No corras tanto, tú sabes que todo no se puede dar o compartir, ¿estás de acuerdo? Y a partir de ahí ya puedes seguir hablando, pero siempre con prudencia.
¿Qué pasaría si ahora un viejo achacoso llamara a tu puerta y te dijera que necesita con toda urgencia estar contigo toda la noche?
¿Te das cuenta el terreno que estamos pisando? ¿Comprendes ya?
La verdad es libertad. No. Porque la libertad tiene su magia y aunque te odien, eso forma parte del programa de la vida, como el invierno, la primavera, etc.
Esto agota mucho, ¿Verdad? A mí me agota, porque tengo miedo de hacerte daño. En que malinterpretaras algo.
Por eso, vivir en la verdad, que es el orden, es algo que a uno no le deja que se aburra. Porque, el orden está en todo, en el andar, en el comer, en el vestirse, en la higiene, en la manera como miramos a los demás, etc.
Uno ha de confiar en su voz interior, tiene que tener su mundo interno, pero ha de ir a lo externo para ver qué tal es la relación con los demás, con el mundo externo. Pues, si hay conflicto, entonces nada tiene valor alguno.
Uno está obligado a ver, si por uno mismo puede comprender sus propios cambios. No hay otra manera de aprender. Pero, todo se tiene que confrontar con la realidad, con las relaciones con las personas, lo que tenemos, etc.
Cuando estamos completamente unidos a lo que estamos observando o haciendo, tampoco existe ni frío ni calor, nada que perturbe eso que vemos o estamos haciendo. Sólo hay percepción.
Tanto el gurú como el seguidor, tienen su sitio como sucede con todo. Pero, el trabajo de cada cual siempre está en ver la falsedad de las cosas, de lo que está sucediendo, y descartarlo radicalmente.
Un maestro es como es, dice lo que se le antoja en un momento dado, los que lo escuchan y le siguen, también saben que ese maestro parece un charlatán. Por tanto, la pregunta es: ¿Por qué no nos liberamos, al comprender, que el seguidor y el maestro se estorban mutuamente?
La duda es adecuada, hasta que genera conflicto o parálisis. Es como el investigar, discutir, cuando llega la especulación. Fin. Hay que descartarlo. Porque si descartamos lo negativo, lo que quede, lo que llegue, va a ser lo positivo.
Nos olvidamos que más allá de las palabras hay toda una gama de comunicación que es tan valiosa como lo que significa cada palabra. Para gozar plenamente de la lectura hace falta comprender cada palabra. Pero, para comprender la esencia de lo que se dice, no hace falta comprender cada palabra.
El pensamiento, en el ámbito físico, material, tiene su utilidad. Pero en el ámbito psicológico, el pensamiento es un obstáculo. Porque, el pensamiento, que es memoria, siempre es lo pasado que se interfiere en el presente. Solamente, cuando el pensamiento cesa, que lo sagrado, lo que está más allá de todo lo que queremos o no queramos, se manifiesta. Es decir la libertad de todo lo conocido.
Con los altos poderes, ¿crees qué lo intentan? Eso nunca se ha visto. Por una sencilla razón: pues uno ha de estar muy desesperado para jugarse su vida a car o cruz. Mientras uno no llegue hasta ese extremo, nada en la superficialidad, en la banalidad, en la seguridad de la repetición y conocido.
¿Se puede tocar a la iglesia católica respaldada por el Vaticano? ¿Se puede tocar a la tortura y asesinato violento de los toros, por placer y diversión, donde se enseña a los niño a ver que la tortura se puede convertir en una distracción, macabra y cruel, donde muchos organismos no lo aprueban? Hay mucho que hacer, pero pocos los que se ponen a ello.
Eso puede que sea. Pero, la cama es uno de los lugares más eróticos que existen, donde nada más entrar en ella todo el mundo del sexo, y muchos más: la imaginación, lo oculto, lo perturbador y alucinante, etc., se activan.
No, es eso, Antonio. Y tú lo sabes. La verdad puede sorprender, escocer, pero siempre es la verdad. Uno puede verlo y ser indiferente, otro se puede animar un poco y otros invertir su vida en ello. Esa es la situación, la realidad.
Sra. Silvia, el genocidio, la violencia, el robar, el humillar, el matar, tiene diferentes frecuencias, es como la música, el hablar, en fin todo lo que hacemos. En el momento que uno vive en un estado de guerra permanente con el vecino es que todo eso que le he expuesto está ahí, lo niegue, lo discuta, o quiera seguir con su fanatismo nacionalismo, divisivo y conflictivo.
Ahora bien, ¿qué se puede hacer con todo eso que está sucediendo tanto tiempo? Eso es cosa de los que viven allí, de querer evitarlo o no. Porque, cuando uno quiere dos no se pelean, cuando uno quiere la paz, la necesita como el aire para respirar, seguro que no hará la guerra. Téngalo por seguro. No hay excusa que valga, pues todo tiene que empezar por uno mismo, sin esperar a los otros, a las autoridades incompetentes y corruptas, etc.
Todo maestro, como cualquier persona, es contradictorio. Por tanto, cuando alguien se pone en un lugar preeminente como lo hacen los gurús o maestros, eso es propio de charlatanes.
El estorbarse mutuamente dos personas en cualquier relación, eso es un hecho. Si uno te quiere acompañar y tú no quieres, pero él insiste en querer acompañarte en un desplazamiento en tu coche, eso va a traer problemas. Empecemos: tú pondrás la música, puede que a él no le guste y te lo diga; tú puedes tener frío y él calor, por lo que quiere el aire acondicionado o las ventanas abiertas; si corres poco o mucho, él puede no está de acuerdo, etc. ¿Entiendes, Santiago?
Ahora bien, si uno encuentra todos esos problemas que valen la pena, eso es otra cosa. Ya se dice que, contigo pan y cebolla me basta.