“Trate a cada momento como el último. No hay una preparación para algo más”.
Gracias, Nilkamal. Lo último y lo primero, en cuanto a la libertad del tiempo psicológico, es lo mismo. La evolución, el devenir, en el tiempo psicológicamente es la ilusión en la que estamos atrapados. Y por eso, hemos construido esta manera de vivir, con esta sociedad tan idiota, que todo lo proyecta en el futuro. O se refugia en el pasado romántico, sensitivo, con sus emociones paralizantes.
Decir que la víctima quiere ser víctima, es tan superficial, como dar toda la culpa al violador verdugo Nada es de manera aislada, sin relación. Y es esa unidad la que hay que entender, comprender, vivirla, para así ser libres de la ignorancia y no hacernos daño unos a otros.
Esa matización, de que a ti José no te afecta, pero a los que son más vulnerables sí que les afecta, es precisa mencionarla. Porque el poder de una religión organizada maneja muchas cosas, como empleos en sus instalaciones, influencias en los organismos gubernamentales, etc.
Desafortunadamente, las personas en general no tienen el nivel de conciencia de todo lo que sucede como el que tenemos nosotros. Que participamos en las discusiones para investigar, indagar, en un grupo que lleva el nombre nada menos que de ‘Philosoraptors’. Cuyo nombre ya es un enigma, tanto como buscar y encontrar una definición ¿Cuántas personas son capaces de hacer lo que hacemos en este grupo?
¿La inocencia la hemos tenido alguna vez? Allá donde miremos hay violaciones, ya sean sexuales, de los derechos, de la dignidad. ¿Qué es sino una guerra, con los cuerpos reventados, con esas violaciones, con la única ley que la de las armas? Pero, por feo que eso sea, todos los países se entrenan para hacer esa guerra. Están obsesionados por inventar armas más eficientes a la hora de matar.
Y, ¿qué hacemos, Leo, para que esa manera tan indolente y cruel no siga, no sea tan vista como algo normal e ineludible? Nosotros hagamos lo que hagamos, esa bestialidad de las violaciones y las guerras van a proseguir. Por tanto, sólo queda descartarlo en la vida de uno.
He leído tu crónica de hoy, desde Roma, que trata sobre la vuelta a India de los dos marineros italianos, inculpados para ser juzgados por la muerte de dos pescadores hindúes. A cambio de la libertad para salir de India del embajador italiano. Gracias por las informaciones y comentarios.
Señor, se imagina que un barco indio o africano, estuviera en el Mediterráneo frente a las costas italianas, francesas o españolas, y dispara contra un barco de pescadores matando a dos, de esos países. ¿Se imagina el revuelo que habrían montado?, Hubieran asaltado ese barco indio o africano que había disparado y matado a los dos pescadores, aunque lo negaran. Eso si antes de ese incidente no los hubieran expulsado de la costa.
Entonces, siempre estamos con la misma: ¿somos demócratas o no -lo que quiere decir que somos todos iguales ante la ley-? Y, tú como un corresponsal siempre benévolo con los ricos y poderosos, te irritas porque las autoridades han consentido que esos dos marineros de la armada italiana sean juzgados en India. Subestimando a India, diciendo que ahora es un especie de nuevo rico, que todavía está humillado por los años -siglos- de invasión, robo, explotación, humillación, violaciones -aunque tú y tus colegas digáis colonialismo-.
¿Tú eres demócrata? Lo dudo. Ni tu diario tampoco lo es, cuando sois racistas, defendiendo a los poderosos, las monarquías de todo el mundo. ¿Realmente alguien puede ser un verdadero demócrata y ser monárquico? Ser alguien diciendo que su cargo es por la gracia de dios, porque yo soy mejor que tú, tener inmunidad jurídica, capacidad para ser corrupto e inmoral sin que les lleven ante la ley, ¿es eso demócrata? A veces alguien está en la montaña y se pregunta, ¿dónde está la montaña? Así os sucede a vosotros: estáis en la corrupción, en la inmoralidad, y no os dais cuenta. Pero eso, a los que consideráis vuestros los tratáis como si fueran dioses, más que humanos.
“’Apaga la luz y comparte’. No la compu, sino "las luces", Jé, Jé !!!”.
Ni los vicios del vino, que es alcohol -que tanto de moda está aquí en Europa-, ni de ir a la nieve a esquiar en estas vacaciones tan ‘religiosas’ de lo que llaman semana santa, ni por usar el coche a todas horas, ni ir al cine o el teatro con sus grandes luces, o a subir a la torre Eiffel, toda iluminada como si la quisieran vender para llamar la atención de los posibles compradores, los museos, las catedrales, los monumentos y edificios más importantes. Y todo eso y más: la televisión, los móviles que se tienen que recargar, usar tanto la calefacción y ducharse todos los días con agua caliente
Gracias, Pep, por tus palabras y el envío de tu libro. Le he dado una mirada y es todo un documento. Ya volveré a él.
He visto mucho cine. Ahora sólo veo las películas del oeste -los western-, si fueron filmadas hasta los años sesenta del pasado siglo, allí puedo ver la naturaleza y su esplendor -sin máquinas ni la confusión de ahora-, cómo vivían esos aventureros. Las películas de ahora, desde que aparecieron los ‘espagueti western’, las encuentro banales y superficiales. Aunque hay algunas, pocas, que he podido ver.
Todo lo demás, no me interesa. Alguna historia bien hecha de algún personaje. Y algunas como a modo de documentales: ‘La revolución francesa’, ‘Amistad’ que trata del barco negrero español con su pleito con las autoridades de Estados Unidos donde ganaron los esclavos la libertad absoluta. También las que tratan de la Segunda Guerra mundial, etc.
Finalmente quiero decirte: El que teme algo que perder ese no quiere la revolución.
Sí, Edward, la primavera ya ha llegado. Está mañana temprano, cuando he abierto la puerta de la terraza para ver si se podían escuchar ya los ruiseñores, cantores en plena negritud, los gorriones más tímidos y retraídos, he sentido esa fragancia de los naranjos en flor, llenos de azahar y su perfume embriagador, que todo lo impregna a esas horas que los coches, etc., no van de un sitio a otro.
Respecto de los ecologistas y sus deseos, sí, ellos tienen su pendiente imposible. Aunque todos tenemos nuestro lugar. El problema es la imposición, hacerse una autoridad inflexible y brutal.
Hola, James. Sí, no hay que especular. Solamente mirar, observar lo que sucede. Aunque lo que sucede, ya sabemos lo que es, lo que va a ser. Porque la vida siempre es lo mismo: unos más desarrollados, otros no tanto, pero todos participamos del mismo paradigma del sufrimiento y dolor. Por tanto, nuestra existencia es eludir ese dolor que a veces es insoportable. Y para eludir eso tan desagradable, cada cual coge un camino. Pero todos los caminos llegan al mismo sitio: tropezar con el conflicto. Todos tropezamos con el conflicto. Y aquí estamos en el mismo barco para comprenderlo. Y si lo comprendemos, ese mismo acto de comprender el conflicto es el que nos libera de él, es lo que hace que vayamos más allá de él y todo lo que nos genera.