Hay algo que cabe mencionar: en una ocasión Indira Gandhi, fue a visitar Jiddu Krishnamurti y antes de comer entraron en una habitación los dos solos. Allí estuvieron un tiempo. Cuando salieron y se sentaron en la mesa para comer, Jiddu Krishnamurti, no la miró ni se dirigió a ella durante todo el tiempo que estuvieron allí. Gracias, Amilcar, por el aporte.
Otra información para poder comprender toda la relación de Jiddu Krishnamurti e Indira Gandhi. Él le dijo cierta vez, que no fuera nacionalista. Pues, ella era nacionalista hindú, que estaba pleiteando con los sijs de Cachemira. Donde se habían encerrado los sijs, en protesta, por no darles la independencia India. Donde hubo una matanza, en el Templo Dorado -lugar sagrado, donde no se permitía la entrada ni a policías ni a militares-, de un centenar de personas, con la excusa de que allí tenían armas.
Precisamente, el ejército hindú tiene una mayoría de sijs como miembros destacados. Y al tiempo del asalto del Templo Dorado, dos guardias del palacio presidencial, sijs, mataron en un patio a Indira Gandhi.
Ese es el problema, que el hombre ha hecho un gran avance, un progreso en el ámbito científico, técnico, en el material. Pero ese avance y progreso no lo ha hecho en el ámbito psicológico, espiritual. Y por eso, es que seguimos siendo brutales, crueles, siempre dispuestos a destrozarnos. Por eso, ¿qué importa si ganas y conquistas todo el mundo, si pierdes tu dignidad?
Eso también pasa ahora con los machos ciervos, que se enganchan de manera, cuando pelean por el territorio y las hembras, la cornamenta que no pueden desengancharse.
Si fuera tan fácil, como tú lo expones, María, tal vez, no estaríamos aquí hablando. Pero, hay que vivir con la película que nos toca. Creo que el éxito está en que todas las imágenes -los fotogramas- pasen sin quedarse más que el tiempo que les toque. Es decir que no quede nada para el pasado. Pero eso tampoco es posible, porque de una película luego sale otra película y así hasta el infinito. Por lo que, hay que dejar de huir y querer cambiar la película. Y así, todo se calma, llega la paz y todo cambia a no sabes qué, pero seguro que a mejor.
Cuidado, María, no lo cojas al pie de la letra que es una metáfora. Porque, si entramos en eso que todo es una ilusión, entonces es cuando aparece el absurdo. Y con el absurdo llega el peligro de toda degeneración, hasta lo más feo que podamos hacer en la vida. Porque, absurdo y relativo, van cogidos de la mano. Y la cuestión es: si alguien te da un bofetón y te desprecia, ¿eso es una ilusión?
He leído tu entrevista de hoy, en el diario… Gracias.
Hace muchos años, unos treinta, leí ese libro, ‘En el camino’, de Jack Kerouac. Y lo encontré más emocionante por la vibración del autor que transmite, que por lo que decía en sí. Creo que eso era porque él representaba un poco a esa generación, tan rompedora, con las drogas, los viajes, los líos con la justicia por sus protestas y la parte oriental que tenían.
En realidad, creían que estaban fuera del sistema pero eso no les fue posible, porque actuaban externamente como cualquier otra persona: fumaban tabaco y marihuana, bebían alcohol, les gustaba viajar y vivir bien, probaban toda clase de drogas, sexo, etc. Y todo eso sin tener bastante dinero, no se puede hacer. Y el dinero abundante, requiere una actividad abundante, por lo que no quedaba mucho tiempo para indagar y profundizar realmente en los problemas de la vida, yendo hasta la raíz. Es decir, en realidad eran unos pequeños burgueses, sin querer serlo, claro.
Eso es lo que hacen los reyes, los papas, los campeones de tenis, los goleadores, las estrellas en cualquier ámbito, cualquier especialista que se cree que él solo es el extraordinario, olvidándose del que le fabricó los zapatos, la ropa, los alimentos, el coche, etc. Eso es la ignorancia al servicio de los poderosos, descarados, corruptos e inmorales, que lo quieren todo para ellos. Y hacen todo lo que pueden para que siga siendo así, sin invertir en escuelas, en comedores escolares, dándoles una educación integral a los niños, donde lo técnico, lo material, no relegue a las humanidades, la piscología. Dando sueldos acordes con las ganancias del negocio de la empresa donde se trabaja.
El sexo no se ha vuelto importante, siempre lo ha sido. Algunas épocas deprimentes, de pobreza y hambrunas, parece que se domina, aprovechado por los religiosos para decir que ellos son los que con su moral han dominado el sexo. Pero, cuando el cuerpo y la mente se recuperan, somos sanos, completos, el sexo vuelvo a aparecer con todo su poder.
El sexo ha sido creado para que sea irresistible, de lo contrario pocos tendrían hijos. Pues, los hijos generan trabajos y preocupaciones.
En realidad, la dualidad y todo, la violencia, el bien y el mal está todo dentro de nosotros. Es nuestra moral, que ha desarrollado la sensibilidad la que genera esa conciencia que sufre con el dolor del otro, Pero, cuidado, eso no pasa con todos: los aficionados a la tortura y asesinato violento de los toros, los guerreros, lo terroristas, etc., no ven el dolor de la misma manera. Ellos, no creen que haya algún mal para dejar de hacer lo que hacen. Y si ven un mal, creen que es mejor ese mal, que el que puede venir si no lo hacen ahora.
En realidad cuando alguien quiere una cosa, la mente tiene la capacidad para elaborar lo necesario para consolidarlo dentro de ella. Es como los enamorados, que hagan lo que hagan su mente todo lo ve adecuado. Ese es el drama de la vida. Por eso la vida es como vivir con un animal salvaje, al que siempre hay que vigilar.
Todo lo de ahora ha existo siempre en el ámbito psicológico. Pues los retos siempre son los mismos: miedo, defensa y ataque, egoísmo. Y el trabajo es qué se puede hacer con ese paradigma, para liberarnos de él.
No hay tanta fatalidad como lo presentas. Pongamos la violencia. Siempre habrá violencia, ¿de acuerdo, Angus? Pero, si que podemos investigar qué hacer con esa violencia. Entonces, descubrimos que el origen, la raíz, de la violencia es la división interna. Y entonces, el problema ahora es, ¿cómo me deshago de la división? A ver trabaja, ahora tú un poco.