Torni Segarra

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1. ¿Por qué siempre decimos que las cosas han de ser o negro o blanco, con una rotundidad incuestionable, cuando la realidad es infinita en cuanto a las posibilidades?
Si decimos que el amor es esperar, ¿eso es un hecho, la vedad? ¿O el amor llega en este instante, o luego, dentro de un tiempo, o cuando sea que llegue?
Nosotros no lo podemos saber todo, por tanto si nos agarramos a una idea o teoría, nos estamos bloqueando. De manera que cerramos la puerta a lo nuevo, lo que no ha sido tocado por la mente ni el pensamiento ni por nadie ni nada, que es el amor.
 
2. Estar atrapado por alguien, ¿por qué lo hacemos, por qué lo consentimos, es por amor a esa persona, es por miedo a estar solos, para tener sexo, para un beneficio propio, como tener hijos, para ganar más dinero y triunfar?
La vida sin libertad no tiene ningún sentido ni valor verdadero, ya que viviremos amargados, neuróticos, desesperados, viviremos meramente como un animal.
 
3. ¿Podemos ser perfectos, existe la perfección? ¿O cada uno tiene una idea de lo que tiene que ser la perfección? Y, ¿qué es lo perfecto, no sería lo que nos hace felices?
Y, ¿qué es la felicidad? La felicidad es la ausencia de deseos. La felicidad es la ausencia de desear ser más bello, tener un mejor cuerpo, ser más rico, ser alguien que triunfa, ser como una máquina que todo lo consigue, etc. Pero todo eso, si lo conseguimos no nos va a traer la felicidad. Porque todo lo que conquistamos, lo conseguimos con esfuerzo y brutalidad. Y eso nos divide de los demás, nos hace que vivamos en conflicto, en contienda. Haciéndose la vida una completa amargura, una guerra de todos contra todos.
Así que, la comprensión de lo perfecto es lo que nos va a traer la felicidad. Lo perfecto es darse cuenta que uno es como es y eso no se puede cambiar. Aunque cambiemos de peinado y su color, aunque nos hagamos delgados o gruesos, cultos e instruidos o no, con abundancia de dinero o con lo necesario, todo eso no va a hacer que aparezca la felicidad. Pues ella llega, como el amor, como un trueno imprevisto, como algo nuevo, de primera mano.
 
4. El amor no es proyectar sobre el futuro, pues él siempre es en el ahora intemporal. Por eso, el amor no sabe nada de ‘lo que será’. Es el miedo a la soledad, a la inseguridad, lo que inventa lo que cree que nos va a dejar para siempre en la seguridad de una persona, ya sea la pareja, un pariente, una amiga, un gurú o maestro, un líder religioso o político, con sus ideas y teorías.
Pero todo eso es fruto de la ignorancia. Pues, la seguridad no puede ser en absoluto, solamente existe la completa inseguridad. Ya que nadie sabe lo que pueda suceder mañana, esta tarde, o dentro de unos minutos. Hemos de vivir con esa inseguridad, comprenderla. Y de esa manera verán que ágiles y nuevos que son, que ligeros se moverán, que mente tan clara y limpia de todos los problemas que nos puedan o no venir.
 
5. ¿Alguien que no esté demente, puede no sentir el frío, el calor, la mentira y la falsedad de los demás, la alegría o la tristeza que nos llega del alma o nos la traen los otros? Para ser sensible a todo lo que nos sucede dentro de nosotros y fuera, solamente hay que estar atentos a todo cuanto ocurre. Sin reprimirlo ni huir, ni tocarlo, solamente mirarlo.
 
6. El amor lo cura todo, porque es lo más sano. Pues el amor es sin conflicto, sin enfrentamientos ni contiendas, que nos hace perder la energía necesaria para responder a los retos y necesidades de la vida.
Por eso, el amor es la inteligencia operando. No la inteligencia de la astucia, la del saber mundano, para poder triunfar, etc., sino la que no sabe nada y lo sabe todo a la vez.
 
7. El flaco, el gordo, el de peso mediano, como el alto o el bajo, el de complexión atlética o asténico, el negro, el blanco o el amarillo, el mestizo, ¿es algo que es por capricho propio, llega por la voluntad?
Nosotros nos creemos muy poderosos, pero en realidad somos criaturas como todas, condicionadas a ser lo que somos. Ahora bien este condicionamiento físico, probablemente no se puede cambiar. Pero, el condicionamiento psicológico, el mental, sí que hay una oportunidad para ir más allá de él.
 
8. Es su libertad, ¿no, Sonia? Si tú lo pudieras hacer, no te gustaría que te lo prohibieran, ni te despreciaran por esa manera tuya de vivir.
Por eso, todo el problema de nuestra vida somos nosotros. Y por eso, si nos conocemos realmente quienes somos, cómo funcionamos y actuamos, conocemos también a todos los demás, a toda la humanidad.