Las ideas y teorías, no son los hechos. Y nosotros necesitamos vivir con hechos. Los no hechos son del pasado, pues necesitan una referencia para ser. Y los hechos son el presente, lo nuevo, lo no manoseado por la astuta mente.
Si la base de la relación es pasar una noche y luego otra, etc., eso parece que tenga poco recorrido, en el sentido de prometer ser una pareja respetuosa, fiel, ¿no, Vicktor? Primero, las promesas no sirven para nada –si es que uno no está desesperado, hambriento, y necesita hacer algo para poder comer-. Por tanto, es mejor poner las cartas boca arriba para que no haya equívocos y malos entendidos, Y después, salga lo que salga. La libertad total es precisa para una buena relación, pero eso se tiene que advertir e informar, si es que no queremos hacer algún daño.
Una sociedad tan corrupta e inmoral como la que hemos construido entre todos, es preciso que genere toda clase de violencia. Y los violentos, violan y agreden a las personas más vulnerables, por ser el objetivo más fácil e indefenso. Así que uno, ha de ver esa realidad, comprender la violencia que todos llevamos en nosotros, verla como un hecho. Y esa visión tan directa y total, nos dirá qué es lo falso y lo verdadero, nos dirá dónde está lo negativo.
El amor, ¿es una realidad o un invento, algo que nos gustaría que fuera? Porque el amor, ¿puede ser sexo solamente, apego, el estar aferrado a una sola persona? ¿O el amor es la absoluta y total libertad para vivir nuestras vidas?
Ana. ¿Cómo sabemos que la razón por la que vivimos es el amor? ¿Qué es el amor? ¿Existe o puede existir el amor, o es una ilusión, un invento? A nosotros nos gusta inventar, escapar de la realidad, creando otra realidad que nos conviene. Pero eso no es lo real, la realidad. Pues lo que es, la realidad, no podemos huir de ella ni cambiarla.
¿Existe la no violencia, o todo es violencia, ya sea que la veamos o no? Somos violentos cuando sacrificamos los animales para alimentarnos, cuando los explotamos para nuestra diversión o provecho. Somos violentos cuando competimos, cuando somos nacionalistas, cuando somos cristianos, árabes, judíos, hinduistas, cuando somos de un determinado grupo político, o de un club de fútbol favorito.
Por tanto, todo es violencia, crueldad y guerra. Por tanto, ¿el amor algo real o es algo imaginario, que nos gustaría que fuera, que la propaganda superficial, banal, explota esa idea de amor?
Mari. El odio, la envidia, nos hace feos y amargados, viejos y repetitivos, nos enfrenta listos para la contienda. Por eso, la ausencia de odio, y todo lo que lo acompaña, hace que la belleza esté en nosotros afectando cada cosa que hagamos, en el vestir, en el caminar, en el comer, trabajando, hablando, en toda actividad.
Al margen de la verdad o no de una noticia en particular, todos los gobiernos mienten, esconden, falsean la realidad de lo que sucede. Y esto no es nada extraño, pues los gobiernos son como una gran mafia, donde los que participan directa o indirectamente de él en todos los ámbitos, obedecen, aceptan sus directrices por absurdas, dictatoriales, injustas y crueles que sean. Sólo cuando el gobierno está debilitado, a punto de cesar, es cuando esa mafia pierde su poder y autoridad.
Y esto es en realidad como actúa cada ser humano. Por eso, como los gobiernos son un conjunto de seres humanos, generan lo mimo que estos: desorden, confusión, crueldad, violencia y guerras.
España tiene un nacionalismo que quiere defender como sea, por lo que tiene que tener sus referentes, uno es el centralismo, y el otro, es la tortura y asesinato violento por placer y diversión de los toros. Y precisamente las personas más de derechas, son las centralistas y las favorables a la tortura y asesinato violento de los toros. Por lo que, todos los que trabajan en la televisión estatal han de defender tanto el nacionalismo centralista como la tortura y asesinato de los toros.
Es curioso que Cataluña, el país que está ubicado a la fuerza en España y que quiere independizarse desde hace doscientos años, sea el único que haya abolido la tortura de los toros, con la oposición del gobierno español, que la impugnó ante los tribunales, pues ellos dicen que es la fiesta nacional, un referente de España. Por lo que todo el círculo se cierra, cuando más carcas, más subdesarrollados mentalmente, más defienden a la tortura de los toros. Que el gobierno español subvenciona, ya que el aforo que registran en cada macabro espectáculo, no da el dinero suficiente para costear los gastos.
Para Jaume Fatjó, veterinario, etólogo, especializado en comportamiento animal. Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Barcelona.
He leído tu entrevista en el diario…, de hoy. Gracias.
Lo primero que hemos de comprender respecto de los animales que conviven con nosotros, es que ellos son los más débiles. Pues, los hemos convertido en dependientes de nuestra comida, de nuestro refugio, de nuestros paseos y de nuestro bienestar. Y conociéndonos como somos las personas, la suerte ya está dada: al domesticarlos para nuestro propio beneficio, empezó su degradación como animales que son. Ningún animal, ya sea que haya nacido salvaje o en cautividad, se deja domesticar si no es con violencia y crueldad. ¿No ha visto a los potros cuando los ponen por primera vez entre las barras de un carro, vestidos con los correajes y aparejos, el freno de castigo entre los dientes o en el tabique nasal?
Los animales deberían de estar en su medio natural, para que vivan libres a su manera natural, propia. Sin ser los sirvientes y esclavos de los hombres: perros domesticados para ser policías, atacar a las personas y detectar explosivos –menuda crueldad poner en peligro sus vidas por las barbaridades que hacen los hombres-.
Ningún animal que vive entre nosotros es feliz, porque se tiene que reprimir el mear o hacer caca, correr, saltar, ir y venir, desaparecer y aparecer.