos a comprobarlo, echando una piedra. Pero yo no quiero ceder de mi orgullo y estupidez, estoy acabado. Porque la realidad, lo que está más allá de lo que sabemos y no sabemos no la podemos manejar ni dominar ni saber. Por eso, no sé y vamos a investigarlo.
Cuidado, ser sencillo es amor, saber ser humilde y decir señor yo no sé nada hágase según su palabra -la verdad-, es negarse, es negar la vanidad del ego, del ‘yo’, que dice: mi fe me dice que tengo razón, porque mi fe proviene de unas creencias de unos libros que me han dicho que son sagrados, aunque sean unas novelas fantasiosas como todas. Por eso, lo verdadero es investigar, discernir, inquirir cómo somos, cómo funcionamos. Y así poder ver lo falso y descartarlo. Pero, sin renunciar a la soberbia de lo mío, que es lo verdadero, seguiremos siendo los mismos estúpidos como hemos sido siempre: capaces de matarnos en guerras religiosas, políticas, de odio, de robos e invasiones. ¿Qué extraño es que los religiosos siempre acompañan a los ejércitos cuando van a asesinar en masa a los que dicen que son sus enemigos? ¿Tiene esto, Mago, alguna explicación religiosa -entendida con el no participar en actos donde se ataca y se asesina-, convirtiéndonos en cómplices?
Si eso es lo que queremos, decir que todos somos inocentes. Pero, eso es una estupidez. Porque los primeros culpables somos nosotros, cuando justificamos los genocidios, las invasiones de los países pobres, cuando aplaudimos los ataques con misiles a los miserables, cuando somos indiferentes a los miles y miles que se pudren en las prisiones para proseguir con esos genocidios y el apartheid que es el cruel racismo. Cuando invertimos millones y millones para tener los ejércitos preparados con la tecnología punta para seguir siendo poderosamente los mejores.
Y todo eso, tú lo consientes, porque estás a favor del establishment corrupto e inmoral, no sabes vivir de otra manera que no sea siendo el siervo de este sistema devorador y arrasador de todo para poder vivir en el placer y por el placer aunque sea matando a millones y millones de personas. Y sí, eso es lo que queremos para que siga la fiesta verbenera y chabacana del placer. Pero el placer siempre es a costa de los demás, que son los más débiles. Y ellos no van a estar quietos, ellos se van a vengar. Y ahí estamos, con ese absurdo de: yo sí que puedo, pero tú no puedes y no te dejaré.
Sí, es cierto, somos una infinidad de gotas todas básicamente iguales. Pero, eso se ha de demostrar en cada acto de nuestras vidas, la que vivimos donde nadie nos ven, la que vivimos por la calle, etc.
Lo contado, lo que se describe, no es lo real. Pues, las palabras y los conceptos que las acompañan, no pueden ir más allá de ellas mismas. Por tanto, o uno ve o no ve.
¿Cómo sabemos que existe "lo Real"? Tocándonos el cuerpo, rozando la piel con un árbol, viendo que la división nos insensibiliza y nos hace indolentes ante los retos de la realidad de la vida. Todo eso, Pablo, es lo real. Es decir, lo real sería la conciencia, la percepción, el darse cuenta de todo lo que ello implica.
Porque no captas que cuando decimos real, quiere significar lo que genera una manera de vivir donde la confusión y el conflicto no tienen cabida. En el ámbito material y físico, sí que toda la realidad es la misma energía.
Claro que dura y perdura el conflicto, la violencia, la guerra, las contiendas particulares por celos y envidias, lo feo, pero uno no participa de todo eso. Esa es lo que va a determinar el fin de toda participación con el paradigma de división y fragmentación interna.
Nosotros todo lo que digamos, como ya hemos dicho, solamente podemos vivir lo que decimos, lo que valoramos o no. Así que todo lo que digamos sobre el futuro, de lo que va a ser o no va a ser, no tiene ningún valor.
No se trata de no vivir en conflicto, entiende que no nos afecta. Es como si tú vas a un bar y allí hay un pleito a toda pastilla, tú lo miras lo entiendes y te vas o te quedas. ¿Por qué te habrías de implicar si no tienes la necesidad?
El problema está en que el vacío no llega por compra ni por voluntad o no voluntad. El vacío llega cuando uno comprende todos los peligros -incluidos los del pensamiento y la mente- y no huye ni quiere cambiarlos.
Dices lo que estás diciendo, porque tal vez no te has dado cuenta que el problema eres tú, el problema es cada cual. ¿Y si tú no resuelves tus problemas de división y conflicto, qué puedes hacer en realidad de verdadero?
Pero, cuidado Pablo. Ante la realidad de poner la mano en la estufa que está quemando, ¿con eso, ese hecho tan absoluto, se puede divagar, especular sobre él? Si uno está cuerdo, ante la estufa que nos quema la mano, está la reacción instantánea libre del pensamiento, etc.