1. El condicionamiento es el que nos hace ver las cosas diferentes de cómo son en realidad. Porque la mente es muy sugestionable e influenciable, fácil de condicionar. Y ahí entramos en un terreno peligroso, pantanoso. que es el de las ideas y las teorías, lo que dice cada cual.
Pero, eso no sucede en cuanto a la naturaleza, y a las personas, que uno ve cuando va hacer daño, ya sea a los animales, a los árboles, a las personas.
2. Sea como sea, Fernando, si el pensamiento decide atender en su totalidad, donde no haya división alguna, ahí ha llegado el amor.
3. Cuando hay atención, la relación en todos los ámbitos es al más alto nivel posible -sin fricción alguna- y entonces llega el confort que es el amor que ha llegado.
4. Cuando uno tiene una arma de fuego, que están fabricadas para matar, toda la energía de todos los que han matado o se preparan para matar, toda la energía de los que intervienen en la fabricación, venta, etc., que están a favor de las armas, llega al que tiene el arma de fuego.
Al igual que sucede con los coches, las motos, los caballos, con el abundante dinero, o los que no lo tienen en absoluto, toda la energía de cada grupo humano pasa a uno en un momento dramático que es una emergencia. Entonces la energía, que ya lleva su recorrido, es muy difícil de controlar. El mismo hecho de tener un arma de fuego, ya predispone a su dramática consecuencia de matar a alguien. ¿Por qué tenemos un arma de fuego -u otra cualquiera, la mental-, es necesaria, precisa, si uno vive una vida sin corrupción, sin prepotencia ni brutalidad?
5. Con todos los respetos hacia ti, Arun, desde que estoy en Internet -hace dos años y medio- que he leído tantos comentarios como libros había leído de espiritualidad, psicología, la India y oriente, etc. Y creo que muchos cosas que se publican en Internet son copias adulteradas, con añadidos según el parecer del que lo hace. Por eso esa exactitud en las biografías y los detalles de personajes, como Buda y Jesús, etc., no le doy ninguna importancia.
En cuanto a la comparación de Jiddu Krishnamurti y de Buda y su ambiente cercano que les rodeo, cada uno tiene un destino, que tal vez, no podemos alterar.
6. Aitor. La belleza, viene y se va. Y eso mismo pasa con la atención, que es la belleza. Por eso, cuando me doy cuenta que estoy inatento, es cuando vuelvo a estar atento.
7. Eso es, Gisela. Y en ese ahora está operando el orden, generando orden. Y donde hay orden el amor está allí.
8. ¿Cómo puedo hacer tonterías y pretender que nadie me diga nada, me insulte o me desprecie intelectualmente? ¿En qué mundo vivimos? El Sr. Osho, llevaba una vida, con sus mercedes, el amor libre con jovencitas, etc., pasando de las leyes del estado, donde tenía un pequeño ejército en su extenso territorio de su propiedad, donde vivía en EE.UU. Hasta que fue detenido y expulsado de allí. Y volvemos a lo de siempre, El Sr Osho, con su sabiduría, etc., ¿no sabía qué esas tonterías habían de acabar mal –como acabó convertido en un payaso-?
9. Las religiones son tan variadas como las personas. Pero para que esa religión sea operativa, tenga sentido y significado, haga que todo funcione con orden, el conflicto y la división han de quedar atrás.
10. La atención no puede ser concentración. Porque la concentración es división entre lo de dentro y la de fuera, la periferia. Por eso, la atención no depende de la voluntad. Porque la voluntad es división entre lo que quiero, y deseo, y lo que es, la realidad.
11. Es muy sencillo, Alfredo. Tú me ves a mí ahora y en ese hecho de ver ya empieza la relación, ¿no? Eso es automático, si no seríamos dementes. En ese instante de contacto, la relación puede ser a un nivel muy bajo, pero si logramos prestar toda la atención, sin ningún fragmento, la relación es completa, es decir con atención total y absoluta.
12. Pero, Aitor, si está ahí la belleza siempre y no participamos de ella qué sentido tiene, O, uno lo siente y está ahí. O, no la siente y no está ahí. Eso mismo pasa con el miedo, el amor. Es como el dinero, hay a montones, pero si no lo tenemos, es que no existe en realidad para nosotros. Y por eso, es tan desgraciado sentirse solo, habiendo como hay tantos millones y millones de personas, porque sentimos que nadie está con nosotros ni nosotros con ellas. Y más amargo es con todo lo que existe, que todo es infinito, y no puedes conectarte, unirte, a nada: ni las personas, las plantas, las piedras, las puertas, los libros, la cocina, tu habitación, el parque, nada nos puede ayudar a salir de esa terrible soledad. Hasta que como si fuera un milagro desaparece y viene la empatía, la alegría, la relación en cada cosa. Por eso, la vidas es esa rareza tan misteriosa.
13. Elvira, el control de la mente genera división entre el que controla y lo que está descontrolado. Porque, esa división -ese querer controlar- va a dominar e imponerse al que pretende dominar, la mente. Por eso, la mente solamente la podemos comprender, ver cómo funciona, de qué manera opera. Y si lo comprendemos de verdad, hasta la misma raíz, la mente se aquieta y actúa ordenadamente, deja de saltar y moverse de un lado a otro. Para que la mente sea sana, no neurótica, no ha de haber división ni conflicto en ella.
14. ¿La concentración no es excluyente, Fernando? Pero la concentración sí es excluyente. Si tú te concentras conmigo, los que lleguen te molestan y se genera conflicto, fricción. La atención no tiene motivo porque es la nada, llega del vacío, sin deseo ni no deseo.
15. Entonces, la percepción también sucede, como la belleza. Pero, hay algo que hace que pueda suceder: deshacerse de la confusión y el desorden. Si tú estás agitado por algún evento imponderable, el desorden y la confusión serán en ti. Pero, si hacemos las cosas de manera para no irritar la mente -cuidar lo que comemos y tomamos, no excedernos en la actividad o la pereza, etc.- todo eso va a influenciar en la sensibilidad de la mente para que tenga más sensibilidad y la percepción sea más fácil y profunda.
16. No, David, no hablemos del espacio. Y vamos a tocar los pies en el suelo: si uno está muy alterado porque ha discutido con alguien que había quedado de pasar a recogerlo para llevarlo al trabajo y se duerme y llega tarde. Y eso genera una fuerte discusión y tiene un accidente. ¿No crees que esa confusión y conflicto, en los dos, ha tenido mucho que ver en el accidente? Por tanto, volvemos a la atención -pues el conflicto es inatención-, pues los fallos son inatención, desorden. Por eso, lo que tengo que poner es orden en mi vida.